La infrafinanciación de Catalunya tiene muchas consecuencias, y no solo con respecto a las inversiones en infraestructuras. Afecta a la competitividad de las empresas y también al gasto social, generando unos servicios públicos que no tienen la calidad que tendrían que tener y que sí tienen en otras regiones con una renta similar tanto a España como al resto de Europa.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio Impacto de la Infrafinanciación sobre la Competitividad y el Bienestar en Catalunya, presentado este jueves por la Cambra de Comerç de Barcelona. Además de valorar las inversiones, el informe también pone la lupa en lo que se destina a Catalunya en Investigación y Desarrollo (I+D), vivienda, educación y sanidad, comparando con regiones similares, y no sale bien parada.

Entre el 2014 y el 2021, Catalunya dedicó por término medio el 0,63% de su PIB a I+D, el equivalente a 1.373 millones de euros. La cifra, aunque es superior a la media española, queda lejos del 0,76% del PIB en que dedican por término medio Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Bélgica (UE-5). Para equipararnos, habría que destinar a investigación 303 millones más cada año.

 

 

Con respecto a los dos grandes gastos sociales de los presupuestos de la Generalitat, sanidad y educación, los datos también son negativas. En este caso, la Cámara las compara con las regiones de España con más renta per cápita, las comunidades forales. En sanidad, el gasto público por catalán fue en el 2019 de 1.524 euros, mientras en Navarra fue de 1.701 euros y al País Vasco, de 1.877 euros. Para situarse al nivel de la UE-5, Catalunya tendría que destinar 3.022 millones más al año al sistema sanitario.

En educación, el gasto por alumno no universitario de centro público –no incluye los concertados— fue de 6.024 euros en el 2019, muy por debajo de los 7.977 euros de Navarra y los 9.944 euros del País Vasco. Con respecto a los países europeos con los que la Cámara compara Catalunya, el gasto se sitúa 705 euros por alumno por debajo, para el que se tendrían que destinar 623 millones de euros más.

La vivienda, la gran asignatura pendiente

En vivienda está donde las comparaciones son más odiosas. En Catalunya se destinaron 41,3 euros per cápita de dinero público en el 2019, unos 8 euros menos que la media española, casi 30 euros menos que en el País Vasco, 33 menos que en Madrid y 60 menos que en Navarra. El déficit con respecto a las CC. AA. punteras es de 263 millones de euros al año.

El presidente de la Cámara, Josep Santacreu, explicó que, aunque este gasto corresponda al Govern de la Generalitat, "está acondicionada por un modelo de financiación autonómica que lleva diez años caducado e impide tener unos servicios públicos de calidad mínimamente proporcional a su capacidad fiscal". Por eso, la institución reclama un nuevo sistema de financiación, aunque pueda ser extensible a todas las comunidades autónomas, pero que reconozca las que más aportan.