Un total de 107.000 empresas se habrían beneficiado al final del pasado año de las ayudas del Kit Digital, el programa del Gobierno para impulsar la digitalización de las pequeñas empresas mediante la financiación de la adquisición de las necesarias herramientas tecnológicas. Un buen programa, necesario para apoyar a pymes y micropymes en el proceso de transformación y cambio hacia el universo digital en el que cualquier actividad, grande o pequeña, tiene que moverse si quiere sobrevivir. Un programa muy bien acogido, pues hay otras 150.000 solicitudes en espera de resolución. Un programa que parece que no va a servir de mucho cuando se conocen datos de cómo está funcionando en la práctica; sobre todo en lo referente al destino final de las ayudas. Lo cierto es que más del 60% de las solicitudes de financiación se quieren dedicar a la página web, bien para crearla o para mejorarla. Algo que me deja completamente perplejo.

¿Estamos en este nivel? Queremos impulsar la digitalización de pymes y resulta que a estas alturas estamos aún en la fase de página web. ¿A qué modelo de digitalización aspiramos? Esto es como impulsar la natación para generar medallistas y que el resultado final sea que hemos aprendido a flotar en la piscina. Me pregunto qué es lo que está provocando que la mayor parte de las solicitudes de ayudas del Kit Digital se quieran destinar a esto. Mejor dicho, me pregunto que quién les está diciendo sobre todo a micro-pymes, que son las que se decantan por esta opción, que digitalizar es tener sitio web; que eso es lo esencial y que con una bonita web ya han dado ese paso de gigantes que supone adentrarse en las maravillas de la digitalización. Al parecer, no se les está hablando de avanzar un poco y de explorar opciones nuevas de negocio desde ese sitio web, de manejar datos de clientes para optimizar sus procesos de gestión, de aprovechar al máximo la oficina virtual, de herramientas de inteligencia de negocio, de ciberseguridad; en fin, de cuestiones elementales de digitalización empresarial y que en teoría es lo que pretende el programa.

Tal y como está diseñado el programa Kit Digital ese alguien que susurra a las pymes en esta cuestión no es otro que el denominado como agente digitalizador. Es la entidad encargada de detectar las necesidades de transformación digital de cada empresa, de identificar las herramientas tecnológicas que necesita, de proceder a su implantación y de gestionar el cobro de la financiación prevista. Estos agentes digitalizadores son los verdaderos responsables de esta situación absurda en la que decenas de miles de pymes se consideren digitalizadas con solo disponer de una web y que lo demás sobra. Hay 3.067 millones de euros disponibles para este plan de digitalización y las ayudas pueden ir desde los 2.000 a los 12.000 euros. Implantar un sitio web es lo más sencillo y de menos coste y es el paquete que estos agentes digitalizadores están vendiendo de forma masiva a cualquier pyme que se les pone por delante. Resulta muy fácil convencer a un pequeño comerciante de que tener sitio web es lo que verdaderamente necesita y que, además, le sale gratis con la ayuda del kit. Nada de complicaciones como minería de datos, movilidad y otras cosas raras.

Hay una broma muy extendida en medios tecnológicos que habla de que hasta empresas de desatrancos de desagües han obtenido certificación de agentes digitalizadores

Desde que se empezó a poner en marcha el Kit Digital la administración ha ido reduciendo los requerimientos técnicos y corporativos para que una empresa pueda obtener la certificación de agente digitalizador. En la práctica, hoy cualquiera con mínimos conocimientos técnicos es un agente digitalizador. Hay una broma muy extendida en medios tecnológicos que habla de que hasta empresas de desatrancos de desagües han obtenido certificación de agentes digitalizadores. Una broma que refleja claramente el estado de la cuestión, pues una lluvia de millones, hasta ahora se han repartido 670 millones de euros del kit, y unas prisas por poner en marcha programas que justifiquen el gasto del dinero que viene de Bruselas han provocado una proliferación de supuestos expertos en digitalización ávidos por llevarse parte de ese maná a cambio de algo facilito y con pinta de digital, como un sitio web. Hay desatrancadores digitales por todas partes, propiciando una situación gattopardiana de libro, en la que todos se apuntan al cambio para que nada cambie. Red.es, la entidad del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que gestiona el Kit Digital informa de que hay 10.000 empresas certificadas como agentes digitalizadores.

Como dije, hay otras 150.000 solicitudes de ayudas pendientes de aprobación y nada hace aventurar un cambio de tendencia y que desventuradamente el sitio web será la estrella de la digitalización. Gaudium magnum habemus digitalización. Me temo que el resultado final va a ser sonrojante. Seremos expertos en flotar en la piscina, con millones de euros destinados a que unos cuantos se llenen los bolsillos implementando sitios web, con miles de pymes engañadas, pero con la ilusión de que han puesto un pie en la modernidad, y dejando la vital digitalización a los pies de los caballos.

¿Sería mucho pedir a esos agentes digitalizadores que, ya que se van a llevar un buen pellizco de todo ese dinero, hiciesen algo bien? Algo como una mínima acción pedagógica de explicar qué es en verdad la digitalización y cómo puede ayudar a una pequeña empresa. Algo que las estimule a adentrarse en ese nuevo universo de negocios y acreciente su curiosidad futura. Algo como un honesto análisis de sus verdaderas necesidades en este terreno acompañado de una igualmente honesta propuesta de soluciones tecnológicas. Por pedir, que no quede.

Espero que en Red.es estén saltando algunas alarmas y que alguien esté mínimamente preocupado por el sesgo que está tomando toda esta gran operación de caminar hacia la digitalización, que no puede ser más torcido. Si vamos de cabeza hacia un resultado en el que el sitio web sea la visualización real de la digitalización en España vamos a ser objeto de rechifla generalizada. La digitalización empresarial es vital para nuestro futuro y si hay que cambiar el rumbo del Kit Digital sobre la marcha, pues habrá que hacerlo. De momento se queda en un Kit pre-Digital.