Desde que el empresario multimillonario Elon Musk desembarcó en Twitter como elefante en cacharrería, la red social del pajarito anda revuelta. Después de despedir de mala manera a la mitad de los 7.500 empleados y provocar una dimisión en masa, Twitter tiene previsto relanzar mañana su cuestionado sistema de verificación de identidad de cuentas, conocido como "Twitter Blue", por el que los usuarios tendrán que pagar 8 dólares al mes y 11 dólares si lo solicitan para dispositivos de Apple.

"Estamos relanzando '@TwitterBlue' el lunes: suscríbete en la web por 8 dólares al mes o en iOS por 11 dólares al mes para obtener acceso a funciones exclusivas para suscriptores, incluida la marca de verificación azul", reza un tuit emitido por la cuenta oficial de la compañía. Así, ha detallado que esta insignia será reemplazada por una de color dorado para empresas, mientras que posteriormente se agregará una gris para organizaciones "gubernamentales y multilaterales". La insignia azul será otorgada a suscriptores "una vez haya sido revisada la cuenta".

Estos usuarios, según la empresa, recibirán menos publicidad, sus tuits tendrán prioridad frente a los mensajes de cuentas sin verificación y podrán postear vídeos de mayor duración en sus cuentas.  Los suscriptores podrán además editar sus tuits, publicar vídeos de mayor calidad, un modo de lectura y cambiar su nombre en Twitter y mostrar su nombre o foto de perfil, si bien ha matizado que "si lo hacen, perderán temporalmente la insignia azul hasta que su cuenta sea revisada de nuevo".

"Gracias por vuestra paciencia mientras trabajamos para mejorar Blue. ¡Estamos emocionados y esperamos compartir más con vosotros, pronto!, escribía la empresa en otro tweet. 

Se trata del segundo intento de Musk, de relanzar este producto, que bajo la anterior dirección se otorgaba de manera gratuita. El pasado noviembre, Musk canceló la marca de verificación pocas horas después de su lanzamiento y cuando ya lucía en perfiles de empresas, entidades gubernamentales y personalidades. Tras su eliminación, Musk escribió en su perfil: "Tengan en cuenta que Twitter hará muchas tonterías en los próximos meses. Nos quedaremos con lo que funciona y cambiaremos lo que no".

Lo cierto es que fue un rotundo fracaso, y en ese primer intento de Twitter, el distintivo acabó luciendo en cuentas falsas y en perfiles que comenzaron a diseminar desinformación y mensajes de odio.  El sistema de verificación anterior a la llegada de Musk fue creado en 2009 con el fin de garantizar que detrás de cuentas influyentes se encontraba la persona o institución que ésta decía ser.

Incentivos a anunciantes

Twitter está ofreciendo fuertes incentivos a los anunciantes para que aumenten su gasto en la plataforma, después de que muchas empresas hayan optado por suspender su publicidad en la red social a raíz de los cambios introducidos desde su adquisición por parte de Elon Musk. Según The Wall Street Journal, Twitter ha llegado a ofrecer a anunciantes que se comprometan a gastar al menos 500.000 dólares en publicidad un espacio publicitario por otro medio millón de dólares de forma gratuita.

El plan de la compañía incluye también promociones de este tipo, aunque con porcentajes menores, para anunciantes con inversiones más pequeñas, según un correo electrónico visto por el diario, que afirma que la oferta es válida para operaciones que se cierren hasta el final de este año. Desde la compra por parte de Musk, muchos anunciantes han optado por reducir o detener su gasto publicitario en la plataforma ante los continuos vaivenes en la gestión y el miedo a que sus promesas de una menor moderación de contenidos pudiesen terminar por dañar sus marcas.

El sistema de cuentas verificadas de pago, que hoy se pone en marcha, también ha espantado a algunas compañías, que han visto cómo algunos usuarios usaban ese mecanismo para suplantar su identidad. A finales de noviembre, y según la cadena pública de radio estadounidense NPR, la red del pajarito había perdido ya a 50 de sus 100 principales anunciantes, que solo este año habían gastado 750 millones de dólares.

Esta semana, el propio Musk aseguró que Apple -la mayor empresa estadounidense por capitalización bursátil- había "amenazado" con retirar también su publicidad y con eliminar la aplicación de Twitter de su tienda de aplicaciones. Sin embargo, Musk aseguró haber mantenido una buena conversación con el principal ejecutivo de la tecnológica, Tim Cook, en la que se aclararon varios "malentendidos", incluido el de la retirada de Twitter de la App Store.

Bruselas controla los contenidos

Los movimientos de Musk en Twitter son vigilados de cerca también por las autoridades. La Unión Europea ha avisado recientemente que controlará los contenidos de odio y desinformación de la red y que si no cumple, la cerrará.

Concretamente, el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, reclamó al flamante propietario de la red social que la compañía destine "bastantes recursos humanos" para cumplir con las nuevas reglas de la Unión Europea sobre control de contenidos. "Twitter tendrá que implementar políticas transparentes a los usuarios, reforzar significativamente la moderación de contenidos y proteger la libertad de expresión, abordar la desinformación con determinación y limitar la publicidad dirigida. Todo eso requiere bastante inteligencia artificial y recursos humanos", afirmó Breton en una conversación telemática.