Glovo prevé utilizar robots en las entregas de pedidos en un plazo de entre cinco y diez años, según ha anunciado este martes su CEO, Óscar Pierre. Estos robots podrían ser “terrestres o aéreos”.

No obstante, Glovo apuesta en la actualidad por electrificar su “flota” de reparto, lo que les ha llevado a concentrarse en las bicicletas eléctricas. Pierre ha indicado que son el vehículo “más eficiente” para efectuar las entregas.

En su intervención en el foro World in Progress, organizado por Prisa, Pierre ha añadido que, en los próximos años, crecerán con nuevos verticales porque, en la actualidad, el 80% de los pedidos que sirven son de comida.

También ha indicado que introducirán la inteligencia artificial (IA) para automatizar tareas manuales como la gestión de incidencias o los cambios de precios. Ha subrayado que la IA permitirá ofrecer "un servicio más eficiente".

Pierre ha reconocido que han perdido el “apetito por el riesgo” con el paso de los años, un hecho que considera "natural" porque, en los inicios de la empresa, no tenían nada que perder, según recoge Europa Press. "Con el tiempo se ha convertido en un negocio con inversores y clientes, y el apetito por el riesgo empieza a bajar", ha justificado.

Ha recordado que la empresa se expandió muy rápidamente, lo que provocó algunos fracasos, como el paso por el mercado francés o brasileño, y que esto ha llevado al "gran principio de la empresa": seguir innovando, pero cerrando rápido lo que no funciona.

Recientemente, Glovo se ha dotado de un consejo asesor formado por José Manuel García-Margallo, exministro de Asuntos Exteriores con el PP; Raül Blanco, expresidente de Renfe y antiguo secretario de Industria del PSOE; Natàlia Mas, exconsellera de Economía de la Generalitat, Marta Pascal, exdirigente del PDeCAT; Anna Miralles, directiva tecnológica; y Manel Arroyo, exdirectivo del FC Barcelona y de Dorna. Por otro lado, Diego Nouet se ha convertido en el nuevo vicepresidente de negocio de Glovo. Forma parte de la compañía desde 2019.