Ha pasado casi un año desde que Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valencina, le pidió a Arcadi España que cambiase la Conselleria de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana por la de Hacienda para tomar el relevo de Vicent Soler. Arcadi España (Carcaixent, 1974) no lo dudó ni un segundo y asumió el encargo con absoluta lealtad a un 'president' al que ya sirvió como jefe de Gabinete en la primera legislatura del Consell del Botànic. Considerado por muchos como el principal delfín de Puig, la experiencia acumualda por Arcadi España como asesor parlamentario o como director de Gabinete en el Ministerio de Presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero le mantiene como una de las personas con mayor influencia sobre el jefe del Gobierno valenciano.
Arcadi España, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y máster en Gestión Pública, pone en valor el consenso político alcanzado en la Comunitat Valenciana para sacar adelante una reforma fiscal que beneficia al 97% de los valencianos al tiempo que echa en falta un gran acuerdo de ese estilo entre partidos y territorios de distinto signo para la reforma pendiente del modelo de financiación autonómica, que mantiene a la Comunitat Valenciana a la cola en financiación por habitante a pesar de tener un PIB por debajo de la media de CCAA. En esta entrevista con ON ECONOMIA, Arcadi España apela a "empatía" del resto de regiones para acabar con esa anomalía, urge una solución al problema de la deuda que ahoga a la Comunitat Valenciana ante la escalada de los tipos de interés y propone blindar inversiones en infraestructuras estratégicas como el Corredor Mediterráneo para que queden a salvo de los cambios que puedan darse en el Gobierno de España.
Acaba otra legislatura sin reforma de la financiación autonómica…
La solución no pasa solo por un gobierno, sino por un acuerdo de las comunidades autónomas y de las fuerzas políticas. Aunque es una necesidad imperiosa para dar estabilidad al Estado de Bienestar, tenemos que ser conscientes de que por desgracia son malos tiempos para los grandes acuerdos en este país y eso es un hándicap para reformar el modelo. Es normal que haya debates, pero debemos ser capaces todos de llegar a un acuerdo básico. Para ser justos, a diferencia de otros momentos, el Gobierno de España ha visto que no había agua para hacer una reforma en profundidad y adecuada en la piscina de otros partidos, del Partido Popular, pero ha movido ficha. Ha presentado un criterio básico y, sobre todo y más importante, ha dado liquidez a las comunidades autónomas, en especial a la Comunidad Valenciana, para incrementar el gasto en los servicios públicos fundamentales. El cambio de modelo no es tanto una lucha entre territorios, es un problema de empatía, de que hablemos de igualdad entre españoles. Ese es el planteamiento que tenemos que hacer, el de la igualdad entre ciudadanos, no el de luchas entre comunidades autónomas.
El momento actual no es propicio pero, tal y como lo plantea, parece que nunca va a ser el momento porque todos lo afrontan desde sus intereses territoriales. ¿Cree que será posible trascender esa visión?
No solo creo que sea posible, sino que creo que es necesario. Llevamos ya muchos años con el modelo caducado. Vivimos todas las comunidades autónomas a base de fondos extraordinarios y menos mal que están. Pero a medida que avance el tiempo de la consolidación fiscal, como ya está marcando la Unión Europea, la necesidad de corregir la deuda excesiva acumulada por muchas comunidades autónomas como la Comunidad Valenciana, entonces habrá que dar una solución. Espero que ahora que atravesamos otros procesos electorales este año haya un voto de confianza en los partidos políticos que quieren modificar las cosas y hacer reformas por encima de lo que son los votos coyunturales.
Dice que el Gobierno ha movido ficha, pero que el PP no ha puesto agua en la piscina. ¿Cree que esto va a pasar factura electoralmente?
Los ciudadanos valoran mucho los grandes acuerdos. La ministra ha dado pasos, pero se ha encontrado también con que al otro lado, necesario e imprescindible, al Partido Popular es un tema que no le interesa. Tampoco le han interesado mucho al Partido Popular las Comunidades Autónomas históricamente, es una evidencia de la concepción que tiene de país.
"Quienes hablan de infierno fiscal lo que quieren es un infierno social porque sin impuestos no hay Estado del Bienestar"
¿Al PP no le interesa reformar financiación autonómica?
Cuando era presidente de la Xunta de Galicia, el propio Feijóo decía unas cosas de financiación y ahora parece que se le han olvidado. No mantienen un discurso uniforme y en cada sitio donde van dicen lo que quieren escuchar. En realidad no creo que crean en el Estado autonómico, no es un tema que les interese mucho.
Sí dependía solo de la ministra de Hacienda habilitar un Fondo Transitorio de Nivelación como el que pide a la Comunidad Valenciana. El aumento de recursos o los fondos extra solucionan un año, pero no resuelven el problema estructural. ¿Cree que María Jesús Montero ha hecho todo lo que podía para resolver esa anomalía?
La ministra ha garantizado lo más importante, la liquidez de las comunidades autónomas con los fondos covid y el propio FLA. Son fondos extraordinarios, pero que nos han permitido afrontar un momento muy difícil y e incrementar el volumen de gasto en los servicios públicos fundamentales. Pero nosotros no queremos vivir de fondos excepcionales, queremos vivir con unas reglas tranquilas, predecibles y que nos permitan a todos tener estabilidad en los recursos que vamos a ir percibiendo.
Pero la ministra ni siquiera ha respondido a las alegaciones de las CCAA a su propuesta de reforma...
Ella sabe nuestra posición. El modelo que defiende la Generalitat Valenciana no ha sido un modelo para la Comunidad Valenciana, sino un modelo desde la Comunidad Valenciana. Estamos dispuestos a debatir, a saber que tenemos que ceder, que el modelo de financiación no solo tiene que beneficiar a la Comunidad Valenciana, sino que tiene que ser justo. Nunca hemos estado en esa actitud, pero otros territorios están en la actitud de pedir '¿qué hay de lo mío?'.
¿El resto de territorios tiene claro la anomalía que supone el caso de la Comunidad Valenciana, que siendo una comunidad que está por debajo del PIB medio, está infrafinanciada?
Creo que todos lo saben porque todos los expertos lo han dicho. En el último Consejo de Política Fiscal y Financiera les pedí a todos empatía. El debate hay que elevarlo y pensar no solo en el corto plazo y no sólo en los intereses concretos de un territorio, sino el de la globalidad.
La subida de los tipos de interés va a encarecen inevitablemente el coste de la deuda valenciana, ¿hasta cuándo se puede posponer la solución a este problema?
Estamos llegando al límite. Con la subida de tipos de interés, los plazos para solucionar el problema se acortan por una cuestión de estabilidad financiera. Hay estudios que apuntan que más del 70% de la deuda que tiene la Comunidad Valenciana es imputable a un sistema de financiación que no nos ha tratado de forma justa. Es un hecho objetivo. Aquí nos hemos tenido que endeudar para sostener y mejorar los servicios públicos fundamentales. Pero es verdad que no se puede vivir con ese volumen de deuda sine die. Hay que poner mecanismos de solución. No tiene sentido cambiar el modelo de financiación si no se soluciona la bolsa de deuda de algunas comunidades autónomas para volver a la normalidad financiera. Se llame quita o reestructuración, pero hay que darle una salida. Queremos volver a la normalidad y nos gustaría volver a los mercados.
"El cambio de modelo de financiación no es tanto una lucha entre territorios, es un problema de empatía y de igualdad entre españoles"
Ya hay comunidades que pueden financiarse en los mercados con colocaciones de deuda sostenible, un escenario de ciencia ficción para la Comunitat Valenciana. Esta falta de autonomía financiera, unida a la insuficiencia de recursos, ¿no es una anomalía que se acepta con demasiada naturalidad?
Salir al mercado es un elemento de realidad financiera, de hacer los deberes bien y tener unas cuentas saneadas. Por supuesto que me gustaría un nivel de deuda y déficit más bajos, pero tengo que ser realista. La prioridad tiene que ser garantizar los servicios públicos fundamentales. Las comunas autónomas tienen que tener una mayoría de edad financiera y no vivir solo de mecanismos extraordinarios. Ese es el camino que se tiene que emprender en los próximos años. Hay veces que la realidad fuerza a la voluntad y, con el nivel de deuda de algunas con las autónomas y los tipos de interés y los años que lleva caducado el modelo, estoy seguro de que esa realidad obligará a mover ficha a algunos actores políticos fundamentales para esta reforma.
La cuestión es que hoy en día hay comunidades privadas de autonomía financiera...
Este país tiene motor francés y carrocería alemana. Una carrocería institucional federal, con landers, aquí Comunidades Autónomas con un amplio abanico de competencias y de gasto, pero el motor, en Madrid, es un motor jacobino. Estamos en esa tensión que todavía no se ha resuelto bien en este país entre esa arquitectura institucional muy descentralizada y esa inercia que todavía queda de un Estado más centralista. La autonomía y la descentralización es inteligente, más que el centralismo. En países muy descentralizados como Alemania hay un sentimiento de pertenencia muy grande y un funcionamiento económico y político muy positivo. Alemania es un buen espejo para mirarse.
Qué pide la Comunitat Valenciana, ¿quita o reestructuración muy muy profunda?
Estamos dispuestos a hablar cuál es la mejor solución, que no sólo es para la Comunidad Valenciana, sino para otras comunidades como Catalunya, que también tiene un alto nivel de endeudamiento. Estamos dispuestos a ver cuál es el mecanismo que conjuga los intereses también de todos los territorios y del Gobierno de España para lanzar a los mercados un mensaje de estabilidad. Lo que nos interesa es la solución; el camino se puede discutir con otros territorios.
¿Una quita es políticamente realista? ¿La aceptarían todas las CCAA?
La clave es por qué nos hemos endeudado tanto. Durante muchos años aquí hubo gobiernos que despilfarraron centenares y miles de millones de euros de todos los valencianos e incrementaron la deuda de una forma exponencial. Eso, como territorio, es nuestro. Uno tiene que asumir lo que es la historia de sustitución y las acciones, aunque no las haya hecho uno. Pero es verdad que hay una parte de la deuda contrastable, científica y técnicamente, que no se debe a una mala gestión de los recursos públicos, sino a un modelo que perjudicaba. Y no había otra alternativa que incrementar la deuda porque la alternativa no podía ser cerrar servicios públicos. Desde luego que planteamos la necesidad de una reestructuración o una quita o una combinación de ambas. Estoy convencido de que eso es entendible, defendible, explicable y asumible también por otros territorios.
"España tiene una carrocería institucional federal pero un motor jacobino de Estado centralista"
¿Cree que lo aceptaría, por ejemplo, la Comunidad de Madrid?
Es aceptable siempre que tu interlocutor esté en la realidad. Si tu interlocutor no está en la realidad, siempre es difícil un acuerdo para esto o por cualquier otra cosa.
La vuelta de las reglas fiscales coge a la Comunitat Valenciana con un déficit del 3,3% y la AIReF ha previsto este año otro 1,5% de déficit, ¿cómo lo van a hacer para cumplir con el nuevo marco fiscal?
Necesitamos la colaboración y ayuda no sólo de Europa a la hora de establecer el calendario de consolidación fiscal, de una forma flexible, porque no es un solo problema de la Comunidad Valenciana. Los propios Estados miembros han tenido que endeudarse y gastar mucho en una respuesta keynesiana y positiva para salvar a la economía europea. Creo que ahí se llegará a acuerdos para establecer sendas razonables de consolidación fiscal a nivel europeo y a nivel de país. Estoy convencido de que no se va a dejar caer a ninguna comunidad autónoma.
Para una comunidad infrafinanciada como la valenciana, la única alternativa es endeudarse para mantener el gasto o permitir el deterioro de los servicios públicos. Ustedes han optado por lo primero, ¿pero no hay margen para recortar gasto improductivo?
Aquí no sólo se ha incrementado la inversión pública en el Estado del Bienestar, se han solucionado problemas heredados con un alto volumen de deuda. Trabajamos todos por un margen de mejora, pero se puede ver claramente en todas las cuentas que el gasto se ha destinado a la parte de sanidad, educación y políticas inclusivas.
¿Se ha convertido en estructural el gasto extra de las medidas para compensar el impacto de la pandemia y la guerra como alertan algunos expertos?
Es verdad que hay determinadas dinámicas que han hecho que una parte de un gasto que era extraordinario tenga la tentación de que de que se convierta en estructural. Pero esa no es la línea. Tenemos que ser conscientes de que los recursos que vienen de unos fondos determinados que son puntuales para solucionar algo.
El déficit, pero sobre todo la elevada deuda, es un problema compartido sobre todo con Catalunya, ¿se plantean una posición común para reclamar que se resuelva? ¿Les favorecería adoptar una posición común o ir de la mano para pedir una solución a la deuda?
No creo que sea sólo una cuestión de las comunidades autónomas a las que el sistema no nos ha tratado bien y que tenemos elevados volúmenes de deuda. Cualquier ciudadano que crea en la igualdad tiene que estar a favor de cambiar eso. Sería importante que Catalunya se incorporara con normalidad al debate, que es normal que exista en este país. Catalunya tiene que participar, el problema es que hemos tenido también un elemento a la hora de frenar la reforma del modelo de financiación, que una parte, un gobierno, se quería borrar de cualquier debate. Eso ha afectado obviamente al retraso en la reforma del modelo, porque España necesita Catalunya y Catalunya necesita España en muchísimos aspectos y en la financiación autonómica también. Es imprescindible la vuelta progresiva de Catalunya a la normalidad y a los debates de Estado.
¿Hasta qué punto le vendría bien a la Comunitat Valenciana la presencia de Catalunya en los foros multilaterales de discusión sobre financiación?
Nos vendría bien a todos que los partidos políticos que ahora tienen la responsabilidad del Gobierno de Catalunya participaran en debates que son positivos para todos. Lo peor de todo es no querer estar presente en esos debates. Lo primero para ponerte de acuerdo es querer estar sentado en una mesa para poder debatir y esa ausencia durante un tiempo no ha sido positiva, ni para Catalunya ni para el resto de comunidades autónomas y el conjunto de este país.
Además de la deuda y la financiación, otro problema compartido es el déficit en infraestructuras, con el Corredor Mediterráneo como gran exponente, ¿cree que reforzar los lazos comunes les ayudaría a resolver esos problemas compartidos?
Totalmente. El movimiento de los empresarios valencianos reclamando el corredor ha sido positivo porque se han acelerado las inversiones. Como mensaje de unidad, me parece positivo que a la última reunión acudiera el presidente de la Generalitat de Catalunya, porque este es un proyecto europeo imprescindible. Los ciudadanos y las empresas de Catalunya necesitan tanto el Corredor Mediterráneo como los de la Comidad Valenciana, Murcia o Andalucia. Actuemos en consecuencia, estemos en los foros y reclamemos inversiones justificadas en la necesidad y no en ningún victimismo.
"La ausencia de Catalunya del debate de la financiación no ha sido positiva ni para ella ni para el resto de CCAA"
Lo que los empresarios hacen ahora con naturalidad, en el ámbito institucional durante muchos años no ha sido posible porque en algunos sectores aún genera recelo o rechazo una colaboración con Catalunya en comparación con otra comunidad, ¿ha cambiado esa situación, existe una sensibilidad distinta?
Muchísimas empresas valencianas tienen intereses muy grandes y operan con normalidad Catalunya y al revés. La colaboración empresarial es un hecho. No he escuchado ninguna declaración de ningún gran empresario ni pequeño empresario en contra de Catalunya, es un criterio antiguo; ha existido en antigüedad, pero creo que eso está superado. Creo que todos somos conscientes de que nos necesitamos, que somos comunidades vecinas que tenemos que colaborar, que tenemos muchos intereses y lazos culturales y es buena esa colaboración. En un mundo que cada vez hay menos fronteras, no tenemos que ponerlas. Y desde luego los que menos quieren fronteras son los empresarios, los buenos empresarios.
Bono para comprar alimentos, ayudas para pagar la hipoteca, deflactación de los tramos más bajos del IRPF... ¿Ximo Puig hace en la Comunitat Valenciana lo que a nivel nacional parece imposible?
Cada administración en función de su marco competencial busca las vías de complementar algunas ayudas. Es verdad que aquí hemos conseguido que la reforma fiscal, que beneficia al 97% de los valencianos y se concentra en las rentas de menos de 30.000 euros, se haya aprobado por unanimidad en las Cortes Valencianas, esa palabra que parece que no existe que el diccionario de los políticos. En la Comunitat Valenciana el debate político se mantiene dentro de la normalidad con sus tensiones, pero hemos conseguido acuerdos muy importantes entre los partidos y se ha trabajado mucho el diálogo social.
Otra de las asignaturas pendientes que deja Montero es la reforma fiscal que tantas veces ha reclamado Ximo Puig. Mientras la Comunitat Valenciana ejerce la mayor presión fiscal sobre las rentas altas, Ayuso acaba de anunciar otra bajada del IRPF en la Comunidad de Madrid. El dumping existe y sigue sin abordarse…
Totalmente. Es un elemento de distorsión de la igualdad. Hay una competencia fiscal a la baja en algunos territorios que es perjudicial para el Estado del Bienestar. El modelo de Madrid es de menos servicios públicos y de menos calidad y los ciudadanos tienen que gastar dinero en recibir prestaciones que en otros territorios son públicas. No compartimos ese modelo, el nuestro es de servicios públicos fuertes con un modelo fiscal adecuado. Los que hablan de infierno fiscal lo que quieren es un infierno social, porque sin impuestos no hay Estado del Bienestar. La cuadratura del círculo que algunos nos quieren vender no existe. Eso no significa que los impuestos no tengan que ser progresivos y justos. En la Comunidad de Madrid y también la derecha en la Comunitat Valenciana mantiene ese debate entre impuestos sí o no, pero impuestos no es no a la educación y la sanidad públicas o a la seguridad. Nosotros planteamos impuestos adecuados y progresivos. Además de eso, en los últimos días han venido a Valencia empresas residenciadas en Madrid, como PowerCO (Volkswagen) o Ford. Si esto esto fuera un infierno fiscal, no sería lógico.
Pero ese cambio no tiene una gran repercusión fiscal...
También es simbólico, es un elemento de confianza en un territorio. Si tan mal se está en la Comunitat Valenciana, no entiendo cómo viene tanta gente a vivir e invertir. Creo que la realidad les molesta a algunas personas.
¿Por qué el PSPV le han impuesto a Compromís una moratoria hasta 2025 de los nuevos impuestos ambientales como el de grandes embarcaciones o superficies comerciales?
Todos estamos de acuerdo en que hay que avanzar en la fiscalidad verde. Pero esos cambios han de venir de forma progresiva y de acuerdo con las necesidades de la economía en cada momento. No soy partidario de los saltos, sino de caminar poco a poco hasta el objetivo. Cuando uno da un salto, suele caerse. Aquí tratamos de ir progresivamente, con acuerdos y sin hacer ruido.
"Al Partido Popular no le interesa la reforma de la financiación autonómica. Son malos tiempos para los grandes acuerdos en este país"
En pocas semanas cumple un año como conseller…. ¿Qué nota se pone?
No soy de ponerme notas. Si he dejado las cosas un poco mejor de lo que me las encontré cuando acabe esta etapa, me daré por satisfecho y aprobado. La nota siempre me la ponen otros en la vida.
Habla como si hubiera cerrado una etapa...
Porque en política uno siempre depende, sobre todo en el cargo de conseller, de la decisión que tome el presidente de la Generalitat Valenciana. Cuando vuelva a ganar las elecciones, el presidente Ximo Puig decidirá quién quiere que continúe en cada una de las consellerias.
¿Se ve como conseller de Hacienda en la próxima legislatura o ya ha tenido bastante?
A mi me gustaría ayudar siempre, estaré donde quiera el presidente de la Generalitat. No tengo planes más allá del 28 de mayo.
¿Se ve negociando otro presupuesto con Compromís y Unides Podem?
Me gustaría tener un nuevo presupuesto bueno para los valencianos y, por supuesto, negociar con estos socios de Gobierno.
Una de las cuestiones que quedarán pendientes esta legislatura es la Ley de Eficiencia en el Gasto impulsada por usted y que la AIReF pone como ejemplo de buena iniciativa, ¿qué pretende con esta ley?
Se han hecho muchas cosas para optimizar el gasto público como la compra centralizada. Pero ahora tenemos que afrontar con más firmeza un cambio cultural muy importante. El éxito o fracaso de muchas políticas se centra en el grado de ejecución presupuestaria. Es verdad que en muchos ámbitos se necesitan más recursos, pero creo que todos los gestores públicos tienen que hacerse la pregunta de si están exprimiendo bien los recursos presupuestarios de los que disponen. Hay que elevar el nivel a que sea una ley que establezca no solo la evaluación de políticas públicas, también la de incorporar a la cultura de cualquier gestor que el dinero público hay que cuidarlo más que el resto. Se trata de gastar mejor.
También ha quedado pendiente la Ley del Sector Público. El Consell del Botánic no ha logrado liquidar entes que están en extinción desde la etapa de Alberto Fabra y, además, ha creado nuevos entes públicos. ¿Cómo se justifica con el estado de la Hacienda valenciana?
Sí que se han suprimido algunas fundaciones. Los instrumentos son de gestión normales que tienen como fin prestar un mejor servicio. La Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias es una forma de optimizar la gestión. Si la mejor forma jurídica de prestar un servicio es una entidad pública empresarial, estoy de acuerdo en que vaya adelante. Si está bien gestionado, el sector público es positivo. Una de las cuestiones fundamentales a incorporar en esa Ley de Eficiencia será la reestructuración del sector público instrumental de la Generalitat Valenciana.
Las encuestas apuntan que la Comunitat Valenciana va a ser un territorio clave para el reparto de fuerzas el 28M, ¿cree que todo está tan abierto como señalan los sondeos?
Las encuestas son casi un partido político más; se hacen, se filtran y juegan su papel. Las encuestas son estados de ánimo en cada momento, más allá de la cocina intencionada o no que siempre hay detrás. Creo que nunca hay nada ganado, pero hay que pelearlo hasta el último momento. Desde mi punto de vista, hay razones para el optimismo en el PSPV. Pocas veces sucede un político como Ximo Puig, que ha abierto las fronteras de su espacio ideológico natural porque ha gobernado para todos.