"Soy la cuarta mujer de 48 premios que se han dado en este mundo tan patriarcal". Así de contundente se ha mostrado Maria-Antònia Oliver al recibir el premio de honor a las letras catalanas, instituido por Òmnium Cultural en 1969. En el acto que se ha celebrado esta noche en el Palau de la Música Catalana, también ha reivindicado la escritura en catalán y ha criticado que escribir en esta lengua "todavía es difícil porque el catalán es una lengua minorizada".

Oliver también ha tenido unas palabras para los refugiados y ha asegurado que Europa negocia con la "dignidad de las personas" y las "trata en rebaño". Finalmente, también ha hecho un llamamiento a cambiar las cosas a través del voto y no a través de la crítica. "Muchos hablarán de vergüenza ajena ante la actitud indigna de nuestros gobernantes. En nuestras manos, sin embargo, tenemos el voto", ha sentenciado. 

La escritora y traductora Maria-Antònia Oliver (Manacor, 1946) ha sido distinguida con el 48º Premio de Honor de las Letras Catalanas. Òmnium Cultural galardona así a una persona que, por su obra literaria o científica en lengua catalana y por la importancia y ejemplaridad de su tarea intelectual, haya contribuido de manera notable y continuada a la vida cultural de los Països Catalans.

Este reconocimiento, según Oliver, le ha sido una "inyección en las venas de pan con tomate, aceite y olivas" que la ha animado a volver escribir y espera tener pronto una nueva obra en las librerías, después de una época sin publicar.