La monarquía española es la institución que genera menos confianza en la sociedad catalana, sólo superada por la banca, según la segunda oleada del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de 2016, que se ha hecho pública esta semana.

Según este sondeo, en una valoración del grado de confianza, de 0 a 10, la banca obtiene una nota de 2,15 y la monaquía un 2,24. La tercera institución menos valorada es el Gobierno español (2,28), después de la Iglesia católica (2,59).

Sólo los votantes del PP aprueban a la monarquía (5,73), según los datos desglosados por partidos. También son los únicos que aprueban a la Iglesia católica y al Tribunal Constitucional, mientras que las instituciones que les generan mayor confianza son los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (7,43) y el ejército (7,20).

Por el contrario, quien da peor nota a la monarquía, son los simpatizantes de la CUP, que otorgan a la institución que encabeza Felipe VI un 0,41, la menos valorada por los cupaires, que incluso dan más nota a la banca, 0.88.

La universidad, la mejor valorada

La institución que genera mayor confianza es la Universidad (6,47), seguida de los Mossos d'Esquadra (5,58) y el propio Ayuntamiento (5,40). Estas son las tres únicas instituciones que aprueban.

Los medios de comunicación rozan el aprobado (4,94), seguidos de la Policía Nacional española y la Guardia Civil (4,56) que pasan por delante del Parlament (4,56) y el Govern (4,41).

A la hora de desglosar los resultados por partidos, la Universidad es la única institución que supera el aprobado en el grado de confianza de los simpatizantes de todas las formaciones. Desde los de JxSí que, con un 6,88, son los que valoran más alto la Universidad hasta la CUP, que, con 5,49, son los que la valoran más bajo.

Los votantes de JxSí son los únicos que aprueban al Parlament (6,06) i al Govern (6,10) en esta pregunta, mientras que el resto suspenden a ambas instituciones.

Esta segunda oleada del barómetro del CEO situaba por primera vez a los partidarios de la independencia por delante de los detractores, pero al mismo tiempo ponía en evidencia el riesgo de que los independentistas pierdan la mayoría absoluta en el Parlament.