Las instalaciones de energía renovable -solar o eólica- seguirán controlando la tensión de la red eléctrica, pero a partir de ahora se les dará "un tratamiento homogéneo" al del resto de instalaciones de generación convencionales, tanto térmica como hidráulica, lo que se traduce en incentivos similares.

Actualmente, tanto la generación síncrona (térmica e hidráulica), como la asíncrona (solar o eólica) tienen obligaciones de control de tensión desde el 2000 y el 2014, respectivamente, pero la revisión del marco actual por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hará que tengan un trato similar.

De esta forma, se incentiva a todas las instalaciones a proporcionar al operador del sistema los recursos necesarios para controlar la tensión. Todas siguen estando obligadas a proporcionar el servicio básico y podrán también participar en la provisión de control de tensión mediante el seguimiento de consignas del operador del sistema, explica la CNMC en un comunicado.-

La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha valorado la medida y ha asegurado que la participación de la fotovoltaica en el servicio de control de tensión contribuirá a contener los costes de las restricciones técnicas -mecanismo del que dispone Red Eléctrica para mantener el equilibrio del sistema-, que se han multiplicado por diez en los últimos años.

Insisten en que este tipo de tecnología lleva "muchos años" teniendo la capacidad técnica de poder contribuir al control de la tensión; sin embargo, hasta ahora no ha podido participar porque la normativa no lo permitía.

Es más, prosiguen, dado que el control de tensión tiene un fuerte componente geográfico, la fotovoltaica está "particularmente bien adaptada" para aportar este servicio a la red, al ser una energía muy distribuida por el territorio.

Competencia aprobó el pasado 12 de junio una revisión de las normas técnicas (procedimientos de operación) que regulan el detalle de funcionamiento de los servicios a la operación del sistema eléctrico (servicios de ajuste) para "modernizar" y dotar de marco retributivo el servicio de control de tensión ya existente.

Tradicionalmente, la generación térmica e hidráulica proporcionaba el control necesario para la operación el sistema eléctrico, mientras que la generación asíncrona (como solar o eólica) y la demanda de los consumidores de electricidad solo tenían la obligación de mantener su generación o consumo de energía reactiva dentro de unos límites.

Con la revisión llevada a cabo por Competencia se introduce dinamismo en el servicio de control de tensión y se incentiva el desarrollo de capacidades para poder proporcionar mayores recursos por parte de todas las tecnologías de generación y de demanda.

También se crean mercados locales para la contratación de capacidad adicional para dotar al servicio de una mayor eficiencia, añade la institución que preside Cani Fernández.

El diseño del servicio se ha desarrollado partiendo de una propuesta inicial del operador del sistema eléctrico de junio de 2021.

En la memoria de la resolución de 8 de septiembre de 2022, por la que se aprueban las condiciones de los servicios de no frecuencia y otros servicios para la operación del sistema eléctrico peninsular español, y se creaba el marco para el servicio de control de tensión, ya se señalaban distintas preocupaciones sobre el modelo propuesto, así como sobre otros aspectos técnicos relativos a su adaptación.

Con el fin de que la propuesta se adecuase en mayor medida a las exigencias del marco regulatorio comunitario y que su diseño tuviera en cuenta las capacidades de todas las tecnologías, en particular, de las renovables y la demanda, se lanzaron dos proyectos de demostración regulatoria a finales de julio de 2022 y en noviembre de 2023.

El primer proyecto demostró la capacidad de la generación renovable de prestar el servicio de manera dinámica con una elevada eficiencia económica, mientras que el segundo permitió constatar la capacidad de respuesta de la demanda frente a la introducción de incentivos económicos.

A partir de la experiencia obtenida con estos proyectos, en marzo de 2024, antes del apagón eléctrico que afectó a buena parte de España, el operador del sistema remitió a la CNMC una nueva propuesta de diseño del servicio con una vertiente que incorpora incentivos económicos para la prestación dinámica.

Esta propuesta es la que ahora se aprueba, tras el trámite de audiencia e información pública (lanzado el 18 de noviembre de 2024) y el posterior análisis y consideración de alegaciones.