Naturgy fue noticia la semana pasada por el inicio de la reordenación accionarial que se esperaba desde hacía años. La desinversión parcial de Blackrock, que se había quedado con la participación de GIP tras comprar los fondos de infraestructuras, ha abierto la puerta a CVC a hacer lo mismo –cosa que aún no ha hecho, pero se podría estar preparando– y ha dado la oportunidad a CriteriaCaixa a reforzarse, acercarse a la participación anterior a la autocartera y apuntalar los dividendos de los años venideros.

Los fondos de inversión GIP y CVC, que controlaban un 20% y un 15% respectivamente de Naturgy antes de los últimos movimientos, hace años que mostraron su interés en salir de la energética, al entender que su ciclo inversor, que suele ser de entre cuatro y seis años, había vencido. Este plazo, habitual en fondos de este tipo, se había cumplido, pero vender en el mercado era arriesgado porque podía hacer caer la acción.

Por eso, Francisco Reynés, presidente de Naturgy y vicepresidente de Criteria, lanzó en febrero de 2022 el proyecto Géminis, para separar el negocio regulado y libre en dos empresas distintas y que los accionistas pudieran elegir la que más les interesara o salir. Las reticencias del gobierno español y las turbulencias en el mercado energético por la invasión rusa de Ucrania frustraron la idea y, en plena transición hacia las renovables, la gestión de los socios pasó a un segundo plano. Hasta ahora.

Este año, la energética de origen catalán lanzó una autocartera, una operación nada habitual, con el objetivo de incrementar el free float, es decir, el volumen de acciones que se negocian. Tras el aumento de participación por parte del fondo australiano IFM, hasta superar el 16%, el free float quedó reducido a alrededor del 10%. Para combatirlo, la empresa compró acciones a sus principales accionistas, que se comprometieron a venderlas, para después ponerlas en el mercado.

El holding de participadas de la Fundación La Caixa no ha perdido la oportunidad de reforzarse en una empresa que considera estratégica

Así, Naturgy ganó liquidez en el mercado y volvió a entrar en los índices MSCI, que le dan más visibilidad y negociación. De paso, los fondos que querían salir, o reducir participación, comenzaron a hacerlo. Y Blackrock decidió seguir y la semana pasada colocó un 6%, pasando del 18,8% al 12,6%. CVC, que después de la autocartera controlaba un 18,6% junto con Corporación Financiera Alba, el vehículo inversor de la familia de origen mallorquín March, aún no ha realizado ninguna venta adicional, pero ha hecho un movimiento que se interpreta como un posible primer paso a la desinversión: CVC y Alba han decidido reordenar su inversión conjunta y declarar cada uno su participación por separado: 13,8% para CVC y un 5% para los March. Esto desvincula sus caminos, de modo que si el fondo quiere vender, no necesita el acuerdo con nadie.

Con esta reordenación, IFM, sin ganar participación, se ha convertido en el segundo máximo accionista de la energética, pero quien sí ha movido ficha en el sentido contrario a Blackrock ha sido Criteria. El holding de participadas de la Fundación La Caixa no ha perdido la oportunidad de reforzarse en una empresa que considera estratégica tanto por su negocio como por los dividendos que proporciona a sus accionistas y que nutren al grupo La Caixa, primer accionista de Naturgy, de fondos para su obra social.

Aprovechando las ventas de Blackrock, Criteria ha comprado un 2%, con una inversión cercana a los 500 millones, y ha pasado del 23,96% que tenía tras la autocartera al 25,99%. Así, se acerca al 26,65% que tenía a principios de octubre. La intención del holding de La Caixa es reforzarse en una de sus empresas clave –después de Caixabank, es la que le aporta más dividendos– aprovechando las desinversiones de los fondos, pero con dos líneas rojas: no pasar del 29,99%, que le obligaría a lanzar una opa, algo que no está sobre la mesa de Isidre Fainé, ni comprar hasta el punto de volver a reducir el free float por debajo de los umbrales deseables. Por tanto, no es esperable que Criteria compre acciones en el mercado, lo que reduciría las acciones en circulación, pero sí que podría comprar participaciones a Blackrock o CVC si inicia la desinversión.

La Caixa aceptó la autocartera ideada por Reynés porque era una buena operación para Naturgy, que tenía una parte demasiado grande de su capital inmovilizado en cinco manos: Criteria, Blackrock-GIP, CVC-Alba, IFM y Sonatrach. Pero una vez ha conseguido ganar liquidez, el objetivo de Criteria es, como mínimo, volver a la posición previa. La participación en Naturgy le aportó 363 millones de euros de dividendos en 2024 y 155 la primera mitad de este año, y renunciar a parte de la energética supondría también renunciar a parte de estos ingresos vitales para sus inversiones y la obra social, que irá creciendo de los 655 millones hasta los 800 en 2030. La operación, por tanto, es redonda tanto para Naturgy como para su accionista de referencia.