La mítica productora audiovisual publicitaria Albiñana Films, fundada en 1983, que echó el cierre a finales del pasado mes de enero, ha entrado dos meses después en concurso de acreedores con un agujero de 5,5 millones, según avanzó Metrópoli Abierta y ha confirmado a través de la publicación en el B.O.E del pasado 21 de marzo ON ECONOMIA, que avanzó en su día el cierre de la empresa. Proveedores y extrabajadores de la empresa llevaban meses organizándose y recopilando los impagos de decenas de miles de euros y estudian aún poner una denuncia. El agujero de una empresa sin activos hace inviable los pagos, de los que se deberá hacer cargo el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA). Los hermanos Ramsés y Ricard Albiñana Jr. no dan explicaciones ni a los afectados ni a ON ECONOMIA. 

La abogada que representa a decenas de afectados por valor de casi medio millón de euros, Erika Meseguer, del despacho Iuris et Sales, explica a ON ECONOMIA que existen "indicios" de alzamiento de bienes y que estudian presentar una denuncia por lo penal una vez acabe el proceso concursal. El informe emitido por el registro mercantil sobre las hasta 7 empresas vinculadas y participadas por los dueños de Albiñana Films arrojan una situación financiera mejor que la de Albiñana Films que acentúan las sospechas de prácticas ilícitas. 

Varias voces del sector contaron a ON ECONOMIA que las malas praxis de la empresa se remontaban a años atrás, sobre todo con retrasos excesivos de los pagos, y que la empresa tenía mala fama por ello. Algunos se sorprendieron de que durara tanto y apuntan a la muerte del padre y fundador de la empresa, Ricardo Albiñana, fallecido en 2021, como origen de la caída libre. Todos ellos fracasaron al intentar contactar con dos hijos que llevaban la empresa. "Están desaparecidos", aseguraban. 

Deuda de 200.000 euros con Hacienda

Actores, directores, empresas de material, empresas de localización o montadores se encontraban entre los afectados con impagos que se remontaban en algunos casos al año 2022. Además de los centenares de miles de euros que debía a estos proveedores y profesionales, Albiñana debía 200.000 euros a la Seguridad Social, según pudo comprobar este medio con documentos de Hacienda. 

Los hermanos Albiñana "se han negado a colaborar en ningún tipo de gestión documental", cuenta Meseguer, que detalla que ni tan siquiera han facilitado la nómina o el contrato a extrabajadores que lo han solicitado. Una vez se abre el concurso de acreedores, pueden pasar unos 9 meses hasta que finalice y, después de este periodo, podría darse inicio a la acción legal. 

La empresa grabó el año pasado anuncios para clientes como Audi, Idealista o Simyo, si bien varias fuentes creían que lo hacía con "una estructura sobredimensionada". La presencia de Ricardo Albiñana como administrador de dos empresas audiovisuales que nadie conoce ni tienen visibilidad en internet acentúan las sospechas de irregularidades. 

Con sede y plató al lado de la clínica Teknon de Barcelona en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, Albiñana Films fue fundada por el cineasta en el año 82 por Ricardo Albiñana, que vio en la publicidad mayores recursos económicos y tecnológicos para desarrollar el audiovisual lejos aún de la digitalización. Entre sus hitos estuvo grabar en 2014 un anuncio dirigido por Oliver Stone para el Mundial de Brasil y su mayor facturación fue de 15 millones de euros en el año 2008. Sus últimas cuentas disponibles, de 2022, muestran unas pérdidas de 320.000 euros y una facturación de 5,2 millones y detalla unas deudas de 976.037 euros con proveedores y un total de 1,4 millones en deudas.