CriteriaCaixa confía en que el nuevo dividendo de CaixaBank, banco del que es primer accionista con más del 30% del capital, le ayudará a compensar los "efectos negativos" que las subidas de tipos de interés están teniendo en los gastos financieros del grupo. El holding que preside Isidre Fainé y desde el que gestiona las inversiones de la Fundación La Caixa recibirá unos 550 millones de euros este año, la mayor retribución de su historia. 

Ya en año pasado recibió 354 millones en dividendos por parte del banco, que en total distribuyó 1.179 millones por los resultados de 2021. Pero este año CaixaBank ya ha anunciado que pagará más, hasta 1.700 millones por las cuentas de 2022, de los que Criteria un 32%. Pero la entidad catalana prevé aprobar una mejora del dividendo para este 2023 en la junta de accionistas que celebra el próximo 31 de marzo, su intención es remunerar a los accionistas hasta con el 60% del beneficio que consiga este año.

Así, Criteria destaca en sus últimas cuentas que tras unos ejercicios 2020 y 2021 “con una cierta presión a la baja” en los dividendos distribuidos por las compañías donde tienen participación con motivo de la crisis pandémica, ha conseguido cerrar el ejercicio 2022 con unos ingresos por dividendos “superiores" a los obtenidos en los años preCovid. En concreto recibió 311 millones de Naturgy, otros 62 millones de The Bank of East Asia y los 354 millones de euros de CaixaBank.

Un total de 834 millones que supera en casi un 60% los 525 millones del ejercicio anterior. Y en este contexto, la empresa que preside Isidre Faine espera que “esta tendencia positiva” se mantenga en el ejercicio 2023 “impulsado por una mejora significativa del dividendo que distribuirá CaixaBank, que compensará el efecto negativo en los gastos financieros por el nuevo entorno de política monetaria”. Los 550 millones que recibirá de Caixabank están muy por encima del dividendo de los últimos años, que fue de 354 millones en 2022, de 65 millones en 2021, de 167 millones en 2020 y de 407 millones en 2019.

Pese a la subida de tipos, Criteria destaca que consiguió reducir la deuda el año pasado en casi un 14%, desde los 5.700 millones hasta los 4.922 millones de euros. Entre otras cosas, por la amortización a vencimiento de un bono senior de 1.000 millones de euros; Este año seguirán el mismo camino, pues la empresa revela que hará frente a la liquidación del próximo vencimiento de deuda, un bono senior de 750 millones de euros, en mayo de 2023.

“En la medida de lo posible, Criteria seguirá monitorizando el mercado deuda (tanto en el mercado de capitales, como con contratos bilaterales con entidades financieras), con el objetivo de seguir mejorando la estructura de la deuda”. Asimismo, la empresa seguirá con las desinversiones.

Criteria reducirá su participación en Saba antes de junio

Entre estas desinversiones está Saba, la empresa de parking de la que es dueño con casi el 100% del capital. Criteria se propuso en junio del año pasado reducir su peso para no tener una participación de control y desde hace meses está en negociaciones exclusivas con la empresa Interparking. “La voluntad”, dicen, es cerrar la operación “en un plazo no superior a un año" que acaba en tres meses.

La participación de Criteria en Saba es atípica, pues en ninguna otra participada cuenta con casi el 100% del capital, a excepción de las filiales propias. Por eso, el consejo decidió el verano pasado iniciar el proceso de reducción y se dio un año para dar entrada a un socio industrial. En este contexto llegó a un acuerdo con la compañía belga, con la que aún siguen negociando en exclusiva. De momento se desconoce qué tipo de operación será, si una venta directa o una fusión, pero fuentes del mercado apuntan a que Citeria acabará teniendo una posición minoritaria, que podría ser de hasta el 40%.

Entre tanto, Criteria ha conseguido reducir las pérdidas de Saba más de un 90% en el último año. Según se refleja en su memoria anual, el resultado atribuido al grupo en 2022 son pérdidas de 1 millón de euros frente a los 15 millones que perdió un año antes. La mejora, explican, se debe a la recuperación de la actividad y la demanda, tras el fin de los confinamientos y las restricciones de movilidad durante el ejercicio 2022.

Esto les ha permitido alcanzar prácticamente los niveles de ventas anteriores a la pandemia. Pues, el año pasado Saba facturó 274 millones, solo un 8% menos que en 2019. En cuanto al valor de la operación, Criteria explica que tras realizar pruebas de deterioro durante el año pasado ha mejorado y está por encima de los 689 millones de euros, aunque no especifica cuánto.