Los augurios de una caída de los ingresos se han cumplido en Siemens Gamesa. La compañía, que hace apenas dos semanas aprobó su exclusión definitiva de la Bolsa nacional, acaba de anunciar unas pérdidas de 884 millones de euros entre octubre y diciembre de 2022, el que para la firma de aerogeneradores es el primer trimestre fiscal. La caída de los beneficios es el doble de la que la compañía firmó en el mismo periodo del año pasado, cuando Siemens Gamesa se apuntó unas pérdidas de 403 millones de euros.

En esta ocasión, la compañía, que a finales del pasado ejercicio salió del IBEX 35, ha informado de que sufrió el impacto de la inflación, la cual se extrapoló a los costes de los materiales. Además de ello, Siemens Gamesa ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que también le repercutió la introducción de la nueva capacidad de fabricación y la ejecución de proyectos terrestres onerosos.

Pese a que los datos no son favorables, Siemens Gamesa ha logrado elevar las ventas en su primer periodo fiscal cerca de un 10%. Aún ello, la situación no es la mejor para una compañía que ha tenido la sombra de la OPA durante varios meses, y que ha acabado con la exclusión total del mercado de valores.

Varios fallos en determinados componentes

La firma ha destacado a la CNMV que “detectó una tendencia al alza” de la tasa de fallos de determinados componentes, lo que trajo consigo unos mayores gastos de mantenimiento de servicio y garantía más altos de lo estimado previamente. La compañía, que ha indicado que esta situación afectó principalmente en su división de servicios, asegura que ya está implementando medidas de mitigación para reducir al máximo futuros impactos.

La compañía informó el pasado 19 de enero de que en sus cuentas correspondientes al primer trimestre – las actuales – incluiría el impacto de 472 millones de euros en el resultado neto de explotación debido a que la empresa detectó fallos en su flota instalada.

Una firma deteriorada por la coyuntura económica

Siemens Gamesa es una de las firmas que, durante el transcurso del anterior ejercicio, notó más fuertemente el impacto de la escalada de los precios. Es evidente que el alza de los costes de los materiales, unido a los problemas en la distribución de piezas, han afectado de lleno sobre las cuentas de una firma que, hoy por hoy, “tiene mucho trabajo por delante para estabilizar el negocio y volver a la rentabilidad”, tal y como ha expresado Jochen Eickholt, CEO de Siemens Gamesa.

El resultado neto de explotación reportado (EBIT) del grupo fue de -878 millones de euros, mientras que el EBIT pre PPA y antes de costes de integración y reestructuración se situó en -760 millones, con un margen Ebit del -37,8%. A 31 de diciembre de 2022, la deuda financiera neta de Siemens Gamesa se situó en 1.925 millones de euros.

Durante el primer trimestre de su ejercicio fiscal, Siemens Gamesa firmó nuevos pedidos por valor de 1.609 millones de euros, cifra un 35% inferior a la del mismo periodo del año anterior. Su cartera de pedidos cerró 2022 en 33.698 millones de euros.

El pasado ejercicio fue complejo tanto para la antigua Gamesa como para la matriz alemana, Siemens Energy, la cual tuvo que emitir y vender 1.000 millones como deuda convertible en acciones de la compañía. Es decir, la matriz financió la OPA con deuda. La resolución de esta operación fue la adquisición total de Siemens Energy, la cual trajo consigo la salida total de Siemens Gamesa de la Bolsa nacional, tal y como lo aprobaron en la Junta General Extraordinaria de accionistas del pasado 25 de enero.