La Agencia Tributaria no cumplirá con los pronósticos y las premisas lanzadas el pasado junio en las que, con los modelos 172 y 173, las entidades e inversores tendrían la obligación de informar acerca de las operaciones con criptomonedas. Hacienda avisó en dichos modelos que, a partir de enero de 2023, las operaciones realizadas con criptoactivos deberían ser notificadas al organismo. La medida se llevó a cabo con el objetivo de reducir el fraude financiero.

Tal y como han informado varios diarios como Expansión o Cinco Días, Hacienda pospone la obligación de notificar las operaciones de criptoactivos hasta enero de 2024. La ‘prórroga’ de doce meses se debe a que, por el momento, no se ha publicado el reglamento que desarrolla la ley de lucha contra el fraude. En ellas, tal y como avanzó la Agencia Tributaria en la publicación de los modelos 172 y 173 en junio de 2022, se “busca mejorar el control tributario de hechos imponibles que puedan derivarse de dicha tenencia u operativa”, tal y como especifican en el documento.

Las criptomonedas siempre han estado en el ojo del huracán a la hora de hablar de estafas o fraudes fiscales. Pese a que esto ocurre con otros activos, las monedas electrónicas, por su volatilidad y la connotación de ser ‘opacas’, siempre han estado tildadas de ser activos fáciles para eludir impuestos. La medida que ha prorrogado Hacienda está incluida en la Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal.

Un momento de dudas en el sector

Sea como fuere, la delegación liderada por María Jesús Montero ha dejado pasar una oportunidad de cercar a las criptomonedas en un momento que se antoja crucial para el sector. En la actualidad, el mercado de las criptodivisas está envuelto de un aura cargada de dudas y temor. Los recientes acontecimientos, entre los que destaca la quiebra de FTX y las posteriores detenciones de los directivos de la empresa, han calado de lleno en los inversores.

El descalabro de la plataforma de exchange exliderada por Sam Bankman-Fried ha tenido una repercusión mundial. El mercado de las criptodivisas fluctúa en su nivel más bajo de los últimos 12 meses desde que se supo que FTX había quebrado. En la misma línea, el sector ha elevado la susceptibilidad a raíz de las revelaciones que los organismos competentes han hecho sobre el caso de FTX. Se sabe que, lejos de un problema de los activos o de su tecnología, la quiebra se dio por una mala gestión de los fondos de los clientes.

Es por ello por lo que los inversores han elevado su temor hacia el mercado y hacia las criptoplataformas. La confianza de los usuarios está tocada y, por el momento, parece difícil que las criptomonedas vuelvan a tener ese impacto que tenían hace no mucho. Ángel Barbero, profesor de EAE Business School y director de estrategia de Nateevo, argumenta que “la popularidad y, sobre todo, la transparencia de estas plataformas está en entredicho”. Una de las soluciones a las que varios expertos se refieren es o a una regulación del mercado o a un aumento del control.

El mercado demanda un control mayor

Y precisamente es lo que la Agencia Tributaria ha ralentizado. El organismo español, pese a que no rebaja su convencimiento en controlar más de cerca a los criptoactivos, ha dejado pasar la oportunidad de hacerlo en un momento clave. El escenario criptográfico viene pidiendo un apoyo legal desde hace tiempo.

Pese a que las criptomonedas nacieron para ser libres, la realidad es que, con los últimos hechos acontecidos, los expertos hacen hincapié en la necesidad de instalar un marco legal o aumentar el control de las transacciones. Es probable que, así, tanto inversores particulares como institucionales reaviven el interés en estos activos.

Ángel Barbero, profesor de EAE Business School y director de Estrategia de Nateevo, explica que “con las grandes caídas y el momento que se está viviendo que es estructuralmente importante, el mundo de las criptomonedas está necesitado de una regulación mayor”. Hacienda, pese a no imponer una regulación, sí que lanzó la premisa de controlar las transacciones y tenencias, algo que, de un modo u otro, puede dar seguridad a los inversores.

La medida no tendrá vigencia hasta enero de 2024

El experto añade que “todas las promesas se han demostrado que son difíciles de sustentar si no hay un organismo que vele por los intereses de los usuarios”. Es por ello por lo que la Agencia Tributaria, pese a que ha mostrado su intención de controlar de cerca a estos activos, prorroga una obligación que, hoy por hoy, se antoja clave para las entidades, pero sobre todo para los inversores particulares.

Hacienda no cumple con los parámetros temporales que ellos mismos fijaron hace algo más de seis meses. La obligación de informar de las operaciones con criptomonedas se retrasa hasta enero de 2024. Está por ver de qué manera evoluciona el sector y sí otro organismo relevante lanza un nuevo cerco al mercado de los criptoactivos.

De momento, en España, la Agencia Tributaria sigue haciendo hincapié en que las ganancias obtenidas con las monedas virtuales están sujetas al pago del IRPF y, por tanto, tienen que declararse en la renta. Para la obligación de notificar de las transacciones con criptomonedas habrá que esperar hasta enero del próximo año.