El distrito de Nou Barris ha acogido hoy la manifestación "La fraternidad republicana es abrir fronteras, la historia se repite", organizada por la Taula Unitària de Nou Barris per la República con el apoyo del distrito. Este acto se enmarca dentro de los actos de la llamada "Primavera republicana" organizada por el Ayuntamiento de Barcelona, con motivo del 81 aniversario de la proclamación de la II República, y que se cerrará con una gran fiesta popular, el 22 de abril, en la Diagonal con Passeig de Gràcia, la plaza que pierde el nombre de Juan Carlos I y toma oficialmente su denominación popular: el Cinc d'Ors.

Tímida asistencia

La manifestación ha empezado en la plaza Virrei Amat y ha acabado en la plaza de la República. Hacia la mitad del recorrido había poco más de 200 personas, aunque mucha gente se les ha añadido en el acto final de la manifestación. Sobre todo eran personas mayores, y aunque Ricard de Vargas, el veterano militante anarquista, en su parlamento ha querido asegurar que el mensaje del republicanismo es "un mensaje de pasado, de presente y de futuro", entre algunos de los asistentes había preocupación porque el republicanismo envejece y no renueva la militancia. Los asistentes pertenecían a movimientos diversos: los grupos más numerosos eran los del PSC, los yayoflautas y los de la Assemblea Nacional Catalana, pero también había pequeños grupos de colectivos diversos, como la Alternativa Ciudadana Progresista. Hasta el fin de la manifestación no han hecho acto de presencia al primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello y la concejala de Nou Barris Janet Sanz.

Procesión republicana

La manifestación ha querido hacer un recordatorio a los héroes republicanos. En primer lugar, se ha detenido para hacer un homenaje en la plaza de las Madres de Mayo, donde un día de agosto, hace 60 años, fue abatido por la policía el maquis anarquista Josep Lluís Facerías, quien tiene una placa en su recuerdo. Más tarde, se ha hecho una parada en el centro de la plaza de la República, donde se ha querido recordar la República con el canto de Els Segadors. Finalmente, con asistencia de muchas autoridades y con más público, se han hecho varias ofrendas florales en el monumento a los luchadores republicanos de la plaza Llucmajor. La manifestación ha acabado en un escenario de la plaza Llucmajor con los parlamentos y un concierto de la coral de los yayoflautas.

Los parlamentos

Janet Sanz, concejala de Nou Barris por Barcelona en Comú, ha celebrado la conmemoración y ha destacado el papel de la memoria histórica en la construcción de la ciudad. Gerardo Pisarello ha recordado que no hace muchos años se había multado a gente por poner banderas republicanas en la plaza Llucmajor, y que en cambio ahora se ha logrado que sea denominada plaza de la República, y que eso ha sido gracias a los vecinos. Pisarello ha definido Nou Barris como la "capital republicana por excelencia de Barcelona" y ha valorado muy positivamente la existencia de diferentes movimientos republicanos. Pisarello ha pedido una política de "puertas abiertas" para los refugiados que huyen de la guerra en nombre de la fraternidad republicana, y ha establecido como prioridad preservar el pluralismo y promover la convivencia hacia todo el mundo. Ha querido acabar recordando que la monarquía es incompatible con la democracia, porque es una forma de elección de jefe de Estado antidemocrática, pero también porque ha sido una fuente de privilegios y de corrupción. Desde la Taula Unitària de Nou Barris per la República se ha reivindicado también que el Ayuntamiento cambie el nombre de la Avenida de Borbó. El manifiesto de la Taula ha equiparado la situación de la retirada republicana de 1939 con los refugiados de Oriente Próximo de 2017, y ha criticado que la Unión Europea, con muchos más medios que la Francia de 1939, no tome medidas para proteger a los que huyen de la guerra.

La música que suple las consignas

En la manifestación y en el acto se han coreado pocas consignas. Por megafonía se alternaban los himnos: "El canto a la libertad" de Labordeta, "L'estaca" de Lluís Llach, "Els segadors", el canto anarquista "A las barricadas", el himno de Riego (el viejo himno republicano), el "Grândola, Villa Morena" (el canto que dio el pistoletazo de salida de la revolución de los claveles en Portugal)... Quizás la música era la solución para unificar a un público bastante diverso. Aunque la convocatoria hacía referencia a la crisis de los refugiados y a la apertura de fronteras, las pegatinas y los folletos iban orientados, básicamente, hacia el fin de la monarquía. De hecho, había pocas pancartas. Muchas banderas republicanas, y algunas esteladas y banderas rojas.

¿Qué república?

Al empezar la manifestación, uno de los participantes confesaba a un compañero que le sobraba la presencia de esteladas. El grito de "¡Mañana, España, será republicana!" no ha generado consenso: lo han coreado uno pocos manifestantes y ha despertado las miradas escépticas del grupo de militantes de la Assemblea. Si había consenso en la reivindicación de la Segunda, entre los presentes había mucho menos acuerdo sobre la República del futuro. Al acabar el parlamento de Gerardo Pisarello, un grupo de concentrados ha gritado: "¡Viva la Tercera República Española"!. Gerardo Pisarello se ha limitado a responder: "Visca la República!", y una de las asistentes ha querido insistir: "¡La Tercera!". No ha habido respuesta del teniente de alcalde. Entre los assistents, también había discusiones entre los partidarios de la Primera República Catalana y los de la Tercera República Española. El pasado republicano generaba más consenso que el futuro.

Nuevos tiempos

Al empezar el acto sonaba "A las barricadas", pero no se respiraba el aire anticlerical de 1936; de hecho, una de las mujeres presentes afirmaba que solo estaría un rato, porque después se iría a bendecir la palma. Y un manifestante cargado de chapas republicanas ha saludado efusivamente a un guardia urbano, dedicado exclusivamente a proteger a los manifestantes de los peligros del tráfico. No ha sonado Bob Dylan, pero es obvio que los tiempos están cambiando.