Motocard acelera y pone rumbo a los 100 millones de facturación. La empresa especializada en complementos para la moto, que cuenta con más de 60.000 referencias, espera alcanzar los 100 millones en ventas este año, tras superar los 80 millones en 2022 y los 62 millones el año anterior. "En un par o tres de años estaremos hablando de más de 130 millones de euros y con Ebitda superior año tras año", asegura Silvia Bach, consejera delegada de la firma, en una entrevista con ON ECONOMIA.

La compañía fue creada en Solsona en 1982 y en 2018 el fondo de capital de inversión Abac Solutions adquirió una participación mayoritaria del 75% con el objetivo de apoyar su proceso de expansión internacional, mientras que los hermanos Ramon y Jordi Colillas, hijos del fundador de la compañía, permanecen en el consejo de administración y controlan el 25% de la propiedad. "Desde que entró Abac nunca hemos estado por debajo de los cinco millones de beneficio. Durante la pandemia superamos los 6,3 millones, en 2021 alcanzamos los 7 millones y en 2022 rozamos los 10 millones de euros", apostilla la directiva. "Motocard es una empresa familiar. Cuando entramos nosotros teníamos el objetivo de incrementar los beneficios y la facturación, la compañía siempre ha sido rentable y este 2023 prevemos mejorar los resultados", añade Bach.

Expansión de Motocard

Después de la entrada del fondo, Motocard ha lanzado una nueva marca propia y ya cuenta con una decena; nueve del mundo de la moto y una del sector de las bicicletas. "El objetivo es continuar, hacer una marca para cada categoría, seguir creciendo y apostar por la expansión". En 2018 el negocio contaba con tiendas en Andorra y en España y con la entrada de Abac subieron la persiana de establecimientos en Palma de Mallorca y Sevilla, más allá de ampliar su red en Barcelona y apostar por un outlet. "Hace cinco años decidimos crecer en offline con múltiples puntos de venta, luego entramos en Portugal con un par de comercios más y después decidimos crecer y abrir en Italia con una tienda", argumenta Bach a este medio.

¿Prevéis más aperturas para este año? "No está nada cerrado, ahora contamos con 19 tiendas y un comercio donde se puede hacer pick-up, esperamos acabar el año con dos o tres aperturas más e ir incrementando la red poco a poco". ¿Y crecimiento internacional? "A corto plazo no lo vemos. Sin embargo, a 24 meses vista sí que nos vemos en otros países. No tenemos claro donde, pero sí que sería en Europa porque tenemos mucho trabajo por hacer aquí". Motocard vende en más de 135 países de todo el mundo a través de su canal online, aunque sus puntos físicos también funcionan "muy bien".  "Lo que más nos interesa es el modelo omnicanal", aclara Bach, quien añade que "vendemos un producto muy pasional". 

El casco, el producto estrella de la compañía

El producto estrella del negocio es el casco, que copa un 40% del total de ventas. "Al final es el producto más importante y también tiene un precio más elevado", indica la consejera delegada de Motocard. "En España es el único producto que es obligatorio y es un producto pasional. La gente se compra réplicas de motoristas, cuenta con más de uno y es el producto más importante". En cuanto a las referencias, la compañía cuenta con unas 60.000, pero dentro de poco duplicarán la cifra. "Desde que empezamos apostamos por los productos para el motero, para aquella persona que conduce la moto y ahora nos dedicamos también a los complementos, recambios y accesorios para la moto", explica Bach. Con esta ampliación, en pocos meses la empresa se posicionará en el mercado con unas 150.000 referencias. 

Paralelamente, otro de los artículos que está en auge son los chalecos airbag. "Estamos muy enfocados en la seguridad, ir con airbag o no te cambia por completo y somos la empresa que más vende este tipo de chalecos". ¿Cuál es vuestro público objetivo? "El 80% de nuestros clientes son hombres, pero eso lo comentamos por la base de datos, pero puede que un hombre compre artículos para la mujer o la hija y esto no se contabiliza". "Las marcas de terceros no eran muy fuertes en mujer, pero desde que nosotros lanzamos la marca propia estamos viendo que las mujeres cada vez compran más. Además, en contra de lo que hacen las marcas de toda la vida, nosotros no tenemos artículos de color rosa o lila para mujeres y de azul u oscuro para hombres. Es un tema de constitución, de que la forma de una chaqueta para hombre no puede ser la misma que para una mujer, ya que deben ser más entalladas", señala. 

Tienda Motocard
Tienda Motocard

Más de 350 personas en plantilla y adquisición de empresas

La compañía, que cuenta con más de 350 personas en plantilla, dispone de un centro logístico en Solsona y unas oficinas en Montmeló, donde tiene centrado el canal digital y los departamentos creativos. Desde que el fondo entró, Motocard ha adquirido tres empresas, una de ellas en Italia, para facilitar su aterrizaje en el país. "No descartamos nuevas adquisiciones, tenemos propuestas encima de la mesa y puede que en los próximos meses integremos algún negocio más". 

¿Os afectó la pandemia? "Nos afectó relativamente porque el trabajo online ya lo habíamos hecho. Durante el covid-19 aprendimos día a día, ya teníamos el almacén montado y al personal trabajando; nunca estuvimos cerrados", defiende la directiva. "En el canal offline sí que nos vimos obligados a tomar medidas porque primero fueron las restricciones en España y luego en Andorra, pero en el canal online las ventas se dispararon". "Todavía nos estamos preguntando el motivo, ya que la gente estaba en casa y no podía salir, pero tras el confinamiento la gente no quería coger el transporte público y quizás por eso tuvimos un repunte de ventas". ¿Y cómo fue la reapertura de los comercios? "Una locura. Lo recuerdo mucho porque teníamos a clientes haciendo más de tres horas de cola para entrar en nuestras tiendas cuando los productos también se podían encontrar en la página web". 

Sello B Corp

A principios de año, Motocard recibió el sello B Corp, otorgado a las compañías que apuestan por la sostenibilidad. "Buscábamos el sello desde hacía tiempo porque la empresa puede tener unas ideas de cómo apostar por la sostenibilidad, pero desde la certificación te guían y acompañan. Hemos estado un año y medio cambiando internamente para mejorar, estábamos un poco verdes en algunos aspectos y hemos logrado mejorar". "Con el sello estás auditado constantemente, tienes que ir evolucionando y este es uno de nuestros retos. El sello te hace querer cada vez más objetivos y avanzar a una velocidad brutal", acaba Bach.