El IPC en febrero de 2023 sube por segunda vez consecutiva y se coloca en el 6,1% en términos interanuales (respecto a febrero de 2022), de acuerdo con el indicador adelantado dado a conocer este martes por el INE. Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de dos décimas en su tasa anual, ya que en el mes de enero esta variación fue del 5,9%. Esta evolución es debida a que los precios de la electricidad suben este mes, frente al descenso registrado en febrero de 2022, y a que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan más que en febrero del año pasado, según reconoce el INE. La subyacente sigue su tendencia al alza y se coloca en el 7,7% en febrero, dos décimas por encima de enero.

En sentido contrario, destaca la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, los cuales aumentaron en febrero de 2022, y del transporte combinado de pasajeros, frente a la estabilidad del año anterior. La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta dos décimas, hasta el 7,7% en una evolución imparable desde septiembre de 2021 cuando se situó en el 1%. En los últimos 20 años -datos disponibles del INE-, descontando las cifras de los últimos meses, la inflación subyacente ha tocado el punto álgido, el 4,1%, en mayo y junio de 2002. Tres puntos y medio inferior al registrado este febrero. Hay que remontarse a diciembre de 1986 para ver una tasa subyacente del 7,7%. 

Buena parte de la subida del IPC de febrero es achacable a la electricidad, que ha subido en el mes de febrero un 60%, según los datos de Red Eléctrica Española. Así, la media de febrero se ha colocado en 143,2 euros el megavatio hora (€/MWh), frente a los 89,9 euros del mes de enero. Sin embargo, en términos anuales, sigue estando más barata, pues el precio de febrero de 2022 fue 205,9 €/MWh. No obstante, en aquel mes de febrero registró descensos frente a los 210 euros de enero y muy especialmente de los 252 euros de diciembre de 2021, mientras que este año se ha generado un repunte frente a enero. No así frente a diciembre, cuando el coste de la electricidad fue de 146,6 euros, diez euros más que en febrero.

Habrá que esperar hasta mediados de marzo -cuando el INE aporte los datos desagregados por productos- para saber cómo ha afectado exactamente la subida de la electricidad en la inflación de febrero y, muy especialmente, para conocer cómo se ha comportado la alimentación, aunque el INE ya ha adelantado que ha subido, lo que recrudecerá el debate entre los dos partidos del gobierno sobre la eficacia del Gobierno de reducir el IVA a una quincena de alimentos.

Crecimiento del 1% mensual

Pero si la evolución interanual es preocupante, lo es más la mensual, pues la subida de la luz, pero también de los alimentos, supone que en solo un mes se ha encarecido el coste de la vida un 1%, un incremento que no se producía desde junio del pasado año cuando el índice general aumentó un 1,9%. De hecho, en los ocho meses que han transcurrido desde entonces, exceptuando este mes de febrero, las subidas mensuales han sido de tan solo tres décimas (en agosto y octubre del pasado año) y de dos décimas en diciembre. El resto de los meses se han registrado descensos respecto a los precios del mes anterior. Incluso en enero pasado se produjo una reducción de 2 décimas, gracias a la reducción del precio de la electricidad, pero también al impacto de la reducción del IVA sobre los alimentos.

Desde diciembre, la inflación ha repuntado cuatro décimas, del 5,7% al 6,1%, rompiendo la línea descendente que se inició en julio del pasado año, cuando la coste de la vida llegó a crecer un 10,8%, cifras desconocidas en 40 años. Desde entonces, el índice general ha ido bajando gracias a la reducción de los precios energéticos, especialmente la electricidad, pero también el gas y los combustibles fósiles que, cabe recordar, estuvieron subvencionadas por el Gobierno de forma generalizada con 20 céntimos por litro de gasolina o diésel.

Una medida que ha supuesto cerca de 5.000 millones de euros y que el Gobierno decidió retirar en diciembre, limitando las ayudas a determinados sectores, especialmente el transporte. Los economista llevan advirtiendo del riesgo de un repunte en el índice general del IPC ante las previsibles subidas de la electricidad y el gas que se preveían para el primer trimestre de este año, con la llegada del frío. Un temor justificado como se ha demostrado con el dato de febrero dado a conocer hoy por el INE.

Inflación de febrero en Francia

España no ha sido el único país de la zona euro donde ha repuntado la inflación en febrero. En Francia, la tasa ha crecido dos décimas hasta el 6,2% (colocándose en niveles muy similares a España), sobre todo a causa de los alimentos y de los servicios, según el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) del país vecino, según los resultados provisionales. El incremento de los alimentos entre febrero de 2022 y el mismo mes de este año es del 14,5% (en enero en España se colocó en el 15,4%), frente al aumento interanual del 13,3% que se había constatado en enero. La diferencia es particularmente marcada para los productos frescos, con un alza del 14,2% en febrero, frente al 10,2% en enero. El otro gran factor de aceleración de la inflación son los servicios, con un aumento en doce meses del 2,9% en febrero después del 2,6 % en enero. El equivalente al INE francés no hace referencia a la electricidad.