"De los presupuestos generales del Estado se deriva la partida de inversiones, como mínimo, más baja de la historia". Así de contundente se ha mostrado el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, durante la presentación del informe trimestral de coyuntura catalana. "No es lógico que venga el presidente Rajoy a Barcelona y al cabo de tres días se presenten unos presupuestos con la inversión más baja", ha lanzado.

En este sentido, Valls ha criticado que "la lluvia de 4.200 millones" prometida por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no se haya visto reflejada en las cuentas del Estado. Se han presupuestado 1.149,58 millones en inversiones en Catalunya, lo que supone 30 millones menos en cifras absolutas que el 2016.

Con los datos en la mano, el presidente de la Cámara no ha dudado en pedir más "coordinación" al gobierno central en inversiones en Catalunya. De hecho el esfuerzo inversor del Estado en los presupuestos de este 2017 ha alcanzado un mínimo histórico del 0,7%, tres décimas por debajo de la del 2016. 

Inversión presupuestada pero no ejecutada

Y todo a la espera de que la inversión presupuestada coincida con la ejecutada. Sin ir más lejos, un estudio de la propia Cámara de Comercio ya advertía que Catalunya cerró en 2015 con el peor nivel de inversión estatal en infraestructuras desde 1997 (el primer año de la serie histórica). De los 949,5 millones presupuestados por el Estado en Catalunya, se gastaron 555,9 millones. O lo que es lo mismo, sólo un 59%, muy por debajo de la media del conjunto de las comunidades autónomas, que fue del 72%.

"Si somos la locomotora de la economía española, lo más lógico es que se nos den todas las facilidades para que esta máquina pueda tirar", ha declarado reivindicando Valls justo antes de alertar también que la inversión de la Generalitat es también muy baja. "Se cuadran los presupuestos bajando la inversión en infraestructuras tanto desde el punto de vista del Estado como la Generalitat", ha añadido.

La economía, al margen de la política

Dentro del informe trimestral, la Cámara de Comercio considera que la economía catalana se está comportando mejor de lo esperado en los primeros meses del 2017. Un arranque con "sorpresa positiva". Y en la línea de la consolidación, ha elevado del 2,7% al 2,8% la previsión de crecimiento en Catalunya para el 2017. Según Valls, "si no hay foco de incertidumbre a escala global, la expansión continuará en 2017 y 2018", por lo que tampoco descarta nuevas revisiones al alza.

Las elecciones en Alemania o las negociaciones por el Brexit son algunas de "las incógnitas por resolver con vistas a los próximos meses." De momento la victoria de Emmanuel Macron en la primera vuelta de las elecciones francesas ya se ha saldado con "euforia bursátil". Ahora bien, más allá de la incertidumbre, impera la consolidación. Y es que la Cámara prevé también que la economía catalana crezca un 2,4% durante el 2018, alargando así el ciclo alcista.

Con estas previsiones, Valls ha señalado tres factores claves para el crecimiento de la economía catalana: creación de puestos de trabajo, dinamismo de la economía mundial y condiciones financieras favorables a la inversión. Y sobre el procés, "la economía funciona al margen de las políticas generales".