El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha aprovechado el brindis de Navidad con la prensa para denunciar un “ataque sin piedad” del Govern de Salvador Illa contra los propietarios de viviendas por sus posiciones sobre el alquiler, especialmente el de temporada.
“Tenemos una grave preocupación por una política orientada a un intervencionismo muy dogmático que, en lugar de implementar políticas que incrementen la oferta de vivienda, plantean medidas ineficientes, ineficaces e intervencionistas que van en la dirección de cargar la culpa a los propietarios: Es un ataque sin piedad contra los propietarios”, ha afirmado el presidente de Foment.
Sánchez Llibre considera que se da una situación “de inseguridad jurídica” porque se han dictado 47 normativas en los últimos años sobre vivienda que no han servido para poner más suelo a disposición de la construcción ni se ha mejorado la “lentitud administrativa”.
Ha indicado que el Govern es “prisionero de unos grupos parlamentarios que van en la dirección del decrecimiento económico y de aplicar medidas radicales de izquierda [...] Esperamos que en 2026 las políticas económicas sean más eficientes y business friendly”.
Y ha recordado que el Govern todavía tiene que aprobar los presupuestos, que son “necesarios para el país y el bienestar de los ciudadanos”. Ha indicado que deben “poner sobre la mesa medidas de sanidad, educación y servicios sociales” que deben garantizar el bienestar de la población.
Ha vuelto a pedir al Ayuntamiento de Barcelona que retire la reserva del 30% de las promociones y grandes reformas para vivienda de protección oficial. Ha añadido que creía que el alcalde Jaume Collboni quería retirar este planteamiento, pero se ha encontrado con la negativa de sus socios. “Collboni es prisionero de las fuerzas radicales de izquierda contrarias a los planteamientos de Foment”, motivo por el cual considera que debería buscar la colaboración de otros socios.
Si bien ha dicho que no quería hablar de política, Sánchez Llibre se ha mostrado convencido de que Carles Puigdemont volverá a Catalunya “en los próximos meses”. Ha indicado que “cuando el regreso de Puigdemont sea realidad, habrá una normalización en las relaciones entre Catalunya y el Estado”, así como entre Junts y el PSOE.
Y se ha mostrado conciliador sobre la nueva Ley de Cámaras, aún en trámite parlamentario. Se ha mostrado totalmente convencido de que “habrá una gran complicidad entre la Cambras de Comerç y la patronal” con el objetivo de que las empresas sean más competitivas.
Y ha hablado de jornada laboral, después de que su reducción quedara aparcada en el Congreso, para defender que debe acordarse en el marco de los convenios colectivos y no por imposición del Gobierno a instancias del Ministerio de Trabajo. Al respecto, ha indicado que una reducción progresiva ya se está implementando en convenios como los recientemente acordados por los sectores de la hostelería y el metal.
