El precio de las acciones tiene un gran componente sicológico que lleva al autoengaño. Hay ahorradores primerizos que ven una acción como supermercados DIA que cotiza a 0,0152 euros y consideran que está barata, aunque no se atreverían a adquirir acciones de Acciona a 168,45 euros porque la ven cara. El precio no tiene ninguna relación con si la acción es cara o barata, aunque sí con lo accesible que puede ser para los inversores menos pudientes. Lo importante es que la acción suba o baje y el porcentaje del ascenso o descenso será finalmente el resultado que tenga el inversor. Por ello, es frecuente en muchas empresas que cuando su acción tiene un precio muy elevado se hagan operaciones de Split (división) que simplemente multiplican el número de acciones sin modificar en absoluto el valor de la compañía.

Dentro del mercado europeo también hay unos contrastes de precios brutales. Por ejemplo, dentro del índice EuroStoxx 50, la firma francesa de lujo Hermes Internacional cotiza a 1.982 euros por acción, mientras que la más accesible es, curiosamente, el español Banco Santander con un valor por acción de 3,12 euros. Dispares niveles de precios que nada tienen que ver con la marcha de la compañía, sino con el número de acciones que conforma su capital social. Lo importante es el valor conjunto de la compañía (capitalización) y la relación entre su valor y los beneficios que obtiene cada año. Eso dirá, finalmente, si una acción es barata o cara. 

Esta semana ha llegado al mercado de la mano del bróker XTB la posibilidad de comprar parte de una acción cotizada o de un fondo cotizado (ETF) a partir de solo 10 euros. El espectro de esta nueva opción abarca 877 empresas de los mercados europeos y estadounidenses, así como de 128 ETFs, aunque tiene previsto ampliar estas cifras. Por ejemplo, en el índice S&P 500 estadounidense, la acción de precio más elevado es Autozone con 2.709 dólares por título, seguida por Chiplote Mexican Grill con un valor de 2.032 dólares por acción. Niveles tan elevados que hace difícil comprar otras compañías si no se dispone de mucho capital.  En cuanto a los fondos cotizados, esta oferta permite apostar por la marcha de índices bursátiles completos a partir de cantidades muy pequeñas.

Este bróker busca minimizar uno de los principales obstáculos que encuentran los inversores a la hora de comenzar a invertir: la falta de capital suficiente. A partir de ahora, los inversores españoles no tendrán que comprar una acción entera, si no que pueden invertir en una fracción o parte de la misma, lo que facilita la construcción de sus carteras de manera más accesible, así como la diversificación de las mismas entre cualquier título cotizado sin importar el valor de la acción.

Diversificación, la clave

“La incorporación de acciones fraccionadas a nuestra oferta supondrá una ampliación de nuestra potencial base de clientes en España. Por un lado, permitirá el acceso al mercado a inversores con capitales iniciales más reducidos y, por otro, aumenta la capacidad de diversificación en acciones cuyo precio de cotización es elevado”, explica Alberto Medrán, director general de XTB España, Portugal y Rumanía. Y añade: “El inversor obtiene el mismo porcentaje de revalorización o pérdida y en el caso de los dividendos cobra la parte proporcional”. Por ejemplo, si una opción de 100 euros paga un dividendo de 5 euros anuales, aquel que haya adquirido 10 euros de esa acción disfrutará de una retribución de 0,5 euros, en igual proporción que si tuviera la acción completa.

Además, este intermediario ha comunicado que mantendrá su misma política de cero comisiones que ya tiene para el resto de productos. En este sentido, los clientes de XTB seguirán sin tener gastos en la compra y venta de acciones y ETFs en los primeros 100.000 euros mensuales, de tal forma que un pequeño ahorrador podrá comprar una acción fraccionada sin pagar comisión.

Con esta opción de inversión, contar con 1.000 o 3.000 euros para invertir en bolsa puede ser suficiente para tener una diversificación muy amplia de acciones o ETFs y elegir los sectores y valores que el inversor prefiera. Con esos importes reducidos y, en caso de querer acceder a una acción de elevado precio, su capacidad de diversificación sería prácticamente nula.