Centenares de millones de papeletas se imprimirán para las elecciones generales españolas del próximo 23 de julio, tantas como para necesitar unas 3.000 toneladas de papel, de color blanco para el Congreso de los Diputados, y en color sepia, para el Senado. El gobierno español ya ha sacado a licitación el contrato administrativo de suministro que tiene por objeto la confección y distribución de los impresos oficiales, al que concurren las imprentas interesadas. Pero en paralelo, está todo el volumen de pedidos que eso genera en la industria papelera española. Entre estas empresas se encuentra Clariana, con sede en Villarreal (Castelló), una compañía del grupo Miquel y Costas especializada en la fabricación de papeles de color en España y que asume buena parte de la producción del papel de color sepia que se necesitará para el 23J. Fuentes de la compañía apuntan que en torno a 1.200 toneladas de papel saldrán de su fábrica.