Telefónica inicia una nueva etapa con el negocio de Latinoamérica en el punto de mira. Su división Hispam, que incluye a las 8 filiales del grupo repartidas por diferentes países de Latinoamérica (exceptuando Brasil), ha lastrado las cuentas del grupo con una caída de ingresos en los nueve primeros meses de 2023. Desde la compañía se abren a posibles desinversiones en dichos mercados o alianzas estratégicas de coinversión con otros grupos, como ya se ha hecho anteriormente.

La compañía que dirige José María Álvarez-Pallete ha marcado las líneas estratégicas de su nuevo plan para los próximos cuatro años, siendo la generación de caja, la reducción de deuda y el mantenimiento de su atractivo dividendo los pilares fundamentales. En este proceso, el ahorro de costes será esencial para aumentar los ingresos y llegar a los objetivos previstos.

Asimismo, el presidente ejecutivo de la teleco quiso remarcar la importancia estratégica de la compañía tras la entrada de STC en su capital y el interés del Gobierno en hacerse con una participación. Un mensaje en el que abogó por la "desregulación completa" del sector para "competir en igualdad de condiciones". Más allá de los movimientos corporativos, todavía hay incógnitas en torno a una parte de su negocio que serán clave en los próximos ejercicios.

Una de ellas es qué pasará con las filiales que tiene Telefónica en territorios latinoamericanos, que suponen el 19% de la facturación del grupo. Es probable, para mantener la retribución al accionista durante los próximos años, generar más caja (5% de caja operativa y por encima del 10% para la generación de flujo de caja) y reducir la deuda tenga que vender parte de sus activos. Además, una vez finalizada la OPA sobre su filial alemana por casi 2.000 millones para hacerse con el control total de la firma, Telefónica da por concluidas "sus mayores exigencias de inversión".

Las participaciones de Telefónica en Hispam a la venta

En este sentido, la compañía no cierra la puerta a la venta de participaciones que posee en las diferentes filiales que tiene en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela. Así lo hizo saber Laura Abasolo, directora general financiera (CFO) de Telefónica, durante el Día del Inversor celebrado este miércoles. La directiva expuso a los inversores y analistas que las filiales están abiertas a "opcionalidades estratégicas para cristalizar valor", puesto que son sociedades separadas del core del grupo en el que se centrarán los próximos años.

Mientras que Telefónica centra esfuerzos en España, Alemania, Reino Unido y Brasil, Hispam queda relegada a un segundo plano. Es por ello que Abasolo aseguró que entre las oportunidades para las 8 filiales pueden pasar tanto por procesos de consolidación con otras operadoras del sector, como por la desinversión en las mismas o las alianzas de coinversión. No sería la primera vez que ocurre, puesto que ya se han dado acuerdos de este tipo en empresas de fibra en Chile, Perú o Colombia con el fondo KKR.

También existen ejemplos como también ocurrido en Colombia, donde Telefónica ha creado junto al grupo Millicom la empresa independiente NetCo. Una nueva sociedad que integrará las redes de acceso móvil de Movistar y Tigo, después de haber recibido el visto bueno de los reguladores recientemente. Con este tipo de operaciones, Telefónica busca destinar menos recursos del grupo a las filiales y que puedan generar ingresos sin demandar tanto gasto, ya que lastran las cuentas de la matriz y su valoración bursátil. 

En este sentido, la compañía ha señalado que lleva reduciendo la exposición a Latinoamérica desde los últimos cuatro años. En la presentación a los inversores, la CFO de Telefónica explicó que el capital invertido entre diciembre de 2019 y septiembre de 2023 se ha reducido un 26%. Asimismo, el nuevo plan estratégico plantea una nueva reducción de la inversión del 15% hasta 2026.

Los ingresos caen un 4,4%, afectados por Chile y Perú

En cuanto a los resultados, Telefónica ha registrado un aumento de sus ingresos en conjunto, pero su beneficio ha caído entre enero y septiembre, entre otras cosas, por el deterioro del negocio en Reino Unido y por la caída de ingresos en Latinoamérica. Mientras que la facturación de sus principales mercados sube, especialmente en Brasil (+9,3%), la de Hispam ha caído un 4,4% en comparación con los nueve primeros meses de 2022.

De este modo, la unidad de Hispanoamérica generó 6.727 millones de euros de ingresos, en un contexto de reducción de exposición en la región e impactados por la competencia en los mercados de Chile y Perú. Según explica la empresa, la menor venta de terminales también ha afectado al negocio.

Si se observan los datos del tercer trimestre, los ingresos descendieron hasta los 2.238 millones, lo que supone un 10,8% menos que en 2022. En cuanto al oibda de Telefónica en la región, también cayó, en este caso, un 24,9%, hasta los 1.198 millones. Por contra, Hispam redujo la inversión en capital (capex) un 19,8% en comparación con el año pasado, hasta los 528.000 euros.

Por países, Chile redujo sus ingresos un 0,3% en el tercer trimestre, mientras que su oibda disminuyó un 25,9%; en Perú, la situación económica afectó a la demanda interna, algo que, junto a "un entorno competitivo muy agresivo" tanto en fijo como en móvil, supuso una caída de los ingresos del 9,3% en el tercer trimestre, mientras que el oibda bajó un 29,4% interanual.

Por su parte, en Colombia, los ingresos por servicio crecieron un 6,6% interanual y el oibda disminuyó un 35,3%. Asimismo, en México, los ingresos se redujeron un 4,4% interanual por la menor venta de terminales y de tarifas interconexión, pero su oibda creció un 66,9%. Argentina pone la nota positiva, con un incremento de los ingresos interanual de hasta el 114,8% y del 139,2% del oibda.

Cabe destacar que Telefónica ya ha tenido que salir en ayuda de Hispam para sanear sus cuentas. En marzo tuvo que realizar una ampliación de capital de 380 millones de euros por la situación negativa de la división para hacer frente a sus pagos a corto plazo. Una inyección de dinero que se sumó a los 1.192 millones de euros de la ampliación de capital por el mismo motivo en 2022.