Ulma y Orona han puesto fin a su participación en la Corporación Mondragón este viernes, abandonando el grupo con el aval de sus socios. La Corporación Mondragón es un sociedad cooperativa de empresas con importante presencia en el norte de España, siendo el mayor grupo empresarial del País Vasco y el décimo de España. Hasta ahora, la Corporación contaba con 95 cooperativas y más de 80.000 trabajadores. Tras la decisión de Ulma y Olona, Mondragón se queda sin dos de sus principales motores económicos, que se llevarán más de 1.700 millones de euros de facturación y más de 10.000 trabajadores con ellos.
Los socios del Grupo Ulma han decidido este viernes abandonar la Corporación Mondragón, una propuesta avalada por el 80% de los votos en la Asamblea Extraordinaria celebrada en San Sebastián, donde estaban llamados a participar sus 2.789 socios. Las nueve cooperativas que conforman Ulma han votado a favor de abandonar la Corporación, según han informado fuentes de la empresa guipuzcoana a EFE. Del mismo modo ha ocurrido con los socios de Orona, otra empresa emblemática de Mondragón, que también han acordado salir del gigante vasco con un porcentaje del 72% en la votación en la que han participado sus 1.750 socios.
Las asambleas generales de ambas cooperativas se celebraban desde las 10.30 de este viernes. Ulma ha explicado en una nota oficial que "el acuerdo consiste en acordar la baja de las cooperativas de Ulma en Mondragón", pero pide al consejo rector que siga "promoviendo colaboraciones futuras" con la corporación para el desarrollo del movimiento cooperativo. La propuesta del grupo, que también compartía Orona, consistía en establecer una nueva figura, la de la 'cooperativa convenida', que le permitiese mantener relación con la Corporación Mondragón, pero sin pertenecer a ella, un planteamiento que no fue avalado por el último congreso de Mondragón.
Lander Diaz de Gereñu, presidente del grupo, ha señalado que "hemos recibido un mandato claro: somos parte del modelo de éxito que representa el modelo cooperativo vasco. Y vamos a defender y apoyar siempre sus valores". El presidente de Ulma ha destacado sorbre la futura relación con Mondragón que seguirán ofreciendo su "máxima disposición para trabajar de la mano en todas aquellas acciones que redunden en el beneficio del modelo de éxito que representamos todos".
La escisión deja a Mondragón sin el 15% de las ventas totales
Se trata de una ruptura crucial para Mondragón, pues ambos socios suponen el 15% de las ventas, el 13% del empleo y hasta el 28% del resultado total del grupo vasco. Según Iñigo Ucín, presidente de la corporación, esperan alcanzar en 2022 los 12.000 millones en ventas, superando los 6.500 millones en el área industrial, con un incremento total del 14,2%. Un área donde Ulma y Orona tienen gran presencia. Ucín se había mostrado reticente a la división en los útlimos días, considerando que "juntos irá mejor", aunque también ha insistido en que Mondragón va bien con ellos y también irá bien sin ellos pese al indudable peso de ambas cooperativas en la división industrial.
Entre los dos grupos suman 1.786 millones en ventas sobre el total de 11.400 millones que facturó Mondragón en 2021. Además representan el 50% de los beneficios de la división industrial de la corporación, con 172 millones de euros, y el 30% del empleo, con 10.842 personas.
El conflicto entre los dos grupos de cooperativas que han protagonizado la escisión, ubicadas en las localidades de Oñate y Hernani, y el grupo Mondragon no es nuevo, sino que las disputas se iniciaron el pasado 15 de noviembre, tras el Congreso celebrado por la Corporación. Un evento en el que debía tratarse la iniciativa presentada por Ulma y Orona, donde solicitaban un nuevo marco de relaciones, con un menor grado de adhesión a Mondragón.
Ambos grupos proponían crear la figura de cooperativa convenida. Con ello, pretendían desvincularse del cumplimiento de las normas de Mondragon y de la obligación de participar en los mecanismos de intercooperación y solidaridad, a través de los cuales los grupos adheridos ceden un 10% de los beneficios para afrontar determinados problemas que presenten las cooperativas. Ahora, con la decisión de separarse por completo de la Corporación, Ulma y Orona dejan huérfano a uno de los mayores grupos cooperativos del país, llevándose consigo 1.700 millones en facturación anual y un total de 10.000 trabajadores.
En cuanto a las reacciones políticas, el Gobierno vasco se ha mantenido al margen de la decisión tomada por Ulma y Orona y ha manifestado "respeto" a la decisión de los cooperativistas. Por su parte, la consejera de Desarrollo Económico del País Vasco, Arantxa Tapia, reivindicó este viernes la importancia de mantener un grupo cooperativo fuerte.