El precio de la vivienda en venta cerrará el año con una subida superior al 15% interanual, con especial incidencia en las ciudades de Madrid y Valencia. En cambio, en Barcelona, los precios crecerán a un solo dígito, al haber paliado la reducción de oferta con las viviendas provenientes del mercado del alquiler, según apunta un informe de Idealista.

Este informe indica que “todo el peso de la demanda se apoya sobre la vivienda usada, que hace tiempo que no es suficiente para sostenerlo”. Con unos niveles de construcción en torno a las 100.000 unidades anuales, la procedencia de la mayoría de las ventas son viviendas anteriormente alquiladas. Pero Idealista advierte que esta tendencia no puede mantenerse indefinidamente, ya que el stock de vivienda en alquiler va reduciéndose.

Ante esta situación, indican que “es imprescindible que se termine con la criminalización de la construcción, el ruido populista y la ceguera política que impide que se activen mecanismos, como la Ley del Suelo, que acelerarían la creación de nuevas viviendas”.

En su análisis, apuntan que los números de compraventas de viviendas se sitúan en máximos, superando largamente las 700.000 unidades vendidas, aunque en los últimos meses de este año se está produciendo un proceso de desaceleración, “posiblemente provocado por los altos precios alcanzados y la importante reducción de viviendas disponibles en el mercado”.

Por lo que respecta a las hipotecas, al contrario de lo que sucedió en 2024, la concesión ha ido de más a menos, pasando de la “euforia del primer semestre” a un crecimiento más comedido en la parte final de este año.

En las previsiones para 2026, Idealista sostiene que será “un año de continuidad: precios al alza, presión en la demanda, oferta escasa y un relato orientado no a encontrar soluciones, sino a buscar culpables”.

En un tono editorialista, el análisis de Idealista advierte que “la falta de oferta se ha vuelto endémica, pero el foco sigue puesto en atacar los precios desde posturas altamente ideologizadas”. Añade que “vivimos una enorme incertidumbre legislativa en la que la falta de acuerdos mínimos provocará que sea prácticamente imposible aprobar o modificar ninguna ley que mejore la accesibilidad de la vivienda". "En 2026 la situación de la vivienda solo profundizará en la senda que caminamos en los últimos años: los precios seguirán subiendo, tanto en venta como en alquiler, y la oferta seguirá bajando, tanto en venta como en alquiler", añaden.

Y concluye que “la emergencia del alquiler es total, cercana ya a la catástrofe”. Indica que el problema ya no son solo los precios sino la “imposibilidad de alquilar” una vivienda, aun pudiendo pagarla. Aseguran que más de 50 interesados compiten por cada anuncio que se publica en idealista para los que, a priori, el precio no es el principal obstáculo.