Freixenet podría pasar de aquí poco a manos alemanas. Lo haría bajo la marca alemana Henkell, propietaria de vinos pero también de las conocidas pizzas Oetker. El grupo hace tiempo que tiene la oferta sobre la mesa, pero exige tener un 50% de las acciones.

Ahora, según ha explicado TV3, parte de los hermanos de la familia Bonet estarían dispuestos a vender su parte de las acciones, por lo que el grupo alemán se podría hacer con la mitad de estas.

Henkell tiene interés en el cava de Sant Sadurní d'Anoia desde hace dos años, pero no se había concretado por la división interna dentro de la familia. Ahora, sin embargo, Henkell podría poner la oferta de compra sobre la mesa una vez celebradas las elecciones y cuando sepa cuáles son los datos de la empresa.