El gas natural licuado vive un momento clave marcado por la geopolítica. Por un lado, el Consejo Europeo aprobó el pasado mes de octubre que a partir de 2027 no se podrá comprar Gas Natural Licuado (GNL) a Rusia. Esto obligará a Naturgy a incumplir el contrato que tiene con la empresa rusa Yamal hasta 2038. La energética ya busca vías para sustituir este vacío y, días después de cerrar un pacto con el reino de Omán, este lunes ha anunciado un nuevo contrato con Venture Global para comprar un millón de toneladas anuales de GNL durante los próximos 20 años.
Este millón de toneladas y el millón de toneladas que establece el memorando de entendimiento con el Reino de Omán tienen potencial para cubrir el 80% del GNL que actualmente llega desde Rusia, con quien el contrato es de 2,4 millones de toneladas anuales. El contrato con Venture Global, sin embargo, comienza en 2030, cuando ya hará tres años que habrán tenido que detener las llegadas desde el país presidido por Putin y castigado económicamente por sus bombardeos y ataques sobre Ucrania.
Con el precio actual del GNL, el contrato establecerá un precio aproximado de 635 millones de dólares al año, unos 548 millones de euros y un precio bastante superior al gas que llega de Rusia. En los 20 años que dura el contrato, habrá desembolsado 10.760 millones de euros aproximadamente, con las variaciones que marquen los precios anualmente. Coincide que, paralelamente, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump estuvo exigiendo durante meses a los países europeos que dejaran de comprar gas a Rusia e incrementaran su compra a Estados Unidos, amenazando con subir los aranceles si no se hacía. Así quedó plasmado en el acuerdo cerrado en julio, cuando se comprometió a comprar GNL, petróleo y productos nucleares por valor de 700.000 millones de euros en tres años. Naturgy ha puesto con este acuerdo su grano de arena en esta línea.
El director general de aprovisionamientos y mercados mayoristas de Naturgy, Joan Ganuza, ha expresado que el contrato les ayuda a "garantizar un suministro seguro, flexible y competitivo" y que la empresa trabaja "en el análisis de oportunidades para nuevas fuentes de suministro en el actual contexto geopolítico y de transformación del modelo energético global". En su comunicado, la compañía reconoce además que con una estrategia de compraventa de gas "de las más amplias y diversificadas del sector", la empresa consigue "mitigar riesgos asociados a las incertidumbres globales".
La empresa, como el resto del sector, está a la espera de saber cómo compensará el Consejo Europeo los contratos rotos con Rusia, ya que la modalidad cerrada, llamada take or pay, obliga a la empresa a pagar por todo el gas comprado incluso en caso de que no lo acabe adquiriendo.
El gas natural tiene dos formas de ser transportado: en gasoductos y en su forma líquida, en barcos. Esta última es el gas natural licuado cuando, a una temperatura de -160 grados, el gas natural pasa a su fase líquida. El licuado tiene una ventaja para las empresas y es que se puede revender a otros países.