Gonzalo García Andrés (Madrid, 1973) llegó a la Secretaria de Estado de Economia y Apoyo a la Empresa en mayo de 2021 cuando sustituyó a Ana de la Cueva. Técnico Comercial y Economista del Estado conoce bien su casa en la que ha desarrollado gran parte de su carrera. A unos días de conocerse la Contabilidad Nacional avanza que con los datos que maneja el cuarto trimestre ha registrado crecimiento.

En una entrevista con ON ECONOMIA declara, sobre los beneficios empresariales, que crecen a tasas elevadas desde 2021, pero matiza que no necesariamente se deba a un aumento de los márgenes -lo que podría pesar sobre la inflación. Los mayores beneficios, dice, podrían explicarse también por el empujón de la demanda. No obstante, señala que los márgenes del conjunto del tejido empresarial ya han recuperado los niveles de 2019. Sobre la rebaja del IVA asegura sin ambajes que el Economía ha constatado que el comercio está trasladando dicha reducción fiscal a los precios.

¿Cómo ha cerrado el cuarto trimestre de 2022?
Nuestras previsiones son anuales, pero para el cuarto trimestre vemos que la economía ha seguido creciendo, algo muy significativo porque sobre este trimestre había perspectivas más negativas. Por tanto, este 2023 empieza con crecimientos positivos y eso nos da mucha confianza respecto a la previsión del 2,1% que tenemos para este año. Sobre el pasado 2022, decir que ha sido muy bueno teniendo en cuenta el entorno complicado con subidas de la energía y de las materias primas, lo que refleja la fortaleza de nuestra economía.

El panel de Funcas daba un cero en el cuarto trimestre.
Cuando la economía está en una situación frágil lo que sucede es que los datos son peores de lo que se prevén y luego se hacen previsiones para el futuro diciendo que ya va a mejorar. Pero estamos en una situación contraria en la que los datos económicos de manera sistemática son mejores que las previsiones, lo que es un síntoma inequívoco de fortaleza.

Los analistas dan una inflación para este año del 4%. ¿Es manejable?
El objetivo es que sigamos con la inflación más baja de la UE tras reducir cinco puntos en cinco meses. Hemos entrado en una vía de descenso por la eficacia de las medidas del Gobierno, por el efecto que han tenido en particular sobre el precio de la energía. Ahora vemos que un componente importante son los precios de los alimentos, de ahí la medida de reducir el IVA para que la inflación de los alimentos empiece también a descender y que podamos afianzar el descenso del IPC en 2023 y mantener el diferencial con Europa.

¿Preocupa la tasa de crecimiento de la inflación subyacente?
La inflación viene en una primera fase por la subida de precios en la energía que se manifiesta en el índice general con una diferencia grande sobre la inflación subyacente. Cuando se va trasladando el coste de la energía y de las materias primas, en especial de los alimentos, vemos que la subyacente empieza a subir. Y ahora con la bajada de la energía, la general se sitúa por debajo de la subyacente. Pero dado que la subida de la subyacente se debe a esa subida exógena de esos costes, esperamos que empiece el descenso, aunque con un cierto retardo sobre la general. Tanto en servicios y especialmente en los alimentos elaborados que tiene que empezar a bajar ahora.

¿Para eso la reducción del IVA de algunos productos?
No solo es muy importante la traslación de la bajada del IVA, que estamos siguiendo con mucho detalle, sino también que esta rebaja de costes se traslade también a los alimentos. Es decir, que los precios no se queden en el nivel que tenían en 2022, sino que también se recojan esas bajadas de costes que estamos viendo hace unos meses.

¿Se están trasladando?
Hemos estado trabajando con el Ministerio de Agricultura con un observatorio de precios de la cadena alimentaria y con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para asegurarnos, como establece el decreto, de que la rebaja del IVA se traslada al precio que pagan los consumidores. Y los datos que tenemos, todavía parciales, apuntan a que en términos generales se ha trasladado la rebaja del IVA. Y no solo haremos este seguimiento, también veremos los precios de los alimentos en su conjunto, porque más allá de la rebaja del IVA, que se tiene que notar de manera inmediata -por eso tomamos la medida-, analizaremos si los precios reflejan las bajadas de costes con una bajada significativa y duradera de los precios.

Los tipos de interés es otra de las preocupaciones. ¿Hasta dónde pueden llegar?
La abrupta subida durante el pasado año ya no se va a repetir, creo que hay un acuerdo general en eso, pero habrá que ver cómo evoluciona la inflación de la zona euro para ver a dónde llegan los tipos. Tenemos un planteamiento muy prudente como gestores de la deuda del Estado y desde el punto de vista macroeconómico. Claramente, el nivel de los tipos de interés va a ser un elemento de menor crecimiento del consumo y la inversión, pero se compensa con el crecimiento del empleo, de la renta disponible y el impulso que tiene el Plan de Recuperación sobre la inversión.

¿Cuál será el ahorro para el Gobierno de suprimir la ayuda de 20 céntimos en los carburantes?
La medida fue muy eficaz, pero es costosa y temporal porque subvencionar los combustibles fósiles no está en línea con la política de transición ecológica. Su retirada en un momento en que los precios de los carburantes han vuelto a los de antes de la guerra tiene toda la lógica para focalizar las ayudas en aquellos que más las necesitan. Pero, a pesar de las ayudas a los profesionales, la retirada va a suponer un ahorro.

 

"Es lógico que con esta recuperación hayan subido los beneficios, pero es importante que no deriven de aumentos de los márgenes, sino de mejoras de la demanda "

Se ha generado polémica sobre si las empresas han aumentado muchos sus beneficios con estas subidas de precios. ¿Cree que están siendo altos?
Sobre la evolución de los beneficios y de los márgenes tenemos distintas fuentes y las seguimos todas en nuestro análisis, aunque todas coinciden en que los beneficios desde mediados de 2021 están creciendo a tasas elevadas. Pero de ahí no se deduce que se produzca por una ampliación de los márgenes (que tendría un efecto sobre la inflación). El análisis que venimos realizando muestra que con el fuerte crecimiento de las ventas y de la demanda se ha producido una recuperación de los márgenes que tenían las empresas antes de la pandemia. Aunque hay que hacer un análisis sector por sector, porque en el agregado hay elementos que pueden distorsionar, en particular algunos energéticos como el refino que han tenido una subida de margen muy significativa y pueden distorsionar el conjunto. Es lógico que con esta recuperación hayan subido los beneficios, pero es importante que no deriven de aumentos de los márgenes, sino de mejoras de la demanda y de la eficiencia y de la productividad. Pero es importante que mantengamos unos márgenes estables y estamos haciendo el seguimiento para que esto sea así.

"Es esencial que el salario mínimo interprofesional (SMI) suba con la perspectiva de que suban todos los salarios en 2023"

¿Dónde debería situarse la subida del salario mínimo interprofesional (SMI)?
Debemos tener la perspectiva del gran avance que se ha producido desde 2018 con una subida del 36% que ha supuesto una mejora de poder adquisitivo de estos trabajadores a pesar de la inflación de este año y medio. Para 2023 el objetivo es colocar el SMI en el 60% del salario medio en España, pero como todavía no tenemos las medidas adaptadas del nivel del salario mínimo es por lo que la comisión asesora establece una horquilla de posibles subidas. Es muy importante llegar a ese 60%, pero también que el SMI ayude y sea compatible con que crezcan todos los salarios, por lo que pensamos que la subida debe hacerse con la vista puesta en el acuerdo de negociación colectiva que todavía no han cerrado los agentes sociales. Y es esencial que el SMI suba con esa perspectiva de que suban todos los salarios en 2023 y con un horizonte estable si puede ser.

¿El problema es que la comisión no ha aclarado cuál es el 60% del salario medio?
Por eso es una prorrogativa del Gobierno la decisión sobre el SMI que se hará tomando en cuenta todos los elementos, asegurando ese 60%. Aunque también es importante que esta subida del SMI facilite un acuerdo de subida salarial entre los agentes sociales que permita que todos los trabajadores vean subir su salario en 2023.

Los sindicatos se niegan a que se ligue el SMI con el acuerdo salarial.
Desde la perspectiva económica es necesario ver las cosas en conjunto. Por supuesto, en la negociación cada parte utiliza los argumentos que más le favorezcan. Pero el SMI cada vez afecta a más gente y es una referencia para los convenios, como también lo es el acuerdo de subida salarial de los funcionarios. Para nosotros es importante que haya coherencia.

CCOO ha propuesto crear un índice salarial por convenios que elabore el Gobierno. ¿Estarían dispuestos a ello?
El Gobierno ha venido tomando medidas con la lógica de un Pacto de Rentas. Sobre la propuesta de CCOO pensamos que si contribuye a llegar a un acuerdo salarial, el Gobierno está dispuesto a colaborar en lo que pueda ser útil para facilitar ese acuerdo.

Gonzalo García Andrés, secretario de Estado de Economia. Foto: Ana Beltrán
Gonzalo García Andrés, secretario de Estado de Economia. Foto / Ana Beltrán 

De los fondos de la UE del plan de recuperación, ¿cuánto dinero ha llegado a las empresas?
Se han resuelto convocatorias que están adjudicadas por valor de 23.000 millones de euros. Todas las convocatorias realizadas, no sólo las resueltas, superan los 30.000 millones y la media de convocatorias por mes supera ya los 2.000 millones. Calculamos que de media hasta 2031 -en comparación con el escenario económico sin el plan- el efecto sería de 3 puntos del PIB cada año, teniendo en cuenta los nuevos fondos de la Adenda (94.000 millones añadidos, de los que 84.000 serán préstamos). El crecimiento del 5% del PIB previsto para este año no se explica sin el plan.

¿El nivel de concurrencia a estas convocatorias está siendo alto o quedan sin cubrir?
Los proyectos beneficiarios de convocatorias son 192.000, de los cuales el 80% son empresas y hay casi 6.000 entidades locales que han obtenido fondos. Este reparto ya se está produciendo y va a seguir este año. Y no estamos viendo que haya convocatorias desiertas; al revés, vemos mucho interés. Y si en alguna detectamos menos interés rápidamente lo analizamos para entender el porqué.

¿Hay, pues, 156.000 empresas con un proyecto adjudicado?
Sí, es correcto.

Han concedido las comunidades autónomas 20.600 millones de euros para que gestionen sus convocatorias. ¿Cómo está el nivel de ejecución?
Seguimos las convocatorias territoriales y hemos visto con satisfacción que durante 2022 el ritmo ha despegado también con fuerza.

El Perte del vehículo eléctrico nos ha permitido ver algunos de los obstáculos para una ejecución de los fondos y estamos aprendiendo

¿Cuál es su análisis de los Pertes?
Se han aprobado 12 y creemos que es un gran logro haber puesto en marcha estos proyectos que son fundamentales en la ejecución del plan. De los 7.700 millones de las nuevas transferencias que vamos a recibir de la UE, el total se va a destinar a los Pertes. El del vehículo eléctrico y conectado ha sido la avanzadilla lo que nos ha permitido ver algunos de los obstáculos para una ejecución de los fondos y estamos aprendiendo para poder completarla. En este sentido, hemos solicitado a la Comisión Europea que se aligeren los procesos para la petición de ayudas de estado para que estos proyectos se hagan lo más rápido posible y con el mayor impacto posible.