En España hay algo más de medio millón de becarios que, por fin, tienen derecho a que coticen por ellos la Seguridad Social, y siguen subiendo, pues a principios de mes superaban ligeramente los 450.000, según fuentes de la Seguridad Social. Hasta ahora era un secreto cuántos becarios (técnicamente, estudiantes en prácticas no remuneradas) había en España repartidos por empresas y organismos públicos. Pero desde el 1 de enero, gracias a la obligación de cotización, además de empezar a sumar para su futura pensión, están contabilizados y controlados por la administración, sin importar si cobran un salario (técnicamente, compensación económica) o si hacen las prácticas poniendo dinero de su bolsillo.

A diferencia de los contratos de formación, que están regulados en el Estatuto de los Trabajadores y obligatoriamente deben cobrar un salario, los becarios son estudiantes universitarios o de Formación Profesional, cuyas prácticas son una extensión de su formación y, por tanto, no mantienen una relación laboral con la empresa u organismo que les permite hacer las prácticas. Algo que precisa previamente de un acuerdo entre estas empresas o administraciones públicas y los centros de enseñanza que quieren que sus alumnos puedan realizar prácticas, ya sean curriculares (cuentan en su expediente académico) o extracurriculares (no cuentan).

Protección por accidente

En concreto, a 8 de abril había 503.067 los alumnos en prácticas no remuneradas que “han estado dados de alta en la Seguridad Social durante al menos durante un día”. Antes de enero no existía la obligación de cotizar por los becarios, pero sí por los alumnos con contratos de prácticas remuneradas. Fuentes del ministerio que dirige Elma Saiz, “se trata de una extensión de derechos que beneficia a los más jóvenes que, de este modo, podrán comenzar una carrera de cotización que les permitirá generar derechos a futuro, puesto que supondrá el reconocimiento de este tiempo como cotizado a efectos de la futura pensión”. Pero además, estarán protegidos durante las prácticas, por ejemplo, en caso de accidente.

De los más de medio millón de becarios contabilizados hasta el momento, casi 110.000, algo más de una cuarta parte, estaban realizando sus prácticas en la Comunidad de Madrid, 91.000 en Catalunya y 87.400 en Andalucía. Tras estos territorios, la Comunidad Valenciana cuenta, hasta la fecha, con 68.500 becarios y ya a mucha distancia, Castilla y León, Canarias, País Vasco y la Región de Murcia rondan los 23.000.

Sin Estatuto del Becario

Se da la paradoja de que la cotización ha sido anterior a la regulación de estos estudiantes en prácticas no remuneradas, conocido como el Estatuto del Becario, que el Ministerio de Trabajo no consiguió sacar adelante en la anterior legislatura, por el rechazo de los empresarios, las universidades y sus socios de gobierno ERC, PNV y Bildu. Un rechazo que continúa. Pero sobre todo, tuvo en frente a la parte socialista del gobierno de coalición, con la exvicepresidenta primera, Nadia Calviño, a la cabeza.

Desde el Ministerio de Trabajo insisten en que el texto que se quedó en el tintero tiene el visto bueno de la parte socialista y se aprobará en un Consejo de Ministros que, según apuntan, no debería tardar mucho tiempo. Desde el departamento que lidera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, señalan las duras negociaciones que se mantuvieron entre las dos formaciones coaligadas y, la dura pelea, por incluir un artículo determinado (el) o uno indeterminado (un) en el programa de gobierno España Avanza. La redacción fue escueta: “aprobaremos el estatuto del becario”, con "el", en referencia al documento ya aprobado entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, y no "un", en referencia a un texto nuevo.

Pagado por la Seguridad Social

La obligación de cotizar tuvo una fuerte reacción por parte de las universidades, que entendían que una parte de los becarios hacían prácticas en las propias universidades. Lo que supondría un coste muy alto para las universidades. Para desactivar las resistencias, la Seguridad Social accedió a que el 95% de la cotización de los becarios está subvencionada, lo que implica que se han hecho cargo de la práctica totalidad de la cotización de los estudiantes en prácticas no remuneradas.

La cotización consiste en una cuota empresarial, por cada día de prácticas, de 2,67 euros por contingencias comunes, excluida la prestación de incapacidad temporal, y de 0,33 euros por contingencias profesionales, sin que pueda superarse la cuota máxima mensual por contingencias comunes de 60,76 euros o por contingencias profesionales, que se sitúa en los 7,38 euros. La subvención del 95%, en principio, estará vigente durante este año y se aplicará para las contingencias comunes. Lo que supone, en dinero, que de un máximo de cotización (22 días de prácticas al mes), que significaría que el becario cotizará por 68,14 euros, la entidad donde se realizan las prácticas abonará como máximo solo 11,42 euros, y como mínimo 4,37 euros. El resto lo paga la Seguridad Social.

Desde la Seguridad Social confían en que el número de becarios siga creciendo a lo largo de este mes, pues las empresas y los organismos públicos tienen hasta el 29 de abril para comunicar el número de días en que se están realizando las prácticas del primer trimestre del año.