La Generalitat subvencionará con 89 millones de euros a Seat en los próximos cuatro años para electrificar la planta de Martorell (Barcelona), de los que 60 millones son fondos propios y los otros 29 millones proceden de una transferencia directa del Gobierno español. Así lo ha anunciado el ejecutivo que preside Pere Aragonès, tras autorizarlo este martes el Departamento de Empresa y Trabajo.

La ayuda llega después de que Seat y el grupo Volkswagen consiguieran hacerse con 792,8 millones de euros procedentes del PERTE del vehículo eléctrico, una cantidad que la automovilística consideró insuficiente para llevar a cabo sus planes de electrificación en España.

En este sentido, la estrategia de la compañía alemana pasa por ensamblar vehículos eléctricos en Martorell, la planta automovilística más importante de España, a partir de 2025. Un plan que se enmarca en el proyecto Future Fast Forward (FFF), en el que participan unas sesenta empresas. El ejecutivo ha subrayado que se trata de un proyecto clave, puesto que tendrá un impacto en toda la cadena de valor del sector de la automoción en Cataluña, con un volumen de compra a proveedores de más de 600 millones de euros.

"Tiene una capacidad tractora porque arrastra el conjunto de la industria de la automoción; garantiza el presente y el futuro de Martorell y los miles de puestos de trabajo, e impulsa Cataluña para dar un paso adelante y continuar siendo un referente de la automoción del sur de Europa", ha destacado. En este sentido, este proyecto se alinea con el objetivo del gobierno de reindustrializar Cataluña en clave verde e innovadora.

El Govern ha destacado que, además de que el proyecto que impulsa Seat se alinea con sus objetivos de reindustrialización de Cataluña, Seat, la empresa industrial más importante de Cataluña, facturó 9.564 millones de euros en 2021 y cuenta con una plantilla de 14.590 personas.

El gran reto de Seat 

El proyecto tiene como objetivo poner en marcha la fabricación de una nueva familia de coches compactos eléctricos (*Small *BEV) a la factoría de Martorell. Por eso, Seat tiene que emprender un proceso de adaptación de los centros productivos, iniciar las correspondientes actividades de desarrollo del producto y proceso para fabricar coches eléctricos, y, capacitar los trabajadores para asegurar que logran las competencias necesarias para afrontar esta transformación.

La planta de Martorell producirá los coches pequeños eléctricos con la plataforma MEB del grupo Volkswagen. En este proceso de fabricación, la planta catalana no contará con vehículos eléctricos de la marca Seat, sino que se encargará de producir el modelo Urban Rebel de Cupra. El objetivo de la compañlía que dirige Wayne Griffiths, es destinar un total de 10.000 millones de euros para lograr una electrificación completa, con la que pretende fabricar anualmente 250.000 vehículos eléctricos a partir de 2025.

Se trata del mayor reto de Seat durante los próximos años, con una dificultad extra por la crisis de chips semiconductores que no se arreglará en el corto plazo. Una situación que se refleja en el ERTE que todavía mantiene la empresa, que afecta a 10.300 empleados, y que prevé prorrogar durante el primer trimestre de 2023.

El sector de la automoción acelera para cumplir objetivos

En cualquier caso, la ayuda de la Generalitat se enmarca en la estrategia de sostenibilidad para el sector de la automoción que han puesto en marcha desde Europa, fijando para el año 2035 el fin de la venta de coches de combustión. Una medida contra el cambio climático en línea con el objetivo de alcanzar las cero emisiones y lograr la neutralidad de carbono para el año 2050.

Este mismo lunes, otro de las grandes marcas del sector anunciaba también su plan estratégico para dejar de fabricar vehículos contaminantes en sus plantas. Audi ha anunciado que pondrá fin a la fabricación de este tipo de coches a partir de 2033, según el nuevo plan de producción presentado por la compañía.

Un plan en el que también se incluye una inversión hasta 2025 de 500 millones de euros en formación para los empleados de sus factorías en el marco de esta transición. Asimismo, a partir de 2026, la firma solo lanzará al mercado global vehículos nuevos con propulsión totalmente eléctrica, mientras que para 2029 todas sus plantas fabricarán al menos un modelo propulsión 100% eléctrica con el objetivo de dejar de producir automóviles de combustión interna en 2033.