Se acaba el verano y vuelve la agitación económica. Tras un agosto de caídas en los principales selectivos mundiales, septiembre inicia con incertidumbre por la inflación, la política monetaria de los bancos centrales para hacer frente a los elevados precios y temores de recesión. Mientras, los mercados se ponen a cubierto por los datos de los indicadores económicos que llegan desde China, así como la crisis de algunos de sus gigantes inmobiliarios.
Con este escenario, el seguimiento a los baremos de crecimiento y consumo en Europa y China serán clave. "El estancamiento de Alemania, la locomotora de Europa, se da casi por segura. Además, con la actualización de la inflación en Alemania se pudo comprobar como sigue instalada por encima del 6% y por encima de las previsiones. El BCE no está logrando reconducir la situación en Europa al ritmo que buscaba", explica Adrián Hostaled, analista del bróker XTB, a ON ECONOMIA.
Estos factores, sumados a la temporada de resultados empresariales del tercer trimestre que arranca en octubre, marcarán el rumbo de las bolsas hasta final de año. "Este puede ser el mayor reactivo que genere nuevas tendencias de final de año dentro de las empresas del IBEX 35 en función de si las expectativas de los inversores se ven satisfechas o no y de qué porcentaje de nuestras empresas hayan conseguido batir pronósticos de beneficios".
"Una continuación de estas cifras en septiembre y octubre podría suponer un impás en las expectativas de los compradores. De igual modo, estamos viendo cómo las noticias negativas que vienen de China también tienen su impacto en los selectivos europeos, con mayor repercusión incluso que en EE.UU. Por tanto, este también es un driver clave que nos puede dar sorpresas a la vuelta del verano", añade el analista.
El mercado descuenta las subidas de tipos
En cuanto a los bancos centrales, todo apunta a que en septiembre los organismos liderados por Jerome Powell y Christine Lagarde volverán a subir los tipos de interés y encarecer el dinero de nuevo. "La inflación se mantiene como el desafío principal al que nos enfrentamos, y el ciclo de subidas de tipos de interés aún no ha concluido", explican desde el banco de inversión Tressis. No obstante, es algo que los mercados ya dan por hecho en gran parte.
"No debería sorprender a los inversores una subida adicional en los tipos, aunque esta podría frenar el avance de las bolsas y llevarnos a un período de consolidación en los índices en los próximos meses. Desde nuestra perspectiva, las correcciones en los mercados invitan a buscar oportunidades para construir carteras a largo plazo", aseguran desde la entidad. Para ello, habrá que esperar a las reuniones del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal, que se producirán el 14 y el 20 de septiembre, respectivamente.
Aunque los presidentes de las entidades centrales suelen ser crípticos en sus discursos y no dar muchas pistas sobre sus siguientes pasos, lo que se extraiga de las minutas posteriores a ambas reuniones podría arrojar luz sobre la continuidad en su política de estabilización de precios, una pausa o una aproximación más certera al final de las subidas de los intereses. "El IBEX 35 podría querer atacar nuevas resistencias en búsqueda de los 10.000 puntos sólo en caso de que tuviésemos mayor certidumbre en esas semanas", destaca Hostaled.
Valores refugio ante la incertidumbre
Pero hasta que no se despejen las incógnitas que aún están por resolverse, ¿dónde se encuentran los refugios bursátiles? Tressis mantiene una visión positiva sobre EE.UU. y pone el foco en sectores específicos que han demostrado resistencia y fuerte crecimiento. "Nuestras preferencias sectoriales siguen inclinándose hacia la tecnología con beneficios que ofrece valor y crecimiento, especialmente en áreas como semiconductores y ciberseguridad, así como en tecnología y servicios sanitarios, consumo, lujo y transición energética", explican.
No obstante, consideran esencial explorar diversas áreas geográficas y sectores en busca de oportunidades, ya que estas no están limitadas a una sola región o industria y la diversificación sigue siendo esencial en la búsqueda de rendimientos sostenibles a largo plazo. Por su parte, desde XTB señalan tres compañías españolas que podrían tener esta función ante la inestabilidad económica:
"Repsol: por el alza en el precio de los combustibles y el adecuado plan de reducción de deuda que está llevando a cabo.
Rovi: el sector farma siempre aumenta en el tercer trimestre del año la fabricación de vacunas por cercanía al invierno y, por tanto, los resultados esperables de este periodo podrían ser positivos. Además, Rovi ha anunciado una recompra de acciones propias por valor de 130 millones de euros para los próximos 12 meses y este factor está consiguiendo alentar a los inversores.
Cellnex: por su posicionamiento irreplicable como líder europeo en las infraestructuras de telecomunicaciones dado que las torres son limitadas. Además, se está produciendo de una manera positiva el traspaso de poder (Marco Patuano como nuevo consejero delegado al mando) y la marcha de José Manuel Aisa como director financiero".
¿Siguen siendo los bonos una opción atractiva?
Más allá de la renta variable, el mercado de deuda ha cogido especial relevancia a lo largo de este año a raíz de las alzas de tipos y de la negativa de la banca española a remunerar los depósitos. Es por ello que la renta fija sigue teniendo interés inversor y se puede considerar una buena opción de cara a los siguientes meses. "Con los bonos americanos a 10 años ofreciendo una rentabilidad del 3,85% y el bono español dando un 3,53%, creemos que se siguen erigiendo como una sólida alternativa de inversión", indica Hostaled.
"Estados Unidos se mantiene como primera potencia en el mundo y, aunque recientemente rebajaran ligeramente su rating crediticio, sigue siendo una opción de refugio para inversores. En el caso de España, han ganado muchos puntos de popularidad las letras del tesoro en los últimos meses y los inversores los tienen en cuenta", apunta el analista de XTB. Sin embargo, desde la plataforma de inversión consideran que la remuneración ofrecida por la renta fija a 10 años "debería subir por encima del 4,5% para que se pudiera apreciar un flujo real de capital de la renta variable a la renta fija".
En la misma línea se posicionan desde Tressis respecto a la renta fija, considerando que los bonos "ofrecen una rentabilidad atractiva en comparación con los dividendos proporcionados por la renta variable y en relación a su media histórica". De esta forma, si bien creen que los bonos a corto plazo presentan "tasas de rendimiento interesantes", siguen apostando por la incorporación de bonos con vencimientos de alrededor de 4 años, "lo que nos permite adaptarnos al cercano final del ciclo alcista de tipos de interés. Además, dada la actual incertidumbre en el entorno macroeconómico, que sugiere un mayor riesgo de desaceleración, que no de crisis, preferimos bonos corporativos de alta calificación crediticia".