La presión inflacionista y la subida de los tipos de interés han estropeado las economías de las pequeñas y medianas empresas a Catalunya que se han visto obligadas a recurrir al endeudamiento para afrontar el incremento de los gastos industrial y de financiación externa. Tanto es así que un 25% de las pymes catalanas tienen un endeudamiento de casi el 80% de su pasivo, según el último Anuario de la pyme catalana, que elabora la patronal Pimec. Durante la presentación este lunes, el presidente de la patronal Antoni Cañete ha lanzado un grito de alerta ante esta situación que ha alterado la estructura del pasivo, de una cuarta parte del tejido empresarial, en el 2021. En aquel ejercicio, la pyme redujo el peso de los recursos propios hasta el 53% (unos 1,1 puntos porcentuales menos que el 2020) y, como consecuencia, ha aumentado el peso del endeudamiento en el 47%, y eso "quiere decir muchas empresas y puestos de trabajo en riesgo, especialmente ante la actual coyuntura marcada por la subida de tipo de interés y la inflación," ha concretado Cañete.

El presidente de Pimec también ha hablado de morosidad y ha destacado como la reducción del periodo medio de cobro –de 75 a 68 días- "todavía está muy por encima del plazo legal". De hecho, Cañete ha calculado que si el plazo máximo fuera de 30 días, tal como acaba de proponer la Comisión Europea a través del nuevo Reglamento, "el resultado medio de las pymes hubiera mejorado un 15,8%". En el 2021, en Catalunya, había un total de 529.955 pequeñas y medianas empresas (un +2,1% con respecto al 2020), con 1.993.513 trabajadores (un +4,1%). Con respecto a la dimensión, el Anuario concreta que el tamaño medio de las pymes catalanas es de solo 3,8 trabajadores, una cifra estancada desde hace casi dos décadas y que también preocupa a Pimec.

Ante el ahogo del tejido empresarial de pequeñas y medianas empresas, la patronal ha insistido en la necesidad de tomar medidas que contribuyen a hacer crecer las pymes porque es un agravio de competitividad ante los países del entorno europeo. "Seguimos teniendo un problema en el acceso a la contratación pública, dificultades con la morosidad, pagando bastante más por la energía y una fiscalidad que no es nada beneficiosa", ha enumerado Cañete. "Y se toman las mismas decisiones de lo que hace 20 años. Por eso no podemos crecer", ha remachado el presidente de Pimec.

El director de Estudios y Análisis Económico de PIMEC, Moisès Bonal, que ha sido el encargado de presentar los datos que se detallan al Anuario, ha concretado que el VAB de las pymes catalanas creció un 6,8% en el 2021, impulsado por el incremento de la productividad (un +2,7%). "Una mejora que ha sido inversamente proporcional al tamaño de la empresa", ha puntualizado Bonal. A pesar de esta mejora de la productividad, en ninguna categoría de pyme se alcanzan los valores del 2019. En detalle, la pyme representaba el 58,9% del VAB catalán (123.643 millones de euros), las grandes empresas el 35,7% y la Administración Pública el 5,4%. Sectorialmente, existe una pérdida de peso de la pyme a la industria y a la construcción. A los servicios, la pyme gana peso en términos de VAB y pierde en términos de empleo.

Con respecto a la rentabilidad financiera y económica, el estudio muestra que el tejido empresarial está recuperando niveles próximos a los indicadores que mostraba en el 2019. En concreto, la rentabilidad financiera neta (los beneficios y el patrimonio neto después de impuestos) es del 8,2%, mientras que en el 2020 era del 4,5% y del 8,3% el 2019. Por su parte, la rentabilidad económica (los resultados antes de impuestos y los gastos financieros y activos) es del 6,2%, mientras que era del 3,8% en el 2020 y del 6,4% en el 2019.

Otros datos relevantes son que el 27,3% de las pymes industriales exportan, 0,9 puntos más que el 2020. A escala sectorial destacan las industrias químicas (56,9%), el material de transporte (44,7%), el sector textil (36,8%) y el alimentario (28,6%).