Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, ha declarado que las nuevas generaciones viven una época sin precedentes para el emprendimiento. En una aparición en un pódcast, afirmó que un joven de 22 años hoy día tendría que sentirse "el más afortunado de la historia" gracias a las oportunidades que abren herramientas como la inteligencia artificial.

Altman destacó que esta tecnología ha democratizado la innovación, permitiendo que una sola persona haga el trabajo que antes requería un equipo de centenares. "Solamente hace falta tener una buena idea y saber utilizar las herramientas", señaló, enfatizando la capacidad actual para lanzar productos y servicios globales con recursos mínimos.

Este optimismo contrasta con las recientes críticas en el nuevo modelo de la compañía, el GPT-5. Horas después de su lanzamiento, usuarios señalaron errores factuales (alucinaciones) y, sobre todo, un tono de voz notablemente más frío y menos empático que el de su predecesor, el GPT-4o.

Aunque OpenAI presentó el GPT-5 como un equipo de expertos con doctorado, la primera experiencia de los usuarios lo describió como seguro e, incluso, sarcástico en algunas interacciones. Esta pérdida de calidez, que algunos analistas ven como un riesgo para la satisfacción del usuario, ilustra el reto que todavía enfrenta la IA: equilibrar la capacidad técnica con la conexión humana que muchos usuarios valoran.

Acuerdo con Donald Trump

OpenAI ha anunciado que pondrá a disposición de las agencias federales de los Estados Unidos su herramienta corporativa ChatGPT Enterprise a un coste simbólico de 0,86 euros durante el próximo año. El objetivo, según ha indicado la empresa, es dar apoyo a la administración pública en la mejora de sus operaciones mediante el uso de inteligencia artificial.

El acuerdo se ha alcanzado a través de la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés), lo cual permitirá que todo el poder ejecutivo federal acceda a esta solución tecnológica sin un gasto significativo. Durante un periodo inicial de 60 días, OpenAI también ofrecerá acceso ilimitado a funciones avanzadas como Deep Research.

Esta iniciativa se enmarca en el Plan de Acción sobre Inteligencia Artificial presentado recientemente por la Casa Blanca, bajo la administración del presidente Donald Trump, que busca acelerar la adopción de tecnologías de IA en el sector público. Como parte del esfuerzo por ampliar el acceso a estas herramientas, la GSA también ha incorporado a su sistema de compras los modelos de empresas como Google y Anthropic. Esta última, según el medio Axios, ofrecerá su modelo Claude bajo condiciones similares a las de OpenAI.

OpenAI, que prevé abrir próximamente una oficina a Washington D.C, ya ha diseñado una versión específica de su producto orientada a instituciones gubernamentales: ChatGPT Gov. La compañía asegura que los datos de sus clientes empresariales no se utilizan para entrenar sus modelos, subrayando su compromiso con el uso responsable y seguro de la IA.

En paralelo en este anuncio, la empresa sigue expandiendo su presencia al sector público. En junio, obtuvo un contrato por 171 millones de euros con el Departamento de Defensa para el uso de sus herramientas, y colabora con la firma Anduril en el desarrollo de soluciones destinadas a la seguridad nacional.