Las cuentas de la Seguridad Social continúan mostrando una salud de hierro en el primer semestre del año, reforzadas por la solidez del mercado laboral. El superávit del sistema se situó en 7.540 millones de euros a 31 de julio, lo que supone un incremento espectacular del 143% respecto al mismo periodo de 2023, cuando el saldo positivo era de 3.101 millones. Estos datos, hechos públicos este jueves por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, reflejan la fortaleza de los ingresos en un contexto de crecimiento económico.

Esta cifra récord, que equivale al 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB), es el resultado de una dinámica financiera clara: los ingresos crecen a un ritmo mucho más vigoroso que los gastos. En concreto, los derechos reconocidos (ingresos) ascendieron a 143.101 millones de euros, un 9,6% más que el año pasado. Por su parte, las obligaciones (gastos) también aumentaron, pero en una medida menor, un 6,3%, hasta los 135.561 millones. La diferencia entre ambos conceptos arroja el abultado superávit.

El desglose de los ingresos confirma el excelente comportamiento del empleo y los salarios. La pieza angular de la financiación, las cotizaciones sociales, experimentaron un crecimiento interanual del 6,9%. En términos absolutos, se recaudaron 102.303 millones de euros por este concepto, lo que significa 6.643 millones más que en los primeros siete meses de 2023.

Este incremento sostenido es un indicador clave de la creación de empleo estable y de la evolución positiva de los salarios, que sostienen la base financiera del sistema de protección social. En el capítulo de gastos, la partida más significativa, con mucha diferencia, sigue siendo el desembolso en pensiones contributivas. El conjunto de prestaciones (jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad, a favor de familiares y el complemento para reducir la brecha de género) alcanzó la cifra de 103.635 millones de euros, tras un aumento del 5,7% interanual.

Este crecimiento, aunque considerable, se ha visto compensado con creces por el mayor flujo de ingresos por cotizaciones. El dato refleja el desafío demográfico permanente al que se enfrenta el sistema, con una base de pensionistas en aumento y una esperanza de vida creciente, pero también demuestra su resiliencia financiera en la actual coyuntura económica. Este superávit récord proporciona un colchón de seguridad crucial para el sistema de la Seguridad Social en un momento de transición e incertidumbre económica global.

Los expertos señalan que estos datos positivos dependen en gran medida de la continuidad de la bonanza del mercado laboral. Cualquier desaceleración económica que afectara a la creación de empleo podría impactar directamente en el ritmo de crecimiento de los ingresos. No obstante, las cifras presentadas hasta julio apuntalan la sostenibilidad a corto y medio plazo del sistema y ofrecen un margen de maniobra para la gestión de las prestaciones futuras, en un año marcado por la revalorización de las pensiones según el índice de precios al consumo (IPC) real.