El sector del cemento en Catalunya estima que necesitará una inversión de los alrededores de 800 millones de euros hasta el 2050 para avanzar en la descarbonización de sus procesos industriales. Este es un objetivo en que trabajan los cuatro grupos de cemento que operan en el territorio, que en los últimos cuatro años han incrementado notablemente sus inversiones hasta 25 millones de euros conjuntamente. Los recursos se han destinado a las instalaciones y la tecnología para la reducción de emisiones de CO₂.

Este esfuerzo por avanzar en el camino para la completa eliminación de la huella de carbono se ha puesto de manifiesto este jueves durante una jornada técnica sobre descarbonización que ha reunido a un centenar de especialistas y profesionales del sector. Los directores de las cuatro fábricas cementeras de Catalunya han presentado en este acontecimiento las estrategias que seguirán para alcanzar este objetivo. En concreto, han expuesto sus proyectos Juan Carlos Sánchez, de la fábrica de Cemex España, a Alcanar (Tarragona); Juan Carlos Izquierdo, del grupo Cementos Portland Valderrivas, instalado en Santa Margarida i els Monjos (Tarragona); Xavier Valero, del grupo Molins, con fábrica en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona); y Vicente Pedro, como representante de Holcim España, con un centro en Montcada y Reixac (Barcelona). Los directores de las fábricas han subrayado que los proyectos que se implementarán en sus centros productivos prevén el abandono de los combustibles fósiles y el uso de materias primas alternativas descarbonizadas.

Todos los directivos han expuesto las estrategias en materia de descarbonización, que pasan entre otros por la valorización material y energética durante la fabricación de clinca (el producto base para producir cemento). También incluyen el uso de hidrógeno verde como combustible; la optimización de la eficiencia energética con sistemas de gestión; o el desarrollo de cementos bajos carbone, según ha informado en un comunicado la fundación CEMA, organizadora de la jornada con la Generalitat.

El impulso de tecnologías CAUC (Captura, Almacenaje y Uso de Carbono) para emisiones de difícil abatimiento y el consumo de hidrógeno y biogás para generar energía térmica, así como el diseño y la fabricación de nuevos cementos y nuevos hormigones son otras líneas de actuación para reducir las emisiones de carbono. Todos los participantes han concluido que las tecnologías de captura, almacenaje y uso del carbono (CEUC) son, pues, la única alternativa para mitigar las emisiones de proceso, y que sin su implementación es imposible que el sector del cemento y otras industrias con este tipo de emisiones llegue a la neutralidad climática en el 2050.

Cabe decir que las cuatro empresas que operan en Catalunya produjeron 3,4 millones de toneladas de clinca, en el 2024. La mitad de las cuales se destinaron a exportaciones. Con una contratación directa e inducida que supera a los 2.000 profesionales, el sector valoró materialmente casi medio millón de toneladas, hecho que supone un 10% del total de materias primas. Con respecto a la recuperación energética, el ejercicio del 2024 se cerró con una tasa del 48% en el uso de combustibles alternativos y un crecimiento del 74% en el uso de biomasa vegetal como sustituto de los combustibles de origen fósil. El uso de residuos como energía permitió en las fábricas ahorrar la emisión a la atmósfera de 364.000 toneladas de CO₂, un 7% más que el año precedente.

Durante la jornada se ha puesto de manifiesto que las fábricas de cemento son altamente emisoras de CO₂ a la atmósfera. Aproximadamente, el 65% de estas emisiones se producen durante el proceso de descarbonatación de la piedra calcárea. Son los renombres "emisiones de proceso" o "emisiones difíciles de abatir", generadas por una reacción química y cuya mitigación no es posible con las tecnologías disponibles actualmente. De hecho, la industria del cemento representa el 41% del total de las emisiones de proceso en España.

A la hora de afrontar los retos de la transición ecológica, los directores de las fábricas de cemento han recordado que los proyectos que se implementarán en sus centros productivos incluyen el abandono de los combustibles fósiles y el uso de materias pymes alternativas decarbonatadas. También coinciden en el compromiso por el consumo de energía eléctrica renovable y la optimización de la eficiencia energética.