Unas 40 empresas, principalmente asiáticas, han mostrado su interés por instalarse en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Tarragona, ubicada en el término municipal de Vila-seca y que estará operativa en 2026, según el presidente del Puerto de Tarragona, Santiago Castellá. Se trata de empresas de los sectores del automóvil eléctrico y de combustión, los semiconductores, las baterías o los vinculados al reciclado de productos y la utilización de plásticos están interesadas en ubicarse allí. "Son sectores estratégicos que pueden interactuar con la industria petroquímica que tenemos al lado", apunta Castellà.

En una entrevista con Efe, Castellà asegura que la Generalitat considera esta ZAL "como uno de los mejores terrenos, si no el mejor, para atraer industria en Catalunya”. “Tenemos 90 hectáreas urbanizadas conectadas con una estación intermodal de ferrocarril (La Boella) y con una red de carreteras para una salida de camiones ordenada. Es la intermodalidad perfecta", afirma Castellà, que antes de presidir el Puerto de Tarragona había sido subdelegado del gobierno español en la provincia.

Cruceros

Los cruceros son otra de las apuestas de Santiago Castellà al frente del Puerto, que prevé batir este 2025 su récord de escalas, con 65, después de que MSC Cruceros haya elegido Tarragona como base para uno de sus trayectos semanales por cuarto año consecutivo. "Más allá del número de cruceristas que llegan o de cuánto gastan, lo importante es haber situado el nombre de Tarragona en el mapa mundial y que eso atraiga inversiones. Ya no somos solo el sur de Barcelona, ahora ya tenemos una entidad propia", resalta.

En este sentido, el presidente considera que el Puerto de Tarragona "debe ser el motor del territorio, no debe tener interés solo en su propio negocio, sino que debe ser un instrumento que sirva para la reactivación, la transición ecológica o la logística del territorio, para hacerlo más fuerte". "El puerto, por su propia dinámica, es un espacio despolitizado y, por tanto, puede ayudar para alcanzar consenso entre instituciones", añade. 

Otros proyectos

Otro de los proyectos que prevé poner en marcha en breve el presidente del Puerto de Tarragona, nombrado recientemente, es la terminal de Guadalajara-Marchamalo, que podría estar lista en septiembre. "Estamos estudiando el modelo de gestión. Entendemos que no tiene que ser un modelo pensado solo desde el puerto de Tarragona, sino que tanto La Boella como Marchamalo pueden ayudar a definir una estrategia de todo el noreste de España, en la que queremos implicar a los puertos de Barcelona y Bilbao y a otros actores para hacer la transición de la carretera al ferrocarril", explica Castellà.

El Puerto de Tarragona quiere también seguir avanzando en la descarbonización de la infraestructura. "Estamos trabajando en la electrificación de los muelles y calculamos que en 2028 todo el tráfico de cruceros en el puerto podrá ya ser eléctrico", avanza su presidente. La economía azul, vinculada al mar, jugará un papel crucial en este proceso hacia un modelo más sostenible. "Aquí hay muchas actividades relacionadas con la industria del sector marítimo que están por desarrollar, como los submarinos teledirigidos, la aplicación a actividades de la inteligencia artificial, la recuperación de la biosfera marina o las nuevas dinámicas de la pesca", comenta.