El intercambio de bombardeos y muertos entre Israel, que atacó primero, e Irán, que ha respondido con contundencia este sábado, ha tenido un efecto inmediato en la economía. La tensión geopolítica que implica al tercer productor de petróleo del mundo, Irán, ha hecho que los precios del petróleo se disparen. Desde el primer ataque israelí que mató importantes líderes iraníes a primera hora del viernes, el precio del barril de Brent llegó a dispararse un 13% hasta superar los 78 dólares.
El crudo de West Texas Intermediate, de referencia para los Estados Unidos, vivió una situación similar al dispararse un 14% y llegar a los 77,58 dólares. Durante las horas posteriores, ambos mercados se estabilizaron y el brent cotiza por encima de los 74 dólares mientras que el West Texas lo hace a 72,98 a última hora de este sábado.
La crisis petrolera hizo que incluso la Agencia Internacional de la Energía (AIE) asegurara el viernes que está preparada para actuar con sus reservas de emergencia, pero la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) la criticó para generar alarmismo. Más allá del encarecimiento que puede suponer una afectación a las comunicaciones de Irán o un encarecimiento de sus materias primas para aliados de Israel, el contagio del conflicto en otros países del entorno y el aumento de las tensiones geopolíticas tienen siempre un impacto directo en los precios y en los mercados. El precio del oro, valor refugio ante la inestabilidad, también subió.
Más motivos para la transición energética
Los expertos en Europa alertan de cómo el continente está expuesto a esta tensión. "Los precios de la energía en el Reino Unido y en Europa están estrechamente vinculados a los acontecimientos geopolíticos que tienen lugar a la escena internacional. Los futuros del gas natural negociados en el TTF, el índice de referencia europeo, han alcanzado esta mañana el máximo de los últimos dos meses, superando los 38 €/MWh, después de conocerse la noticia de los ataques aéreos israelíes contra Irán. Es probable que se produzcan nuevas subidas de precios si la situación se agrava todavía más", dice Seb Kennedy, editor y fundador de Energy Flux.
"Actualmente, existe una conexión estructural entre las grandes reservas de capital, los precios del gas natural y los acontecimientos geopolíticos en un mundo cada vez más inestable. Eso está provocando volatilidad en el gas natural, una materia prima que se negocia mundialmente y que fija el precio de la electricidad en la mayoría de los mercados energéticos europeos," añade.
Alertan también de que, tal como pasó con Rusia y el gas, estas tensiones muestran una dependencia de los combustibles fósiles que se pueden revertir con electrificación y renovables. "Hace falta un cambio de paradigma en materia de seguridad energética: pasar de la dependencia del petróleo y el gas importados a la electrificación, el almacenaje, las redes y la eficiencia de las energías renovables" dice Julian Popov, exministro de Medio Ambiente de Bulgaria e investigador principal del think tank Strategic Perspectives.
"La eficiencia energética y la electrificación todavía son los medios más eficaces para reducir la exposición al riesgo geopolítico de los precios de petróleo procedentes de Oriente Medio y de Rusia. Los contratos a largo plazo pueden proporcionar cierto aislamiento, pero acostumbra a ser parcial, porque los precios están indexados a mercados mundiales", defensa Dan Marks, investigador en seguridad energética del think tank Royal United Services Institute.
Las bolsas, tocadas
Si los precios del gas del petróleo se han visto afectados por estos ataques, los mercados internacionales también han vivido jornadas a la baja, aunque el hecho de que el primer ataque se produjera el viernes puede haber amortiguado el golpe, que puede ser más profunda durante los próximos días. Así, el Ibex-35, que venía de semanas buenas por el buen curso de la economía española y las correcciones arancelaria de Donald Trump en Europa, cayó un 1,37% en la jornada del viernes hasta uno acumulado semanal de pérdida del 2,36%.
Los mercados norteamericanos también cayeron, el Dow Jones un 1,79%, S&P un 1,13% y el Nasdaq un 1,3% solo el viernes, con una caída semanal acumulada del 1,32% con respecto al Dow Jones, del 0,63% del Nasdaq y del 0,39% de S&P, mercados todos ellos que estarán muy pendientes de lo que suceda en los próximos días.
"En este nuevo escenario, los mercados se enfrentan a una fuente adicional de volatilidad en plena negociación arancelaria global y con bancos centrales que podrían verse forzados a replantear sus hojas de ruta si el aumento de los precios energéticos se consolida", apunta Eduardo Imedio, analista de Renta 4.
Este domingo, arranca una reunión del G7, cumbre de las potencias occidentales, con la presencia confirmada de Donald Trump que podría aportar novedades con respecto a su política arancelaria y también movimientos y posturas relevantes con respecto al conflicto entre Israel y el Irán por parte de los participantes Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido.