El mercado laboral de la demarcación de Barcelona vive una transformación estructural sin precedentes, según los datos del Informe Económico Local de la Provincia de Barcelona 2025, elaborado conjuntamente por la Cambra de Comerç y la Diputació de Barcelona. La implantación progresiva de sistemas de inteligencia artificial en los entornos corporativos ha provocado una reducción neta de 2.743 puestos de trabajo en el sector de oficinas durante el presente año, marcando un punto de inflexión en la evolución del mercado laboral.
Esta contracción en los puestos administrativos y de gestión tradicional representa el primer signo cuantificable del impacto de la revolución digital en la estructura ocupacional del territorio. Sin embargo, esta pérdida se ha visto ampliamente compensada por una vigorosa creación de empleo en otros sectores. Hasta el tercer trimestre de 2025, las trece comarcas barcelonesas han generado un saldo positivo de 43.100 nuevos puestos de trabajo, evidenciando la resiliencia de la economía metropolitana. El desglose por sectores revela una economía en plena mutación:
- Repartidores y riders: Con 6.273 nuevos ocupados, se consolida como el sector de mayor crecimiento, reflejando la expansión definitiva de la economía de plataformas y las nuevas formas de consumo.
- Sector educativo: La segunda posición, con 6.197 nuevos puestos, demuestra la importancia creciente del capital humano en la era digital y la apuesta por la formación continuada.
- Tecnologías de la Información (TIC): Con 4.748 nuevos ocupados, confirma Barcelona como hub tecnológico del sur de Europa, especializado en desarrollo de software e infraestructuras digitales.
Las perspectivas de futuro
El informe sitúa estos cambios en una trayectoria de crecimiento sostenido. El ejercicio 2024 se cerró con una cifra récord de 2,6 millones de personas ocupadas en la demarcación de Barcelona, representando un incremento del 1,9% respecto a 2023 y un descenso de aproximadamente 6.000 personas en la lista del paro. Los analistas de la Cambra de Comerç señalan que esta transición hacia un modelo económico más digitalizado, pero con ocupación de mayor valor añadido, requiere políticas activas de reciclaje profesional. La formación en competencias digitales y las habilidades socioemocionales se configuran como ejes estratégicos para garantizar que ningún colectivo se quede atrás en esta transformación.
Esta reconfiguración del mercado laboral plantea retos inéditos en materia de protección social, modelo productivo y cohesión territorial. Mientras los nuevos sectores muestran una vitalidad incontestable, la desaparición de ocupaciones tradicionales obliga a repensar los modelos de relación laboral y los sistemas de protección social, especialmente en sectores como el de reparto, caracterizado por una alta precariedad. Los expertos concluyen que Barcelona se enfrenta al reto de articular un nuevo pacto social que armonice la innovación tecnológica con la calidad del empleo, garantizando que la transición digital no solo sea eficiente, sino también socialmente justa e inclusiva para todos los ciudadanos de la demarcación.