El grupo Cimic, a través de CPB Contractors, ha sido seleccionado para llevar a cabo la construcción de su nueva pista del aeropuerto de Perth (Australia), dentro de la joint venture Skyway, en la que también participa la empresa BMD. Este proyecto supone un paso estratégico en la transformación integral del aeropuerto, valorada en 5.000 millones de dólares australianos, con el objetivo de ampliar la capacidad de pasajeros y mejorar la eficiencia operativa a largo plazo.

La nueva pista tendrá una longitud de tres kilómetros y una anchura de 45 metros, una infraestructura que permitirá desdoblar operaciones y reducir congestión, especialmente en horas punta. Esta ampliación no solo responderá a la creciente demanda de vuelos nacionales e internacionales, sino que también reforzará el papel de Perth como punto clave para las conexiones entre Australia, Asia y Europa.

Juan Santamaría, consejero delegado del grupo ACS y HOCHTIEF, y presidente ejecutivo de Cimic Group considera que "estas mejoras marcarán un referente en el desarrollo de la nueva pista paralela del aeropuerto de Perth, y jugarán un papel vital para la activación económica en la zona de Australia Occidental y en todo el país. Nuestro equipo experto en CPB Contractors prioriza la ocupación local, la creación de competencias profesionales y la construcción sostenible, asegurando así un valor de largo plazo para las comunidades".

Por su parte, Jason Spears, director general de CPB Contractors, ha destacado la experiencia de la empresa en infraestructuras aeroportuarias. “CPB Contractors es un líder consolidado en este sector, con más de diez grandes proyectos aeroportuarios ejecutados en la última década. Estoy seguro de que el equipo dejará un legado positivo para la industria gracias a nuestro enfoque inteligente en movimientos de tierras, nuestro historial de seguridad y nuestras soluciones premiadas en asfalto y pavimentación", asegura Spears

El proyecto, que comienza ahora con las obras preliminares, incluirá una amplia gama de actividades. Se derribarán los edificios y pavimentos existentes en la zona. Paralelamente, se desviarán las redes de suministro y los sistemas de drenaje de aguas pluviales para adaptarlos al nuevo trazado. La fase de movimientos de tierras será una de las más destacadas, con la excavación y relleno de más de un millón de metros cúbicos de material para garantizar la estabilidad y durabilidad de la pista. Una vez preparado el terreno, se instalará una valla de seguridad perimetral completa con sistemas de vigilancia y puertas de acceso controlado, así como una nueva red viaria interna para vehículos de emergencia, servicios y personal.

El núcleo de la obra será la pavimentación de la misma pista principal, las zonas de espera y las áreas de empuje de los reactores. Esta fase irá acompañada del despliegue de todos los sistemas técnicos: iluminación de campo, señales de guiado para las maniobras, marcaje en el pavimento, redes de baja tensión, comunicaciones y salas técnicas de control.

Finalmente, se pondrá en marcha un sistema integral de drenaje para evitar inundaciones y se llevará a cabo una adecuación paisajística del entorno para integrar la nueva infraestructura. Esta nueva pista no solo aumentará la capacidad operativa del aeropuerto, sino que simboliza una inversión masiva en el futuro de la conectividad regional, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades del crecimiento turístico, comercial y logístico de las próximas décadas.