El precio de la luz ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza para la población española en 2022. Hasta hace apenas seis meses, la luz estaba llegando a cotas jamás vistas, algo que se extrapoló de manera directa a las facturas de los hogares. Rebajar y sostener el precio de la energía ha sido una de las tareas de los Gobiernos y líderes políticos y, por el momento, parece que van cumpliendo. El precio de la luz, pese al repunte de hoy, sigue estando en unos niveles aceptables, sobre todo si los comparamos con los de la Navidad del año pasado, o con los que marcaba en el pasado verano.

El precio promedio de la luz para los clientes que tienen vinculada la tarifa al mercado mayorista será de unos 34,46 euros por MWh. Pese a que este precio supone un incremento cercano al 63% con respecto a la jornada de ayer, la realidad es que entra dentro de los márgenes de los hogares españoles atendiendo a las elevadas tarifas de verano.

Con los 34,36 euros de hoy, el precio de la luz ha escalado por primera vez en los últimos seis días. Pese a ello, esta es la segunda marca más baja del mes después de la que la luz selló en la jornada de ayer.

Un crecimiento nunca antes visto

Ver para creer. Después de un ejercicio complejo, marcado por la inestabilidad económica y la crisis energética, el precio de la luz comienza a desahogar a las familias españolas. Desde el estallido de la guerra en Ucrania, el precio de las materias primas, las cuales afectan directamente sobre le precio de la luz, comenzaron a subir hasta niveles récord. El gas, el cual tiene una importancia mayúscula a la hora de cifrar el precio promedio de la luz, escaló hasta sus máximos históricos en verano tanto en el TTF, mercado de referencia, como en el Mibgas, índice de referencia para España y Portugal.

Con el crecimiento del valor del hidrocarburo, el precio de la luz se sumió en una tendencia al alza que repercutió directamente sobre las facturas de los españoles, haciendo imposible el pago para muchas de ellas. Además de ello, en la primera mitad del ejercicio, las perspectivas no eran halagüeñas, y más teniendo en cuenta que Rusia seguía tensando la situación energética con Europa con sus cortes en los principales gasoductos del continente o la obligación de pagar en rublos tanto petróleo como gas.

Desde 311 euros/MWh hasta 34,36 euros/MWh

Habiendo pasado más de diez meses desde el estallido del conflicto armado, el precio de la luz empieza a dar un respiro. La desaceleración ha llegado en momento propicio, inmersos en la temporada de Navidad, en la que el consumo, a priori, debería dispararse. Con esto, y echando la vista a la temporada navideña del anterior ejercicio, el precio de la luz ha descendido un 89%. En 12 meses, la luz ha cedido desde los 311,02 euros/MWh hasta los 34,36 euros/MWH, que marca actualmente.

Existen varios motivos que explican una caída tan abrupta en apenas un año. De base, antes de entrar en 2022, el precio del gas, el cual repercute directamente sobre el precio de la luz, era elevado. El hidrocarburo es, hoy por hoy, la única vía capaz de satisfacer la elevada demanda de luz. Es decir, el precio del gas es esencial para quienes distribuyen la energía eléctrica a los hogares. Si el gas crece, la luz lo hará también. Esta tendencia podría cambiar si se potenciasen otras energías, un proceso que debido a la guerra en Ucrania se ha acelerado.

El precio del gas en el Mibgas en diciembre de 2021 era de 122 euros/MWh, mientras que el valor actual se mantiene sobre los 78 euros/MWh. Es decir, el hidrocarburo refleja una caída superior al 36% en apenas doce meses.

¿Por qué cae el precio del gas?

El motivo por el que cae el precio de la luz es prácticamente el mismo que el de por qué cede el gas. Al fin y al cabo, la electricidad está estrechamente vinculada al gas. El hidrocarburo es uno de los pocos recursos energéticos que, hoy por hoy, es capaz de cumplir con la demanda de luz de la sociedad. De ahí que sus precios tengan esa ‘paridad’, la cual no se corresponde al aspecto monetario, pero sí a la dinámica de los precios. Si uno sube, el otro también, y viceversa.

El gas viene cediendo debido a que los Estados miembro de la UE, entre los que figura España, han diversificado el suministro energético. Pese a que el país ibérico no está sujeto a la dependencia energética de Rusia, la problemática generada por el país presidido por Putin sobre el mercado energético también ha afectado a los precios de la energía en España.

Las naciones han recurrido a nuevas vías, o han potenciado otros recursos energéticos, para caminar al margen de Rusia. La vía más rápida, y efectiva, ha sido la importación de GNL procedente de Estados Unidos o China. Es por ello por lo que las reservas de gas de la Unión Europea están completas al 90%. La menos demanda ha implicado una reducción considerable del precio del gas tanto en el TTF como en el Mibgas, y esto, por ende, ha repercutido en una caída del precio de la luz.

La temperatura también ha ayudado

Otro de los motivos que explican la caída del precio del gas es la temperatura. Pese a que la temporada invernal acaba de empezar, las temperaturas siguen siendo anormalmente elevadas para las fechas actuales. Atendiendo a la dinámica de los últimos diez años, en diciembre de 2012, el promedio en diciembre estaba en 9 grados, mientras que actualmente se mueve entre los 13 grados y los 15 grados.

Esto ha hecho que los hogares no hayan recurrido a la calefacción de la manera esperada, lo que ha hecho que las reservas de gas del país sigan elevadas y, por tanto, no haga falta adquirir contratos del hidrocarburo.

La luz, pese al alza de hoy, sigue dando un respiro a los hogares españoles. El precio del que ha sido uno de los quebraderos para ciudadanos y Gobiernos, va cediendo gracias a la desescalada del gas. En 12 meses, la luz he decrecido un 89%. Está por ver si el precio sigue decreciendo o, al contrario, emerge en los primeros compases del nuevo año.