Desde la aprobación de la Constitución hace casi cuarenta años, el artículo 155 había quedado escondido, cogiendo polvo, sin aplicarse ni desarrollarse. En 1989 Felipe González amenazó con utilizarlo contra las Canarias para intentar detener una rebelión fiscal en el archipiélago. No llegó a aplicarlo, porque la situación se recondujo. Ahora es el PP quien ha descubierto esta arma política a raíz del conflicto político de Catalunya. Pero no sólo sirve para amenazar a los catalanes.

Este mismo lunes, la presidenta del PP en Navarra, Ana Beltrán, ha comparado la situación de la comunidad foral con la de Catalunya. "La actuación del Gobierno de Catalunya puede extrapolarse a Navarra: ambos gobiernos pretenden que una minoría aplaste a una mayoría no nacionalista", ha asegurado Beltrán. Ha sido después de que el Parlamento navarro aprobara, con los votos de los partidos que dan apoyo al gobierno de Uxue Barkos, una declaración de condena al uso del 155 en Catalunya.

"Nos llaman alarmistas, pero hay pruebas más que evidentes para pensar que el Gobierno foral, con la presidenta Barkos a la cabeza, quiere que Navarra desaparezca y se convierta en una provincia más del País Vasco", ha alertado la dirigente popular, agitando el fantasma de Euskal Herria. Durante el debate sobre esta resolución, ha denunciado que el cuatripartito de Navarra "no respeta ni la Constitución, ni las leyes, ni la democracia". El ejecutivo de Barkos está formado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos y Izquierda-Ezkerra.

Justamente en el País Vasco, el presidente del PP local, Alfonso Alonso, también advirtió que hay los "mismos ingredientes" para llegar a la "misma situación" que en Catalunya. Lo dijo desde San Sebastián este domingo, el día siguiente del anuncio de las medidas del 155 por parte de Rajoy. La responsabilidad de los populares, dijo, es "evitar" que estos ingredientes lleguen a mezclarse.

"En Euskadi hay un nacionalismo en el poder, fuerzas radicales que todavía están en la justificación de posiciones violentas, populistas de Podemos que son la tercera fuerza, y la plataforma Gure Esku Dago, embrión de la Asamblea Nacional Vasca", dijo el exministro de Sanidad. "Si estos ingredientes se unen, nos llevarían a la misma situación, y por lo tanto al mismo desafío y al mismo peligro que se está sufriendo en Catalunya", añadió.

Pero la amenaza del 155 va mucho más allá de las comunidades gobernadas por partidos nacionalistas. El pasado miércoles, el delegado del Gobierno español en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, amenazó al presidente socialista de la comunidad, Emiliano García-Page, con activar el 155 para "corregir" al gobierno de coalición con Podemos.

"García-Page está pidiendo a gritos el artículo 155 para que sea el Estado el que enmiende la tarea del Gobierno que forman el PSOE y Podemos", llegó a decir Gregorio. Acusó al gobierno manchego de estar "supeditado" a las "directrices de los separatistas de Podemos". El presidente de Castilla-La Mancha exigió el cese. El portavoz del ejecutivo, Nacho Hernando, lamentó que el delegado del Gobierno español hubiera "sacado a pasear la pistola de Tejero".