Santander se cubre con 475 millones de euros en Brasil, donde acumula una oleada de denuncias de sus trabajadores, que acusan al banco de “explotar” a la plantilla por haberles hecho trabajar algún sábado sin cobrar o restarle del salario las horas en las que pararon su jornada laboral para ver jugar a su país durante el mundial de Qatar. El Banco que preside Ana Botín realiza desde siempre provisiones millonarias en el país carioca, donde son muy habituales los líos laborales, pero en los seis primeros meses del año las ha disparado en casi un 60%, de hecho, se trata del año que más provisiones realiza en este mercado desde 2019. Fuentes financieras explican que estas provisiones también se han disparado después de que el pasado mes de junio Santander perdiera un litigio fiscal con las autoridades de Brasil.

Brasil era hasta el año pasado el primer mercado para Santander por beneficios, pero este 2023 le ha adelantado España, que se ha visto favorecido por el contexto de subidas de tipos. Aquí ha ganado 1.132 millones y allí 823 millones. Su resultado en el mercado brasileño ha caído un 40% en el último año, si bien, el banco está sufriendo en el país un problema de morosidad que ya alcanza el 7%. Tanto es así que la entidad ha disparado también las dotaciones para insolvencias, es decir, el colchón que tiene para hacer frente a los préstamos que no pagan sus clientes, que asciende a 2.163 millones.

En plantilla, sin embargo, Santander Brasil más que duplica a Santander España con 58.505 trabajadores, frente a 26.679 empleados. Y si hay más plantilla también hay más conflictos. Así, en sus cuentas del primer semestre, Santander explica que las provisiones "para atender los procesos laborales en Brasil", son las que realiza el banco para estar protegido ante la oleada de demandas presentadas por sindicatos, asociaciones, fiscalías y exempleados “que reclaman derechos laborales que, a su entender, les corresponden, especialmente el pago de horas extraordinarias y otros derechos de carácter laboral, incluidos litigios por prestaciones por jubilación”.

El número de procesos laborales es tal que Santander tiene que realizar una provisión específica para ello en Brasil. Es decir, el banco incluye los 475 millones en una categoría separada del resto, no en las provisiones realizadas para todos los litigios que tiene a nivel grupo. Aunque la entidad quita hierro al asunto indicando que tener tantos procesos "es algo habitual" entre las entidades bancarias en Brasil.

Por otra parte, el grupo dice que esta provisión de 475 millones la ha realizado “en función de la experiencia pasada”, de los pagos ya realizados por reclamaciones de conceptos similares. Hay que recordar que el banco ya estuvo condenado el año pasado a indemnizar a algunos empleados que estuvieron expuestos a presiones psicológicas y amenazas de despido tras una denuncia previa del Ministerio Público de Trabajo, aunque Santander apeló.

Los sindicatos denuncian que “explotan” a los trabajadores

Los empleados del Santander en Brasil aseguran que el banco “no respeta su horario laboral” porque durante la pandemia fueron “obligados” a trabajar algún sábado sin pagarles por “las horas extra”, algo que volvió a repetirse en 2022, cuando el banco decidió “de manera unilateral” (sin negociar) poner en marcha alguna campaña para conceder crédito en fin de semana.

“El banco se niega a pagar horas extras justificando dificultades sistémicas para hacerlo. Los empleados bancarios que trabajan un sábado solo tiene derecho a una hora y media de descanso por cada hora trabajada. La compensación se realiza en la semana siguiente, algo que no fue negociado con el movimiento sindical”, denunciaba la representación laboral en un comunicado.

Los mismos denuncian que Santander les restó del salario el año pasado las horas no trabajadas durante el mundial de Qatar. Se trata de las horas en las que jugaba Brasil y en las que sus ciudadanos paraban para ver el partido, una tradición en el país carioca. La decisión del banco fue objeto de protestas en varias ciudades brasileñas a finales de 2022. Algunas organizaciones sindicales, de hecho, realizaron manifestaciones.

Explicaban entonces que todos los bancos siguieron la pauta de Febraban (la Federación Brasileña de Bancos) a excepción del Santander, que no aceptó pagar las horas no trabajadas los días que Brasil jugó algún partido. "Es un momento de relajación para la población brasileña y un banco que se lucra tanto aquí en el país de la plantilla no debe reclamar las horas no trabajadas", denuncian en otro comunicado.

“Santander demuestra que solo defiende la flexibilidad y la modernización de la jornada laboral cuando es del interés del banco. Esta decisión solo refuerza las formas de Santander de explotar a los trabajadores en Brasil”, apuntan.

Santander pierde un pleito de 800 millones

Para más inri, el pasado mes de junio el banco perdió un pleito en Brasil que hasta la fecha daba por ganado. Los bancos brasileños evitaron aplicar una ley que modificó la base de cálculo de las contribuciones sociales PIS (Programa de Integración Social) y COFINS (Contribución para la Financiación de la Seguridad Social) y ahora el Tribunal Supremo ha fallado en contra de ellos, según explica en su informe semestral.

Santander, que tiene juicios pendientes por este motivo por un valor estimado de 4.500 millones de reales, más de 800 millones de euros, revela también que recurrirá la sentencia y que resto de entidades del grupo han provisionado el importe de la pérdida esperada tanto por el PIS como por el COFINS.