Varias sedes del Partit Demòcrata (PDECat) y de ERC han aparecido con varias pintadas en las puertas de entrada, el día después de las detenciones de tres de los cinco militantes independentistas citados por la Audiencia Nacional por quemar fotos del rey Felipe VI el pasado 11 de septiembre. En el local de los demócratas de Horta-Guinardó se han podido ver una pintada en que se amenaza de muerte el conseller de Interior, Jordi Jané, y la portavoz del PDECat, Marta Pascal. "Lo pagaréis", asegura el texto, junto con una figura de un ahorcado.

La portavoz del Govern y vicepresidenta del PDECat, Neus Munté, ha expresado su condena y rechazo al acto vandálico y ha asegurado que se trata "de actitudes intolerables en un país que aspira a ser libre". Por su parte, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha apuntado que el acto es "impresentable, indecente, injusto y cobarde". Ante este ataque, los demócratas ya han anunciado que presentarán una denuncia.

Además de esta pintada amenazadora, han aparecido dos más en la entrada de la sede de CDC, donde ya había varias: "PDECat botiflers" y "culpables", dicen las pintadas que están acompañadas de dos estelades. Por si eso no fuera suficiente, quien ha perpetrado este acto también ha hecho impactar un contenedor contra la sede de los demócratas. Por otra parte, la sede de ERC en el distrito se ha levantado con una pintada que pide la dimisión de Jané y que tilda a los republicanos de "cobardes".

El diputado de la CUP Albert Botran ha querido calmar la situación al pedir que la prioridad de los independentistas sea "mirar adelante y la solidaridad". Ha propuesto que no se dé más importancia a las pintadas, que ha calificado de "provocación".

No es la primera vez

Hace un par de semanas, los locales de los demócratas y los republicanos en l'Hospitalet de Llobregat ya aparecieron con los siguientes mensajes, respectivamente: "No habrá paz para los traidores. Eso es España" y "Que vuelvan a los GAL". Entonces, el portavoz del PDECat en el Ayuntamiento de l'Hospitalet, Jordi Monrós, condenó las muestras de "violencia y coacciones" a cualquier partido y apuntó que defender la democracia y el referéndum "no es de traidores".