Los autónomos ya representan en torno al 16% de la ocupación en España, y por eso cualquier novedad en la tributación de este colectivo tiene una gran repercusión. Por otra parte, empresas como Malt, basadas en conectar a freelances con empresas, constatan que muchos de los que trabajan en este régimen de formato fiscal, ya no quieren volver a su última condición de asalariado. A pesar de todo, las diferencias entre comunidades autónomas por todo el Estado español, favorecen que en unas sea más asequible darse de alta y, en otros, se tengan que pagar más impuestos. Pero más allá de estas diferencias sustanciales, está de comunas que marca el mismo Gobierno y, en concreto, desde el Ministerio de Hacienda, ya se han previsto cambios sustanciales por el próximo 2024 donde, con independencia de lo que factures, tendrás que declararlo aún también afectará a los que tengan ingresos más bajos, incluso, por debajo de los 1.000 euros brutos mensuales. A grandes rasgos, para el 2024 se tiene que revisar el cambio en el sistema por tramos y la aplicación del IRPF.

🤔 ¿Puedo facturar si no soy autónomo?
 

Sistema por tramos

Desde el 1 de enero del 2023 el sistema de cotización se basa en el rendimiento neto de los negocios. En otras palabras, cotizarás según los ingresos reales de tu empresa. Eso significa que las empresas y los autónomos tienen la obligación de presentar una previsión de ingresos anuales. Lo mismo pasa con los nuevos trabajadores por cuenta propia de que se den de alta al RETA. Este sistema ya está en vigor y consiste en 15 tramos de cotización y cuotas que van desde los 230 a 500 euros durante el 2023. Esta cuota irá disminuyendo levemente en los tramos con unos beneficios más bajos, mientras que, en los más altos, irá aumentando de forma considerable cada año. La reforma se hace para ser más equitativos, pero resulta que los impuestos suben, depende de quién lo mire. Así, los tramos con unos ingresos bajos pagan menos cuota a la Seguridad Social que los tramos más altos. Por ejemplo, los autónomos con un rendimiento neto inferior a 670 euros pagan 230 euros, mientras que aquellos que superen los 6000 euros pagarán 500 euros en el mes. ¿La gran pregunta que se hacen los autónomos es, a qué grueso reducido puede beneficiar pagar menos impuestos si la base cotizable no llega ni al salario mínimo interprofesional? Además, en comparación con el año 2022, los autónomos con un rendimiento neto inferior a 1.300 euros ven reducidas las cuotas. Sin embargo, aquellos que superan los 1.300 euros pagarán más a la Seguridad Social, tal como recuerda la asociación Ayuda Pymes.

El sistema de cuotas es progresivo en su implementación y, por lo tanto, para el próximo 2024 hay cambios donde también se aplican subidas y bajadas. Las personas con un rendimiento neto inferior a 670 euros pagarán 225 euros mensuales. Eso supone una reducción de 8 euros al mes, o lo que es lo mismo, un ahorro de 683 euros en el año respecto del 2022. En cambio, los que tienen un rendimiento neto superior a 6.000 euros pagarán 530 euros mensuales, cosa que supondrá un aumento de 2.833 euros con respecto al 2022 y 360 euros con respecto al 2023. Igual que sucede en el 2023, se verán beneficiados aquellos cuyo rendimiento sea inferior a 1.300 euros, aunque no se hará notable hasta superar los 1.700 euros, según subraya en el estudio a Ayuda Pymes.

El IRPF, para todo el mundo

Por otra parte, es importante entender el sistema de cuotas y sus cambios, para aplicar otra derivada que afecta a la declaración del IRPF a partir del próximo 2024. Este sistema se aplica de forma gradual y el año que viene, se añade otro aspecto que afecta a las obligaciones ante la Agencia Tributaria española. A partir del 2024, todas las personas que hayan sido dadas de alta el año anterior como autónomos tendrán que hacer obligatoriamente la declaración de la Renta, es decir, todo el mundo tendrá que presentar todos los ingresos y los gastos que tuvieron el año anterior para liquidar el impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF). Como siempre, la declaración puede salir a pagar o volver, dependiendo de cuántos beneficios se hayan obtenido el año anterior. No obstante, independientemente del resultado, una parte de los contribuyentes tienen la obligación de presentar esta declaración anual. Esta se constata en la última modificación con la Ley 35/2006, de 28 de noviembre de 2022, del impuesto sobre la renta de las personas físicas. Esta norma es la que establece cada año qué contribuyentes están obligados, tal como recuerda el portal especializado Quipu, y cuáles no a hacer la declaración de IRPF. En el caso de los autónomos, hasta ahora, la Ley decía que estarán obligados a presentar la RENTA todas aquellas personas físicas que hayan obtenido el año previo más de 1.000 euros de rendimientos netos por sus actividades económicas, es decir, por su negocio. Pero el artículo 95 de la ley está modificada y, por debajo de los 1.000 euros, también estarán obligados a declararlo.

Así pues, el texto del artículo es meridiano: "No obstante, estarán en cualquier caso obligadas a declarar a todas aquellas personas físicas que en cualquier momento del periodo impositivo hubieran estado de alta, como trabajadores por cuenta propia, en el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos, o en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar". Por lo tanto, a partir del 2024, todos los autónomos tendrán que presentar la declaración.