La inversión pública anual en Catalunya es 2.300 millones de euros inferior a la media española, déficit que se produce, por una parte, por la falta de ejecución de los presupuestos del Estado a Catalunya y, por la otra, por la infrafinanciación autonómica, según un informe de la Cambra de Comerç de Barcelona presentado este jueves.

La cifra surge de comparar la inversión de las administraciones públicas con respecto al Producto Interior Bruto: en Catalunya es de lo 1,3%, mientras que al conjunto del Estado es del 2,3% del PIB. Si se situara en este nivel, supondría una inversión adicional de 2.300 millones. La Cámara también ha comparado los datos con la media de Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y Bélgica, que considera equiparables a Catalunya, y con la cual la diferencia todavía es más flagrante: para situarnos a niveles de estos países, se tendrían que invertir anualmente 3.400 millones más, hasta el 2,8% del PIB.

Estos datos hacen referencia al total de inversión pública, tanto por parte de la Generalitat como del Gobierno. Pero una parte muy importante es el déficit inversor por parte del Estado, que se nota tanto por lo que se presupuesta como, sobre todo, por lo que se ejecuta. De hecho, este es el gran problema, según ha asegurado la jefe de estudios de la Cámara, Joan Ramon Rovira, y ha mostrado con datos, ya que Catalunya es la región donde se acaban llevando a cabo menos inversiones en infraestructuras con respecto a las presupuestadas.

El Estado solo ejecuta el 60% de las inversiones que presupuesta en Catalunya, muy por debajo de Madrid, que supera el 100%

Los datos reflejan que las inversiones del Estado en Catalunya, la mayoría de las cuales se dedican a infraestructuras, equivalen solo al 10,7% del PIB, muy por debajo de su peso poblacional, del 16,2%, y económico, del 19%, según un cálculo de la media entre 2015 y 2021. En Madrid, en cambio, llega al 16,6%, mientras que su peso poblacional es del 14% y, el económico, del 19,3%. Si Catalunya hubiera recibido el equivalente a su peso económico, hubiera supuesto 1.400 millones más al año en inversiones.

"La principal problemática es un grado muy deficiente de ejecución. Se promete en presupuestos lo que no se cumple en ejecución. Se ejecuta el 60% de lo que se presupuesta, mientras en Madrid supera el 100%," ha lamentado Rovira, que ha subrayado que si Catalunya llegara a la media española, en torno al 70% de ejecución, recibiría 580 millones más cada año.

Josep Santacreu, presidente de la Cambra de Comerç, ha lamentado la infrafinanciación que recibe Catalunya, que “nos impide tener unos servicios públicos de nivel”. Por eso, ha pedido un nuevo sistema de financiación, que puede estar abierto en todas las comunidades autónomas, “pero que pondere los principios de eficiencia y capacidad fiscal” y cuente con el consenso de las empresas.