El aeropuerto de El Prat cerrará este 2023 con 50 millones de pasajeros y, según las previsiones, el próximo año llegará a los 55 millones, su capacidad máxima. Òscar Oliver, especialista en materia aeroportuaria, advierte que, cuando se alcancen los 55 millones, "se estará estresando la operativa" con todo lo que eso supone: congestión, retrasos y, por lo tanto, pérdida de la calidad del servicio. Añade que esta situación de colapso puede durar años, hasta que se ponga en marcha la ampliación del aeropuerto, que todavía no se ha decidido.

Precisamente, la ampliación del aeropuerto de El Prat se abordará en el marco de la comisión bilateral técnica entre el Estado y la Generalitat que iniciará sus reuniones el próximo enero, según apuntan fuentes próximas a la negociación. El 30 de octubre pasado, la consellera de Territorio, Ester Capella, pidió por carta al Ministerio de Transportes que organizara la reunión y, aquel mismo día, la entonces ministra Raquel Sánchez le respondió que ya "estaban trabajando activamente" en su convocatoria. Las fuentes consultadas indican que todo está a punto, pero que no será Raquel Sánchez, sino su sucesor, el ahora ministro Óscar Puente, quien active la comisión.

La creación de esta comisión forma parte de los pactos entre los equipos de Pedro Sánchez y Pere Aragonès para aprobar los presupuestos del Estado. Sobre su funcionamiento, Òscar Oliver apunta que sería "un error" que se limitara a los representantes de los gobiernos central y catalán porque debería incluir a los agentes sociales –especialmente, patronales y sindicatos– "sin que eso suponga perder su componente técnica". De esta mesa debe salir una decisión o recomendación sobre la mejor opción para la ampliación del aeropuerto.

Oliver es un especialista aeronáutico y aeroportuario que formó parte del comité de expertos de Foment del Treball sobre la ampliación del aeropuerto. Anteriormente, fue director comercial de Aeropuertos de Catalunya (2011-2017), etapa en la que, como representante de la Generalitat en el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas, negoció con compañías extranjeras para que operaran desde el Prat.

A la espera del DORA3

Después de que la ampliación quedara fuera del llamado DORA2 (Documento de Ordenación Aeroportuaria, por el que se programan las inversiones) por discrepancias de la parte catalana sobre los planes de Aena, Oliver recuerda que hay que esperar a que se abra el DORA3. Primero hace falta consensuar un acuerdo y después redactar el proyecto, lo que retrasará la ampliación un mínimo de cinco o seis años, hasta 2030, "en el mejor de los casos".

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Òscar Oliver ejerce de asesor en materia aeroportuaria y de profesor de la UPC / Carlos Baglietto

Si el aeropuerto de El Prat llega a su capacidad operativa máxima a partir de 2025, cuando se espera que supere a los 55 millones de pasajeros, se repetirán episodios de congestión hasta que entre en funcionamiento la ampliación. Según Oliver, esta pasa necesariamente por el alargamiento de una de las pistas hasta más de 3.000 metros (la propuesta de Aena era hasta los 3.160 metros) y por la construcción de una nueva terminal para los pasajeros de largo radio.

Para permitir la operativa de los wide body (aviones de grandes dimensiones, que cubren las rutas intercontinentales) hace falta una pista de como mínimo 3.160 metros de longitud para facilitar sus maniobras de despegue y aterrizaje. La pista norte de El Prat reúne estas condiciones, pero genera demasiado ruido en los núcleos de población próximos, motivo por el que solo se utiliza para los aterrizajes.

Recuperación de rutas de largo radio

Las compañías que operan rutas de largo radio están volviendo al Prat. La última es Cathay Pacific, que a partir de junio del próximo año recuperará la ruta entre Barcelona y Hong Kong con Airbus A350-900XWB, siglas que significan Extra Wide Body. Son el tipo de aviones que requieren pistas de más de 3.000 metros de longitud.

Sobre la necesidad de una nueva terminal, Oliver apunta que todos los aeropuertos que son hub tienen una terminal especializada en el pasajero de largo radio porque tiene unas necesidades especiales: pasa más horas en la terminal, gasta más en las tiendas, va más a los restaurantes y a menudo duerme en el aeropuerto y, por eso, tiene que disponer de una instalación hotelera. Descarta que se pueda utilizar la actual T2, especializada en tráfico low cost, con unas compañías que operan vuelos de corto o medio radio que transportan unos pasajeros con unas necesidades diferentes.

Incremento de pasajeros

El aeropuerto de El Prat superó en noviembre pasado, por primera vez, los registros prepandémicos con 3,83 millones de pasajeros, un 18% más que el mismo mes de 2022 y un 4,3% más que en el de 2019. Aeropuertos como los de Mallorca, Tenerife, Málaga, Alicante o Sevilla ya llevaban meses con números más altos que los de antes de la covid, pero los de Barcelona y Madrid no la alcanzaron hasta este noviembre.

De enero a noviembre de este año, el Prat ha recibido 40,03 millones de pasajeros, un 20,1% más que el mismo periodo de 2022, con casi 293.000 operaciones, un 12,2% más. Pero ha caído ligeramente el volumen de tráfico de mercancías, en -0,5%, hasta las 142.700 toneladas, según datos de Aena.

De la proyección de estos datos, teniendo en cuenta que en diciembre siempre se mueven más pasajeros que en noviembre, el aeropuerto de El Prat cerrará el año con poco más de 50 millones de pasajeros. No se llegará a los 52,68 millones del 2019, pero todo apunta a que el próximo año será de récord. "Es perfectamente factible alcanzar los 55 millones en el 2024 y todavía no se ha decidido la ampliación", puntualiza Oliver.