Un total de 838 millones de empleos en el planeta, un 24% del total, están expuestos en mayor o menor nivel a los rápidos avances de la inteligencia artificial y un 3,3%, 115 millones de empleos, corren riesgo de automatización, según advierte un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El estudio apunta que la IA podría afectar más en términos relativos a las mujeres (un 28% de sus empleos, o 390 millones de puestos de trabajo) que a los hombres (21%, 448 millones), con riesgos de automatización del 4,7% del empleo femenino y del 2,4 % del masculino.

En comparación con el estudio de 2023, la OIT ha aumentado en más de un 50% el número de empleos "potencialmente automatizables", que entonces calculaba en 75 millones, aunque, por otro lado, ha reducido un 20% el total de puestos expuestos en general a la IA, ya que hace dos años los cifraba en unos 1.055 millones.

Los nuevos cálculos de la OIT responden a una mejora metodológica que refina las estimaciones y también al hecho de que en tan solo dos años ha habido avances en la tecnología y a la vez una mayor comprensión en sus posibles limitaciones a la hora de adaptarse en empleos existentes. Los creadores del informe también se muestran ligeramente optimistas al señalar que en muchos casos de aplicación de IA en el mundo del trabajo seguirá siendo necesaria la intervención humana, por lo que "la mayoría de los empleos se transformarán, en lugar de ser destruidos".

¿Qué trabajos están más expuestos a la IA? 

Entre los tipos de empleos que según la OIT corren mayor riesgo de automatización se citan aquellos dedicados a la introducción de datos, las operaciones de procesamiento de textos, la contabilidad, las estadísticas, las finanzas, los seguros, o los de departamentos de personal y de ventas en oficinas. Estos empleos ya aparecían en la lista de 2023, pero se han añadido otros nuevos, como los analistas financieros, los de departamentos de créditos y nóminas, o los desarrolladores multimedia y de páginas web.

Por el contrario, algunos empleos que figuraban en la categoría más alta de automatización el año pasado ya no figuran en posiciones tan elevadas en 2025 pese a seguir expuestos a la IA, tales como los escritores, los programadores de aplicaciones, los recepcionistas de hotel o los encargados de funciones de secretaría.

Finalmente, la OIT también indica que la aplicación de la IA podría no llegar con la misma velocidad a todos los países, debido a los altos costes, las carencias en la red eléctrica o el ancho de banda, o la insuficiente capacitación de la mano de obra, especialmente en economías de bajos ingresos.

Curiosamente, el mismo informe de la OIT se apoya en la inteligencia artificial, ya que para calcular los diferentes potenciales de automatización de cada tipo de empleo se ha consultado al modelo de IA GPT-4, aunque los resultados fueron validados por expertos y contrastados con encuestas a trabajadores reales.