Enagás, el gestor técnico del sistema gasista, declaró a inicios del noviembre del 2023, una situación excepcional de operación nivel CERO (SOE-0), igual que en octubre de 2022. Según el Gobierno español, la SOE-0 no implica un riesgo para la garantía, seguridad y continuidad en el suministro del mercado firme, pero pueden alterar la operación normal del mismo.

Enagás informó recientemente de que desde principios de noviembre del 2023 la tormenta Ciarán, seguida de la tormenta Elis y acompañadas de tormentas marítimas, habían provocado el cierre temporal de algunos puertos donde se encuentran terminales de regasificación españolas. Dado que los fuertes vientos han estado incrementando significativamente la generación eólica a expensas de los ciclos combinados, se había provocado una disminución de la demanda de gas respecto a la inicialmente programada. En consecuencia, las existencias generales previstas del Tanque Virtual de Balance (TVB) para los próximos días se acercaban al 90%, y los terminales individuales pertenecientes al TVB alcanzarían el 100% de su capacidad.

Paradójicamente, una situación similar se presentó un año atrás, cuando el 17 de octubre 2022 Enagás publicó que desde agosto se había producido una importante reducción de la demanda industrial, respecto a lo previsto inicialmente, y que los usuarios habían registrado un elevado uso de la inyección en los almacenamientos subterráneos de gas. Existía un desfase entre los suministros programados por todos los usuarios en octubre y la demanda y exportaciones de gas natural y gas natural licuado (GNL), más allá de la flexibilidad que puede proporcionar la capacidad de almacenamiento subterráneo y en tanques. Como consecuencia, se estaban produciendo episodios sostenidos de niveles muy elevados de existencias en los tanques de todas las plantas de regasificación del sistema que se esperaba que continuaran, por lo menos, hasta la primera semana de noviembre del 2022.

Es interesante anotar que tanto el comportamiento del sistema gasista en noviembre del 2023 como el del presentado en octubre 2022 causaron la misma situación excepcional de operación. Por lo cual, es imperativo leer las señales que está enviando el mercado del gas en España: incremento en los almacenamientos causados por la reducción en la demanda de gas y, como consecuencia, las importaciones de gas natural licuado (GNL) menores a las esperadas.

Las señales que está enviando el mercado del gas en España son el incremento en los almacenamientos causados por la reducción en la demanda de gas y, como consecuencia, las importaciones de GNL son menores a las esperadas

¿Pero cuál es la actual situación del almacenamiento? Según Gas Infrastructure Europe (GIE), el nivel de llenado de los almacenamientos subterráneos de gas en la UE está actualmente en un 99,20% y España ya alcanzó el 100%. Enagás reportó que los tanques de GNL de las siete plantas de regasificación, incluyendo El Musel, tienen un 83% de llenado.

Y, ¿qué han mostrado las estadísticas en cuanto al consumo de gas e importaciones de GNL? El Foro de Países Exportadores de Gas (GECF, por su sigla en inglés) recientemente publicó su reporte mensual donde señala que en octubre 2023 las importaciones de gas natural licuado (GNL) de Europa experimentaron una modesta disminución interanual del 6,5%, alcanzando finalmente 9,50 Mt y marcando la cuarta caída mensual consecutiva. España forma parte de los países que experimentaron caídas significativas en las importaciones de GNL y, a su vez, las reexportaciones disminuyeron, ya que hubo caídas en los envíos de GNL a Italia. El consumo de gas en España sigue en declive, puesto que de enero a octubre de 2023 se registró una disminuyó del 13% interanual hasta alcanzar los 24 bcm.

Si persiste esta situación y sus reexportaciones de GNL siguen disminuyendo, España seguirá acumulando más GNL en sus tanques y se verá obligada a bloquear la llegada de entregas programadas de GNL.

Factores como el incremento en la generación renovable, el clima moderado, la volatilidad en el precio del gas, los programas de eficiencia energética, la destrucción de la demanda y la disminución en la demanda de electricidad, entre otros, han influido grandemente a la reducción en el consumo de gas en Europa, así como en España. 

La decisión de poner en marcha este año la planta de regasificación El Musel, que se encontraba en hibernación desde el año 2013 por falta de demanda, fue principalmente tomada por la necesidad de ofrecer servicios logísticos de descarga, almacenamiento y carga de GNL y así incrementar la seguridad del suministro de gas a Europa.  Pero con el declive de la demanda de gas en el continente y de las reexportaciones de GNL de España, se vuelve a cuestionar la real necesidad de los servicios ofrecidos por esta planta.

Si España está presentando similares situaciones de emergencia a las del año anterior, es necesario entender el comportamiento del sistema gasista y tomar futuras decisiones que garanticen la seguridad del suministro de gas sin innecesariamente incrementar las inversiones gasistas.