En un movimiento que refleja la creciente simbiosis entre la economía de plataformas y la industria de la inteligencia artificial, Uber ha anunciado el lanzamiento de un programa piloto en Estados Unidos que permitirá a sus conductores generar ingresos adicionales realizando tareas de etiquetado de datos para el entrenamiento de modelos de IA. Esta iniciativa sitúa a Uber no solo como intermediario de movilidad, sino también como proveedor de trabajo digital esporádico.
El consejero delegado de la compañía, Dara Khosrowshahi, ha sido el encargado de desvelar esta estrategia, que ya está en marcha en la India. Khosrowshahi argumenta que el programa nace directamente de la demanda de los propios conductores, quienes han manifestado su interés en diversificar sus fuentes de ingresos durante los tiempos muertos, es decir, aquellos periodos en los que no están transportando pasajeros o entregando encargos.
Las funciones que podrán realizar los conductores se llevarán a cabo directamente desde la aplicación de Uber y han sido descritas por Khosrowshahi como "simples". En un comunicado, ha puesto un ejemplo concreto: "subir fotos para ayudar a entrenar modelos de inteligencia artificial". Esta aparente simplicidad ocupa una función crítica en el desarrollo de la IA.
El etiquetado de datos es el proceso mediante el cual "se enseña" a un algoritmo a reconocer patrones. Por ejemplo, para entrenar un sistema de visión por computadora para vehículos autónomos, es necesario que personas etiqueten miles de imágenes, marcando dónde hay un peatón, un semáforo en verde o un vehículo. Este trabajo, intensivo en mano de obra y muy solicitado, se convierte ahora en una nueva línea de negocios para Uber y una oportunidad de microingresos para sus conductores.
El programa de IA no es una iniciativa aislada, sino la pieza central de un conjunto de novedades diseñadas para reforzar el posicionamiento de Uber como "la mejor plataforma para el trabajo flexible", un objetivo estratégico reiterado por Khosrowshahi. Estas mejoras se han desarrollado teniendo en cuenta los comentarios y sugerencias de los propios conductores y repartidores. Entre las novedades más destacadas anunciadas figuran:
-Rides Heatmap "más inteligente": La compañía ha estrenado una nueva versión mejorada de su mapa de calor, una herramienta esencial para los conductores que visualiza las zonas de mayor demanda y los tiempos de espera medios. La versión mejorada promete ofrecer predicciones más precisas y en tiempo real, permitiendo a los conductores optimizar sus rutas y maximizar sus ganancias.
-Nuevo Uber Pro unificado: En marzo de 2026, Uber lanzará un programa renovado que unificará los actuales Uber Pro y Advantage Mode. El nuevo sistema se estructurará en cuatro niveles claramente definidos, donde los conductores podrán acceder a más recompensas y mejores ingresos en función de su rendimiento y su fidelidad a la plataforma. Esto busca ofrecer una trayectoria profesional más clara y con mayor reconocimiento.
-Garantía por retrasos en viaje: En respuesta a una de las quejas habituales de los conductores, Uber implementará un sistema de compensación para los trayectos que se prolonguen más de lo previsto. Concretamente, si un viaje supera en más de cinco minutos la duración estimada inicialmente, el conductor recibirá un pago adicional automáticamente.
En el apartado de seguridad, una de las prioridades de la compañía, Uber ha anunciado la ampliación de una funcionalidad muy solicitada. La opción que permite a las conductoras aceptar únicamente solicitudes de pasajeras se extenderá a seis nuevas ciudades norteamericanas: Baltimore, Minneapolis, Filadelfia, Seattle, Portland y Washington DC. Esta herramienta, que busca ofrecer mayor tranquilidad y control a las mujeres que trabajan en la plataforma, ya estaba disponible en otros mercados y demuestra ser una de las acciones más valoradas por este colectivo.
Con esta serie de anuncios, Uber no solo mejora sus herramientas operativas, sino que está redefiniendo el mismo concepto de lo que significa ser un colaborador de su plataforma. Ya no se trata solo de conducir o entregar, sino de poder realizar tareas digitales puntuales desde el mismo ecosistema. Este movimiento podría marcar un antes y un después en la economía colaborativa, donde las plataformas multiservicio podrían empezar a ofrecer un catálogo de trabajos mucho más amplio y diversificado a sus usuarios, creando una relación de dependencia más fuerte e integral.