El ecosistema de la industria de semiconductores en Catalunya está tomando posiciones para ser uno de los actores principales del sector en Europa, y lo hace principalmente en la etapa inicial de la cadena de valor: el diseño de los chips. Una actividad que incluye las especificaciones funcionales del usuario (aquello que el chip tiene que hacer), la descripción del comportamiento del chip, los circuitos y las interconexiones, y finalmente, el diseño físico del circuito. Se trata de un área muy intensa en conocimiento y que tiene un fuerte efecto en la generación de propiedad intelectual.

En este segmento, mundialmente liderado por las corporaciones norteamericanas, inglesas y taiwanesas, Catalunya puede convertirse en un pool industrial para el conjunto de Europa y de atracción para nuevas inversiones. En este sentido, la agencia Acción, del Departamento de Empresa y Trabajo, está trabajando en 22 proyectos de inversión extranjera, que si se materializan supondrían una inversión de más de 1.600 millones de euros y la creación de 1.800 puestos de trabajo, en dos o tres años.

Estos proyectos estarían posicionados en el ámbito del diseño y completarían los que se han anunciado en los últimos meses de Cisco, para un centro de diseño de semiconductores de última generación, el primero que tendrá en toda Europa y del cual todavía no se ha concretado la inversión; Monolitic Power Systems (MPS), con una inversión de 12 millones de euros y la creación de 150 puestos de trabajo por su principal centro de investigación y desarrollo (R+D) en Europa; o Intel, que abrirá un laboratorio de diseño de microchips en el Barcelona Supercomputing Center (BSC) con una inversión de 200 millones en los próximos diez años, que comportará 200 millones más por parte de la Administración catalana.

Son proyectos que de alta competencia tecnológica que, al mismo tiempo, pueden ejercer de tractores de un sector en crecimiento en Catalunya. Según los datos de Acció, actualmente, hay 86 empresas, con 4.400 empleos, y una facturación conjunta de 160 millones de euros. En estas se suman 18 entidades de investigación (entre 12 centros tecnológicos con actividades de I+D en este ámbito, 6 universidades que ofrecen formación específica y varias asociaciones empresariales vinculadas en torno a la industria de los semiconductores). Con respecto al tejido empresarial, el 81% de las empresas son pequeñas y medias y de estas un 8% start-ups. Un tercio del total (37%) factura más de 10 millones de euros anuales.

Para poner en valor el ecosistema existente, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, mantuvo este viernes un encuentro con sus principales exponentes. El presidente destacó los activos de Catalunya en este ámbito industrial y lo impulsó en un momento clave para la apuesta firme que está haciendo tanto la Unión Europea, con una inversión de 43.000 millones de euros hasta el 2030, como el Gobierno, que ha lanzado un ambicioso PERTE dotado con 12.250 millones. Hay que decir que proyectos como los de Cisco e Intel optan a los recursos del PERTE.

"Tenemos la seguridad que podemos dar un salto adelante para la industria catalana porque tenemos grandes infraestructuras e instituciones de investigación, un ecosistema sólido y diversificado y herramientas públicas para seguir creciendo", dijo Pere Aragonès, durante el encuentro celebrado en el Palau de la Generalitat con representantes de medio centenar de empresas y agentes de este ecosistema.

Desde el Gobierno se defiende que el potencial de Catalunya para atraer inversión del sector descansa sobre cuatro patas: la realidad "industrialmente más sólida" que el resto del Estado, el ecosistema digital y tecnológico maduro, la presencia de infraestructuras científicas como el BSC o el ICFO y la capacidad de generar talento especializado con 6 universidades que ofrecen formación vinculada al sector. Se argumenta también que ninguna empresa puede ejecutar toda la cadena de valor de los semiconductores de extremo en extremo, cosa que provoca que las compañías, incluso las grandes corporaciones internacionales, estén muy especializadas en uno de los segmentos de su fabricación. Un ejemplo es la inversión que realizará Ideaded, en Viladecans, por 12 millones de euros y que le permitirá disponer de la sala blanca de semiconductores privada más grande del sur de Europa, con una superficie de 500 metros cuadrados.

La Generalitat también trabaja para atraer una planta de microchips, tiene que recibir una inversión pública de 9.350 millones de euros, una inversión que el Gobierno trabaja para que venga a Catalunya. Está en marcha una iniciativa de las Cámaras de Comercio de Catalunya, denominada FabCat, para participar de forma activa para conseguir que venga al territorio alguna de las fábricas de semiconductores que se tienen que construir en la Unión Europea, a raíz de|junto a la apuesta European Chips Act.

A escala global, se espera que la industria mundial de los semiconductores supere los 600.000 millones de dólares este año, con un aumento del 25% respecto del volumen de 2021. El crecimiento está impulsado por la convergencia tecnológica de la conectividad y la inteligencia artificial, que será el núcleo de las actividades de desarrollo de productos. En torno al 70% del crecimiento lo impulsarán tres industrias: la movilidad, la computación y almacenaje de datos, y las comunicaciones de despliegue del 5G.

En esta vertiente, hay que remarcar que en Europa la principal demanda proviene de la automoción (37%) y de la industria 4.0 (25%); mientras que mundialmente tira más las comunicaciones (33%) y la computación (29%).