El impacto económico de la actividad del sector de la construcción y promoción sobre la economía catalana se mantiene constante desde el 2013, y se sitúa en torno al 5% del valor añadido bruto (VAB), según un informe de la cátedra de empresa "Vivienda y Futuro" de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Asociación de Promotores y Constructores de Catalunya (APCE). El mismo estudio traduce este peso del sector en datos -del 2016, que son las últimas disponibles-, de manera que se sitúa el valor de la producción en 47.221 millones de euros, un valor añadido bruto (VAB) de 24.300 millones de euros y un total de 398.647 empleos. Se hace especial énfasis en el efecto inducido que el sector tiene en el conjunto de la economía catalana: una cifra equivalente al 7% del producto interior bruto (PIB), es decir, casi 19.000 millones de euros. Por otra parte, la actividad generada por el sector de la construcción y promoción de manera directa, indirecta e inducida comporta unos ingresos fiscales vía impuestos (IVA, IRPF y sociedades) y cotizaciones en la Seguridad Social de casi 7.056 millones de euros. Centrándonos en el subsector de la construcción y promoción de viviendas, se calcula que un 20% del precio de la vivienda es coste fiscal (incluyendo los impuestos estatales, catalanes y municipales).

Los autores del estudio aterrizan los datos a niveles de la economía cotidiana. Por lo tanto, cada euro de gasto hecho a Catalunya por el sector de la construcción genera en la economía catalana 0,89 euros de valor en un conjunto de bienes y servicios (VAB) como resultado del efecto directo y del indirecto, y 1,29 euros si se suma el efecto inducido. ​En el caso del empleo, el multiplicador es el siguiente: por cada puesto de trabajo (efecto directo) asociado al sector de la construcción y promoción se generan 1,23 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, de los cuales 0,61 son de efecto indirecto y 0,62 de efecto inducido.

El trabajo El sector de la construcción y promoción a la economía catalana: contribución al PIB, al empleo y a los ingresos fiscales se ha basado en los datos del "Marc Input Output de Catalunya" (MIOC) del 2016, realizado por el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat), y ha sido elaborado por Jaume Garcia, catedrático del Departamento de Empresa de la UPF, Júlia Bosch, investigadora del Centro de Estudios Sports_Lab (UPF), Catalina Llaneza, profesora del TecnoCampus-UPF y Josep Maria Raya, catedrático del TecnoCampus-UPF y director de la cátedra.

En la medida que el sector de la construcción y la promoción puerta implícita la actividad en otros sectores productivos, el estudio concluye que estos vínculos se pueden entender como la generación de actividad productiva en otros sectores a consecuencia de aumentar la producción y la potencialidad que té un sector para atender las necesidades de input intermedios de los otros sectores a fin de que lleven a cabo su actividad productiva. Es decir, que el sector de la construcción y promoción se puede considerar como un sector impulsor de la economía. En este sentido, se manifiesta que cada euro de gasto del sector de la construcción genera una producción en la economía catalana superior a la que crean el sector servicios, la industria y la media de las ramas de actividad, pero inferior a la de la agricultura. Por otra parte, la parte de cada euro de la producción del sector de la construcción y promoción que utilizan los diferentes sectores de la economía es superior a la que correspondería a los servicios y a la industria, pero inferior a la agricultura y la media de las ramas de actividad. Volviendo a poner estos aspectos en valor crematístico, los autores determinan que en el primer supuesto -que el sector de la construcción y promoción dejara de adquirir bienes y servicios intermedios en Catalunya- se produciría una caída del 1% en el PIB (valor añadido) de la economía catalana. Eso, correspondería a unos 27.000 millones de euros, con un PIB situado en el 2022 en los 270.710 millones de euros. Mientras que, en el segundo supuesto -si el resto de sectores dejaran de adquirir bienes y servicios de la construcción y promoción- la caída en la producción de la economía catalana sería de un 2% del PIB, porcentaje que equivale a unos 55.000 millones de euros.