Los resultados económicos de las principales cadenas de distribución alimentaria en España demuestran que su margen de beneficio nunca ha sido superior al 5% y en muchos casos se sitúa ligeramente por encima del 2%, un "estrecho margen" de beneficio que lleva dos años reduciéndose y que demuestra que la causa de la subida de precios alimentarios, que suben a un ritmo del 16,6%, son los elevados costes de producción y no el incremento de las ganancias empresariales.

Así concluye un estudio elaborado por PwC para la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) en el que se refleja "el esfuerzo de contención realizado por el sector para no trasladar el total del incremento de los costes al consumidor" porque los supermercados trabajan con un estrecho margen de beneficio y basan su rentabilidad en el volumen de venta.

Tras un subida del 45 % de los costes de producción agrarios desde enero de 2021, gracias a esta contención los precios de venta al público han subido solo la mitad en el mismo periodo, han subrayado. Según Aecoc, desde enero de 2021 los costes para la producción agrícola, como fertilizantes, piensos, energía y carburantes han crecido de manera exponencial.

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Los datos de febrero reflejan crecimientos del valor de la cesta de la compra en torno a un 1 %, provocado "en parte, por el descenso en la oferta causada por las condiciones actuales, que se suman al incremento de costes. 

En ese contexto, España ha cerrado febrero de 2023 con una inflación alimentaria del 16,6 %, un dato algo peor que el de Francia (15,8 %), pero mejor que el de Alemania (21,8 %) o Portugal (21,5 %). 

Aecoc ha señalado que el gasto medio por tique de compra en supermercados fue del 6,5 %, gracias a la competencia del sector de la distribución alimentaria en España. En un análisis más pormenorizado de los costes de producción, destaca el incremento en un año del 42 % en el caso de los productos animales y de ganadería, una subida que se eleva al 51 % en los ganaderos. Los productos de agricultura han aumentado su coste un 38 % en la transformación.

Los costes de producción suben más que los precios

Derivado del contexto de guerra en Ucrania, desde enero de 2021 se ha aumentado el precio del aceite de oliva refinado para la industria un 138,5 % y el de girasol un 131,3 % En el campo, algunos fertilizantes como el cloruro de potasio han aumentado un 177,8 % y, en materia energética, destaca el gas natural, con un 117,4 %. 

Por lo que se refiere a los recipientes, desde enero de 2021 el vidrio hueco ha aumentado un 57,3 %, el papel y cartón un 28,5 % y el plástico un 23,2 %. Además, los servicios de transporte y almacén han subido un 27 %, al igual que los servicios inmobiliarios. 

Por productos concretos, la cerveza ha aumentado un 34 % sus costes y un 13 % su precio y producir un zumo de naranja es ahora un 36 % más caro y cuesta un 23 % más. Menos diferencia se aprecia en el pan (26 % de incremento de coste y del 20 % de precio) y patatas chips (del 86 % y del 28 %, respectivamente). 

Aecoc ha recordado las medidas adoptadas por el Gobierno para contener los precios, fundamentalmente la bajada del IVA y el cheque a familias vulnerables. Y ha insistido en que deberían haberse incluido carnes y pescados ya que son, con diferencia, lo que más pesa en la cesta de la compra de los españoles.

Según sus datos, de haberse bajado el IVA de carnes y pescados, de un 10 % a un 5 % en febrero, el IPC hubiera sido del 14,9 % e incluso del 12,9 % en caso de haberse rebajado del 10 % al 0 %.

Los precios suben más donde hay tope

En el contexto europeo, Aecoc ha añadido que los dos únicos países que han decidido topar el precio de los alimentos presentan elevados niveles de inflación alimentaria: Croacia que acumula un 19,7 % desde inicios de 2022 y Hungría que actualmente afronta un IPC alimentario del 62,4 %.

Otras medidas diferentes han elegido en Grecia, donde se ha apostado por el pago del 10 % del gasto en alimentación de sus ciudadanos desde febrero, hasta un máximo de 220 euros, que puede llegar hasta 1.000 euros para las familias numerosas. EFECOM
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